Una nota exclusiva de JUANJO ALBERTI, desde Montevideo.
PRIMERA FIGURA EN BROADWAY
Luego de convertirse en primera figura en el teatro de Broadway llega a la pantalla grande, a través de los estudios Warner Brothers, siendo en su momento la actriz mejor paga de los Estados Unidos. Se llamaba Katharine Edwina Gibbs, y se hizo conocer bajo el nombre fantasía de Kay Francis, habiendo nacido en Oklahoma City, capital y mayor ciudad del estado de Oklahoma, USA, el 13 de enero de 1905, siendo sus padres: Katharine Clinton, de origen canadiense, actriz y ama de casa, y Joseph Sprague Gibbs, quien contaba con casi dos metros de estatura, algo que heredó su propia hija que fue una de las actrices más altas del séptimo arte en la década del treinta, midiendo más de 1,75. Sus muchos protagónicos brillaron a la altura de Ingrid Bergman o Alexis Smith, dando que hablar por sus brillantes desempeños en el celuloide. Educada en los entornos de los teatros cuando su madre se perfilaba como nueva figura, y luego en escuelas de artistas, tras dejar su padre a la familia, la muchacha creció estudiando en diferentes centros educativos, y a la edad de 17 años contrae nupcias con James Dwight Francis, que duró muy poco tiempo, poco más de un año, terminando en divorcio. Mientras tanto, estando sola, ya se había afincado en Broadway.
DEBUTÓ CON «HAMLET»
A mediados de 1925 Kay viaja a París a divorciarse. Allí, conoce a William Gaston, un reconocido atleta de Harvard, miembro de Boston Bar Association, con el que a los meses se casa. Con su flamante esposo, regresa a Broadway para debutar en «Hamlet», la obra de Shakespeare, de la mano del productor Stuart Walker de la empresa Portmanteau Theatre Company. Luego llegarían más y más obras. En ese interin su matrimonio con Gaston fue cayendo en un pozo, por motivos de convivencia de pareja, y al poco tiempo se compromete con Alan Ryan Jr., con actividades de playboy. Kay había prometido a la familia de Ryan que dejaría las tablas, pero su pasión pudo más que el amor, y volvió a Broadway para otras interpretaciones, dejando de lado la relación sentimental. En 1928 cumple con una estupendo trabajo en «Elmer the great», escrita por Ring Lardner y producida por George M. Cohan. El actor Walter Huston quien cumplía con el papel principal, quedó tan impresionado por la labor de Kay que la animó para realizar una prueba en la Paramount Pictures y en los Kaufman Astoria Studios de Nueva York. Al poco tiempo estaría filmando «Gentlemen of the press», en 1929, y «The cocoanuts» con los hermanos Marx, también en 1929. Lo mejor estaría por llegar en los años treinta.
RUMBO A HOLLYWOOD
En ese momento los estudios cinematográficos comenzaban a dejar sus instalaciones en Nueva York, y muchos actores de Broadway también habían sido atraídos a viajar a Hollywood para rodar filmes: Aline MacMahon, Barbara Stanwyck, Ann Harding, Helen Twelvetrees y Humphrey Bogart, entre otros. Kay hizo lo mismo, dejando una notable impresión, desarrollando actuaciones excelentes en infinidad de cintas. A saber, más de veinte entre los años 1929 y 1931. Se destacan: «Girls about town», 1931, «Twenty-four hours», 1931, «Trouble in paradise», 1932, «The false Madonna», 1932, y más. De a poco llegó a ser la actriz número uno de WB. Francis ya se había vuelto a casar, esta vez con John Meehan, un cineasta de Nueva York, pero poco después de su llegada al gran Hollywood mantuvo una confusa relación con el actor y también productor Kenneth MacKenna, con quien se casaría en enero de 1931. El destino indicaría que se divorciarían en 1934. Entre los años 1930 y 1937 Kay apareció en múltiples portadas de revistas de cine y actualidad, marcando una diferencia con todos los artistas de la época.
LOS GRANDES TÍTULOS
En su período de elevada popularidad interpretó «Mandalay», 1934,
«Wonder bar», 1934, «Dr. Monica», 1934, «Confession», 1937, «First lady», 1937, «Women are like that», 1938, «My Bil», 1938, «Secrets of an actress», 1938, «Comet over Broadway», 1938, «King of the underworld», 1939, «Women in the wind», 1939, «In name only», 1939, «It’s a date», 1940, «When the Daltons Rode», 1940, «Little men», 1940, «Play girl», 1941, «The man who lost himself», 1941, «Charley’s aunt», 1941, y «The feminine touch», 1941. Francis se casó en cinco ocasiones, y tuvo muchos romances. Sus diarios, preservados en una colección en la Universidad Wesleyana, pintan un retrato de una mujer con una vida personal desordenada, y con una fuerte atracción por los hombres.
En 1966 le diagnosticaron un cáncer de mama, siendo tratada mediante una mastectomía, pero el tumor se había extendido y la actriz falleció en Nueva York, el 26 de agosto de 1968. Más allá de la nostalgia.