El pasado sábado se llevó a cabo en la sede Salto de la Universidad Católica el seminario “Coparentalidad y conductas disruptivas de adolescentes: técnicas para trabajar con padres” a cargo de Mercedes Plá, destacada Doctora en Ciencias Sociales con orientación en Psicología Familiar con basta experiencia internacional en el tema.
En la charla se analizó la relación coparental y se focalizó en los procesos y las consecuencias que tiene la interacción padre-madre en la aparición de problemas de conducta en los hijos adolescentes.
“Lo preocupante es que cada vez más están permitidas y normalizadas algunas conductas que antes no lo eran”, señaló Mercedes Pla.
La especialista, apunta en su trabajo prioritariamente a la prevención de conductas de riesgo «y no solo a resolver lo que ya desencadenó en un problema”, para lo cual considera fundamental aggiornarse a los cambios de la sociedad porque “un adolescente de hace diez años es muy diferente al de hoy”.
La coparentalidad, es cuando el padre y la madre sin estar juntos, crían juntos a sus hijos, como por ejemplo los padres divorciados. Pero el divorcio no es la única forma, hay muchos hombres y mujeres que hoy en día optan por ser padres de esta manera. A veces planeado por medio de inseminación artificial y otras no planeado dónde fue un embarazo con una pareja ocasional, donde los dos deciden hacerse cargo y formar parte de la vida de ese hijo sin necesidad de estar juntos.
El tema da para muchas discusiones y ser analizado, porque también hay padres que desaparecen y madres que usan de instrumento a esos hijos, generando conflictos internos en sus hijos y en su relación con los pares.
PADRES EDUCANDO EN EQUIPO
Hace ya un tiempo que en las investigaciones sobre las relaciones familiares ha ido adquiriendo mayor importancia, el estudio de la relación coparental, en referencia a la interacción entre los miembros de la pareja como padres.
En principio, se considera más importante que los padres eduquen en conjunto, coordinando y colaborando entre sí, es decir formando equipo, más allá del estilo parental utilizado.
En la coparentalidad o co-educación se subraya la importancia de comprender los procesos y las consecuencias que tiene la interacción padre-madre en el desarrollo evolutivo de los hijos, y de identificar las habilidades y estrategias de cooperación que utilizan los padres como forma de clarificar los aspectos perjudiciales o beneficiosos en la tarea conjunta de educar.
Los resultados más relevantes indican que la coparentalidad se define por 4 factores: apoyo recibido, apoyo dado, acuerdo/no sabotaje, y exposición del hijo al conflicto.
Al mismo tiempo se analizaron las asociaciones de la coparentalidad con la resolución de conflictos, la satisfacción marital, los estilos educativos y las conductas disruptivas de los hijos, y otras variables sociodemográficas que podían incidir.
“Desde una mirada practica y preventiva, nos propusimos a reflexionar con un mayor rigor científico en la solución de problemáticas familiares, señalando algunas herramientas para nuestra praxis profesional. En concreto -en las familias con las que trabajamos-, contribuir a fortalecer y favorecer que, la tarea educativa se realice en equipo”.
La coparentalidad y educar “en equipo” a los hijos aunque no vivan juntos contribuye a solucionar conflictos familiares
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