Es el arranque de la tercera rueda. Ya no más liguilla. A ese vocablo hay que expulsarlo de la denominación. Sin embargo, es la rueda de definiciones. Cinco fechas.
El nuevo rey no está lejos en el tiempo. Cosquilleos de una escena tan trepidante como siempre. Pasión incluida e incertidumbre sin más giros. Desde hoy, cada plantel va al Parque Ernesto Dickinson con 16 jugadores. Son 6 equipos. Un total de 96 futbolistas, dispuestos a la acción.
Tendrá que comenzar a implicar, la puesta a punto de una dimensión auténtica.
Es la celebración de esta última exposición a la cuenta de Ceibal, Ferro Carril, Nacional, Salto Uruguay, Universitario y Gladiador. Tendrá que significar de hecho, FÚTBOL POR EL FÚTBOL MISMO. No más que eso.
No está demás recordárselo a esos 96 jugadores que el fútbol ES UN JUEGO y un juego que se enmarca EN EL DEPORTE. Juego y deporte.
No más que eso.
Por lo tanto, ESOS MISMOS JUGADORES TIENEN DERECHO A DISFRUTAR a partir de sus aptitudes técnicas y temperamentales. El aficionado, sus familiares, sus amigos, sus vecinos, PAGARÁN LA ENTRADA PARA VERLOS JUGAR. Ellos tienen la obligación de responder a esa premisa o a ese estricto sentido de apasionada búsqueda.
Nadie les exige LO QUE NO PUEDEN GENERAR, pero sí les reclamamos TODO AQUELLO QUE ES POSIBLE OFRECER A PARTIR DE LAS PROPIEDADES QUE ADORNAN A CADA UNO DE ELLOS. No por nada sus equipos están donde están. Y sus equipos se integran a partir de ELLOS. Por ellos, el aficionado va hoy a la cancha.
¿Qué pretendemos de esos 96 futbolistas?: que no traicionen la esencia de un juego llamado fútbol.
Que jueguen a jugar.
Que produzcan.
Que no renuncien a la ofensiva, que tengan el gol entre ceja y ceja, que nada los disperse de la misión clave, esencial, intransferible.
De ganar, será una consecuencia de superioridad o de circunstancia de juego.
Pero que sepan: UNA DERROTA NO IMPLICARÁ LA CONDENA DE LA PROPIA HISTORIA. La historia no recoge solo a los vencedores, también los que proponen la generosidad del querer.
La historia incluye también a los dignos.
Y los dignos no siempre ganan.
Pero también…hacen a la historia.
-ELEAZAR JOSÉ SILVA-
Es el arranque de la tercera rueda. Ya no más liguilla. A ese vocablo hay que expulsarlo de la denominación. Sin embargo, es la rueda de definiciones. Cinco fechas.
El nuevo rey no está lejos en el tiempo. Cosquilleos de una escena tan trepidante como siempre. Pasión incluida e incertidumbre sin más giros. Desde hoy, cada plantel va al Parque Ernesto Dickinson con 16 jugadores. Son 6 equipos. Un total de 96 futbolistas, dispuestos a la acción.
Tendrá que comenzar a implicar, la puesta a punto de una dimensión auténtica.
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Es la celebración de esta última exposición a la cuenta de Ceibal, Ferro Carril, Nacional, Salto Uruguay, Universitario y Gladiador. Tendrá que significar de hecho, FÚTBOL POR EL FÚTBOL MISMO. No más que eso.
No está demás recordárselo a esos 96 jugadores que el fútbol ES UN JUEGO y un juego que se enmarca EN EL DEPORTE. Juego y deporte.
No más que eso.
Por lo tanto, ESOS MISMOS JUGADORES TIENEN DERECHO A DISFRUTAR a partir de sus aptitudes técnicas y temperamentales. El aficionado, sus familiares, sus amigos, sus vecinos, PAGARÁN LA ENTRADA PARA VERLOS JUGAR. Ellos tienen la obligación de responder a esa premisa o a ese estricto sentido de apasionada búsqueda.
Nadie les exige LO QUE NO PUEDEN GENERAR, pero sí les reclamamos TODO AQUELLO QUE ES POSIBLE OFRECER A PARTIR DE LAS PROPIEDADES QUE ADORNAN A CADA UNO DE ELLOS. No por nada sus equipos están donde están. Y sus equipos se integran a partir de ELLOS. Por ellos, el aficionado va hoy a la cancha.
¿Qué pretendemos de esos 96 futbolistas?: que no traicionen la esencia de un juego llamado fútbol.
Que jueguen a jugar.
Que produzcan.
Que no renuncien a la ofensiva, que tengan el gol entre ceja y ceja, que nada los disperse de la misión clave, esencial, intransferible.
De ganar, será una consecuencia de superioridad o de circunstancia de juego.
Pero que sepan: UNA DERROTA NO IMPLICARÁ LA CONDENA DE LA PROPIA HISTORIA. La historia no recoge solo a los vencedores, también los que proponen la generosidad del querer.
La historia incluye también a los dignos.
Y los dignos no siempre ganan.
Pero también…hacen a la historia.
-ELEAZAR JOSÉ SILVA-
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