Si alguna armonía lejana, se viene por el tiempo, de eco en eco, cuando aquellos ensueños del Siamo Diversi, soltaban las mariposas de sus pentagramas, Euterpe se divierte como entonces.
Y aquella batuta que parecía incansable, que Agides Monetti la transformó en un emblema a comienzo del Siglo XX y que tanto valor tuvo, que supo hablar en el idioma instrumental, como ninguna. Un día, como lluvia de abril, cayeron las subvenciones, los aportes municipales, y la Banda respiró más tranquila, más reconocida, más humana, “musical y acompasada”.
Iban tres décadas y media del nuevo siglo cuando pasó a depender completamente de la Municipalidad, la banda era como una empleada pública, con público, y para el público.
«En 1964, se creó una partida presupuestal independiente para la banda, y sus músicos fueron contratados como funcionarios municipales, consolidándose como la «Banda Municipal». (figura en su legajo).
Lo distinto era la batuta, había cambiado de dueño , un duende al que todos veneraban, de apellido Peruchena, dirigía con la genialidad de los grandes.
El Maestro Bautista Miguel Peruchena Ripa fue una figura fundamental en la historia musical de Salto. Recogió la batuta del Maestro Agides Monetti, quien la sostuvo en sus manos durante medio siglo. Peruchena dirigió la banda municipal por muchos años, consolidándola como un referente cultural de la ciudad.
Fundador de la Orquesta de Música Ligera de la Intendencia de Salto (1980): Esta iniciativa demostró su visión para diversificar la oferta musical de la Intendencia y llegar a un público más amplio.
EL ÚLTIMO DIRECTOR
Un día Peruchena ya no estuvo, pasaron otros, hasta que en el 2018 llegó el actual Director, ¿el último de los Mohicanos?, quien sabe, la historia que vendrá, vendrá como tenga que venir…
Sergio Mena, músico de la trompeta, guía de bandas escolares, fue director de la Banda de la Escuela Nº8, y batuta de la orquesta Juvenil, además de músico, director e integrante de una banda musical que hace unos años hacía bailar a un pueblo…
Sergio Mena comenzó sus pasos musicales en 1981 como trompetista en la banda del Liceo IPOLL. Luego estudió en el Conservatorio Municipal de Salto. También dirigió la Orquesta Juvenil del Conservatorio Municipal de Salto. Hoy, la Banda y Orquesta Departamental, se llama a silencio, por falta de músicos…
BAJO UN ALERO DE CLAVE DE SOL
Cuatro músicos aguardan, se resguardan bajo el alero abstracto de una clave de sol. No hay partitura que los reclame aún; tan solo el murmullo de los bemoles paseándose distraídamente por el parque. Son cuatro músicos sin destino, o quizás en búsqueda de uno que no se dicte desde el pentagrama, sino desde el alma.
A todo ritmo, sí. Pero el ritmo aquí no es solo musical: es la pulsión de una búsqueda interior, la urgencia por hallar una salida digna al esfuerzo de no diluirse en trivialidades, de no ceder al confort del verbalismo novelesco. Es una lucha silenciosa contra la dispersión.
Mientras tanto, la imaginación del director —ese demiurgo anónimo del presente escénico— se entrega a la labor de completar lo incompleto: las sensaciones pasajeras, los impulsos huidizos, la elipsis emocional de los protagonistas. Y mientras el arte de la composición, del escenario, del ensamble entero —la orquesta potencial, latente— guarda un silencio solemne, él imagina.
El director, a pesar del mutismo sonoro, pese a los instrumentos dormidos en sus estuches, ensaya hipótesis. Sobre el papel de las decisiones humanas en la historia, sí, pero también sobre la memoria viva de la Banda Municipal, sobre la metamorfosis de la Orquesta de Música Ligera, devenida hoy en Banda y Orquesta Departamental de Salto. Un devenir que no es solo institucional, sino profundamente humano.



LA LUCHA SILENCIOSA POR LA SUPERVIVIENCIA DE LA BANDA MUICIPAL
Entrevista a un integrante histórico de la Banda Municipal de Salto, Al Maestro Sergio Mena, una mañana de abril…
– ¿Hace cuánto estás vinculado a la Banda Municipal?
– Yo estoy desde hace 31 años. Para que tengas una idea: entré 1998, y en 2018 fui nombrado director. Estuve un tiempo sin ingreso fijo, al comienzo, como todos. En 2018 recién entró María Elena (Borba) por concurso, pero no entran funcionarios a la Banda. En esos 20 años se fue perdiendo pila, y con la pandemia y los cambios de sector que pidieron algunos, quedamos solo cuatro.
-¿Qué pasó con los compromisos del gobierno de turno con la banda?
– Había una promesa clara: que los pasantes iban a ingresar. Yo mismo pedí que se abriera un concurso. Se nos prometió más de una vez, incluso personalmente. Pero no se cumplió. Después de la pandemia, nos dejaron con una actuación mensual. Y cuando pedimos más, nos decían que la agenda ya estaba completa. Así, nos fueron dejando… vegetando.
-¿Cómo afecta eso al grupo humano?
– Los gurises se desmotivan. Muchos no siguieron del grupo, otros se fueron de la ciudad, otros dejaron. Y no es fácil encontrar músicos lectores hoy día, sobre todo en este rubro. Y los instrumentos… viejos, sin mantenimiento.
– ¿Se autorizó algún concurso recientemente?
– Sí, en 2023 se autorizó un concurso, se armó todo, incluso las bases… pero no se largó. No entiendo por qué.
Mena recuerda que: “Antes, cualquier acto público tenía a la Banda Municipal. Hasta 2019, eso se cumplía. Pero después, nada. En los Actos Patrios ya ni se tocan. Es como si nos hubieran desconectado del pueblo.
– ¿Cómo ves el vínculo con la comunidad hoy?
– Muy débil. Y la gente nos pide. Porque es un servicio cultural, no solo musical. Pero parece que lo que se construyó en tantos años se va perdiendo. Yo mismo presenté un plan de actividades para los últimos seis meses, detallando las dificultades. Ni siquiera lo movieron (al expediente).
– ¿Qué pasa con los recursos materiales?
– El año pasado pedimos las cañas para los saxos. Nunca llegaron. Los pasantes las compran de su bolsillo, a 600 o hasta 1.300 pesos. Es ridículo. Y así con todo: falta de instrumentos, de lugar fijo para ensayar… ahora estamos en un lugar donde a veces nos cancelan los ensayos por otras actividades.
Hubo una época que ensayalamos en el Ateneo, era mejor que ahora. Tuvimos que dejar los instrumentos en una jaula que hicimos nosotros mismos. Pero, por lo menos era u lugar que se podía usar entre semana.
– ¿Qué se necesita con urgencia?
– Ingreso de funcionarios. Gente con estabilidad, que pueda vivir de esto. No se puede construir un proyecto con pasantes que cobran solo por actuación. ¡Y algunos hace ocho años que están! Compran su instrumento, van a los ensayos, dan todo… pero siguen sin reconocimiento.
– ¿Cuál sería el modelo ideal para vos?
– Un grupo estable, con entre 12 y 15 músicos. Que se ingrese por concurso, como debe ser, buscando a los mejores. Tenemos gente muy preparada, del Conservatorio. Y con eso se podría hasta ofrecer talleres, generar vínculo con la comunidad, hacer más que solo actuar. Ser un verdadero servicio cultural.
– ¿Hay esperanzas de que eso pase?
– Y… la esperanza no se pierde. Pero estamos en un momento muy difícil. Tocando fondo. O se revierte o desaparecemos. El concurso está aprobado, solo falta fijar fecha. Si cambia el gobierno y eso se pierde, va a ser un retroceso tremendo. No puede ser que cuando las bandas en el país están creciendo, nosotros estemos desapareciendo.
– ¿Qué te gustaría que la gente entendiera sobre la Banda Municipal?
– Que no es solo un grupo de músicos tocando. Es un símbolo cultural de Salto. Y hoy, está en riesgo. Necesitamos que la población se entere, que apoye. Porque la banda puede dar muchísimo, si nos dan las herramientas.
Mena subrayó muchas veces a lo largo de la charla que era “apolítico”, que lo suyo era la música. Sin traicionar el pensamiento de nuestro entrevistado, estamos convencido que algo puede cambiar, para mejor, cuando ingrese el nuevo gobierno que emane de las urnas el 11 de mayo, y estamos hablando de cualquiera de los cincos candidatos y sus propuestas culturales.
Finalmente digo que mis recuerdos de la Banda Municipal, y luego también con el aporte de la Orquesta de Música Ligera vienen de los tiempos del maestro Peruchena, pero, aún mantengo vivo el recuerdo de una Gala de agosto en el Teatro Larrañaga en que la Banda-Orquesta dirigida por el Maestro Sergio Mena, con cantantes invitados y con Male Borba, la voz oficial de la Banda, hicieron las delicias del público, a sala llena, en un brillante espectáculo, digno de recorrer los mejores escenarios del Río de la Plata, y más…
