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sábado, 14 de junio de 2025
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La redención de Julio César

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Diario EL PUEBLO digital
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Máquina de redención, el fútbol le ha dado al brasileño Julio César la oportunidad de pasar de villano a héroe de un Mundial a otro. El arquero se culpó de la eliminación de su selección en Sudáfrica 2010 y las imágenes de su llanto desconsolado quedaron en la retina de los espectadores. Hace unos días tuvo la esperada revancha…

Si hay una persona a la que Brasil debe agradecer por haber avanzado a los cuartos de final del Mundial, esa es Julio César, el portero que hasta hace pocas semanas era la figura más cuestionada del equipo dirigido por Luiz Felipe Scolari.
“Mi historia en la selección aún no acabó”, dijo entre lágrimas el guardameta de 34 años, después de asegurar la victoria de Brasil en la definición por penales ante Chile, atajando los disparos de Mauricio Pinilla y del astro Alexis Sánchez.
“Antes de los penales, les dije a mis compañeros que tuvieran confianza en sí mismos, y les prometí que atajaría al menos dos”, relató Julio Cesar, quien fue distinguido por la FIFA como el mejor jugador del partido.
“Me concentré de la mejor manera posible para los penales, porque no podía fallarle nuevamente a la selección. Ya he tenido grandes momentos en mi carrera y a nivel profesional me siento realizado, pero me falta ganar una Copa del Mundo. Y luego de lo que pasó en el último Mundial esto ha sido fantástico”, remarcó.
Julio César volvió a explotar en llanto, pero esta vez sus lágrimas fueron “de felicidad”, muy distintas a las de hace cuatro años, cuando un error suyo abrió camino a la victoria de Holanda por 3-2 que eliminó a Brasil en los cuartos de final de Sudáfrica 2010.
“FUE DURO”
“Terminar el Mundial de 2010 como lo terminé yo, fue muy duro. Durante cuatro años necesité el apoyo de mi familia para superar ese momento”, recordó el portero.
Julio Cesar había llegado a Sudáfrica como uno de los mejores arqueros del planeta, y el error ante Holanda tuvo el efecto de una bomba atómica en su carrera, que a partir de ahí se fue a pique.
“Yo sé lo que Julio vivió hace cuatro años y estoy muy feliz por él. Se lo merece”, expresó el lateral Maicon, excompañero del arquero en el Inter de Milán y en la selección brasileña de 2010.
En 2012, Julio César pasó del Inter de Milán al modesto Queens Park Rangers de Inglaterra. Y tras el descenso de dicho club a la Segunda División inglesa, fue excluido del equipo titular.
En búsqueda de una oportunidad de seguir en actividad, fichó este año por un equipo canadiense, el Toronto FC, antes de ser confirmado por Scolari en la lista de convocados para disputar el Mundial.
POLÉMICA TITULARIDAD
Su inclusión en el plantel y, principalmente la decisión del técnico de designarlo como titular, generaron críticas por parte de la prensa, que recordaba que Julio César apenas jugó el año pasado y que había disputado solo siete partidos con el Toronto FC en la débil liga norteamericana.
Hace precisamente un mes, el portero aseguró que lograría callar las críticas durante el Mundial: “Sé que puedo colaborar con este grupo. La Copa Confederaciones me ha dado una gran fuerza. Espero ganar el Mundial, aunque no para pagar una deuda, sino para felicidad de todo Brasil”.
El arquero aseguró que sus buenas actuaciones en este Mundial le dan aliento para aspirar a más conquistas: “Uno no puede rendirse nunca, sé que todavía no hemos ganado nada pero el partido ante Chile nos da mucha fuerza para encarar lo que viene”.

Si hay una persona a la que Brasil debe agradecer por haber avanzado a los cuartos de final del Mundial, esa es Julio César, el porteroJulio César (pag7) que hasta hace pocas semanas era la figura más cuestionada del equipo dirigido por Luiz Felipe Scolari.

“Mi historia en la selección aún no acabó”, dijo entre lágrimas el guardameta de 34 años, después de asegurar la victoria de Brasil en la definición por penales ante Chile, atajando los disparos de Mauricio Pinilla y del astro Alexis Sánchez.

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“Antes de los penales, les dije a mis compañeros que tuvieran confianza en sí mismos, y les prometí que atajaría al menos dos”, relató Julio Cesar, quien fue distinguido por la FIFA como el mejor jugador del partido.

“Me concentré de la mejor manera posible para los penales, porque no podía fallarle nuevamente a la selección. Ya he tenido grandes momentos en mi carrera y a nivel profesional me siento realizado, pero me falta ganar una Copa del Mundo. Y luego de lo que pasó en el último Mundial esto ha sido fantástico”, remarcó.

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Julio César volvió a explotar en llanto, pero esta vez sus lágrimas fueron “de felicidad”, muy distintas a las de hace cuatro años, cuando un error suyo abrió camino a la victoria de Holanda por 3-2 que eliminó a Brasil en los cuartos de final de Sudáfrica 2010.

“FUE DURO”

“Terminar el Mundial de 2010 como lo terminé yo, fue muy duro. Durante cuatro años necesité el apoyo de mi familia para superar ese momento”, recordó el portero.

Julio Cesar había llegado a Sudáfrica como uno de los mejores arqueros del planeta, y el error ante Holanda tuvo el efecto de una bomba atómica en su carrera, que a partir de ahí se fue a pique.

“Yo sé lo que Julio vivió hace cuatro años y estoy muy feliz por él. Se lo merece”, expresó el lateral Maicon, excompañero del arquero en el Inter de Milán y en la selección brasileña de 2010.

En 2012, Julio César pasó del Inter de Milán al modesto Queens Park Rangers de Inglaterra. Y tras el descenso de dicho club a la Segunda División inglesa, fue excluido del equipo titular.

En búsqueda de una oportunidad de seguir en actividad, fichó este año por un equipo canadiense, el Toronto FC, antes de ser confirmado por Scolari en la lista de convocados para disputar el Mundial.

POLÉMICA TITULARIDAD

Su inclusión en el plantel y, principalmente la decisión del técnico de designarlo como titular, generaron críticas por parte de la prensa, que recordaba que Julio César apenas jugó el año pasado y que había disputado solo siete partidos con el Toronto FC en la débil liga norteamericana.

Hace precisamente un mes, el portero aseguró que lograría callar las críticas durante el Mundial: “Sé que puedo colaborar con este grupo. La Copa Confederaciones me ha dado una gran fuerza. Espero ganar el Mundial, aunque no para pagar una deuda, sino para felicidad de todo Brasil”.

El arquero aseguró que sus buenas actuaciones en este Mundial le dan aliento para aspirar a más conquistas: “Uno no puede rendirse nunca, sé que todavía no hemos ganado nada pero el partido ante Chile nos da mucha fuerza para encarar lo que viene”.

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