Sorpresiva y silenciosa fue su partida, casi como su vida misma. El ingeniero agrónomo Julio Bastón Álvarez era una persona correcta, su presencia imponía respeto, aunque se trataba de una persona afable que dialogaba con todos y trabajaba siempre por el bien de todos.
Tuvimos el placer de conocerlo y disfrutar de su amistad desde hace muchos años atrás, cuando él concurría con sus dos hijos mayores, Andrés y Augusto al baby fútbol del Club Remeros Salto.
Era una de las personas que siempre estaba para colaborar y contribuir a la formación de los pequeños en la práctica deportiva.
Posteriormente nos fuimos encontrando periódicamente, los hijos fueron quedando mayores y la vida misma nos llevó por diferentes caminos, pero cada vez de encontrarnos disfrutábamos del encuentro, Julio era un técnico respetado en su labor dentro del área forestal del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca.
Poco tiempo atrás, luego de jubilarse optó por volver al Sur del país con su familia quizás para estar más cerca de sus dos hijos menores, Josema y Emiliano.
La noticia de su fallecimiento registrado el 30 de Abril último nos golpeó duro, no lo esperábamos. Que supiéramos Julio gozaba de buena salud, llevaba una vida prolija y ordenada, no fumaba, no bebía en exceso.
En principio llegamos a pensar podía haber un error en la noticia que nos llegaba, a través de la dirigencia del Club Ferro Carril, donde militaron sus tres hijos menores, jugando al básquetbol.
Lamentablemente no hubo error y hacemos llegar nuestros pésames a su esposa y a sus hijos: Andrés. Augusto, Josema y Emiliano.
¡Haya paz en tu tumba! Querido amigo.