¿A qué le llamamos várices?
¿A las que vemos comúnmente en nuestras piernas y no le damos importancia, o a la que sí se la damos cuando nos duele?
¿Serán las mismas arañitas rojas que decimos que es por estar mucho tiempo parados o las gruesas y de color más oscuro que muchas veces nos alertan de problemas mayores?
Un informe realizado junto al doctor Gonzalo Leal, médico cirujano, nos quitará muchas dudas:

“Se define como várices a la dilatación de las venas, fundamentalmente de los miembros inferiores. Puede pasar en los superiores, pero no con demasiada frecuencia” nos dice el profesional.
“Le enfermedad por la cual se padece de várices, es porque existe una dificultad en el retorno venoso.
La sangre que va por dentro de las venas, es la misma que vuelve hacia el sistema cardiopulmonar, para oxigenarse nuevamente y pasar a la sangre arterial que es la que lleva el oxígeno al resto del organismo.
La sangre que va por las venas, sin oxígeno, es la que llamamos el retorno venoso.
Es decir, existe una dificultad en el retorno venoso, que puede ser sin una causa aparente (primaria o secundaria) a alguna patología que está dificultando que vuelva la sangre hacia el corazón.
¿Cuál por ejemplo?
Una compresión por algún motivo.
Un tumor o el aumento de la hipertensión a nivel venoso y dificultad porque existe una fístula arteriovenosa. (Unión entre la arteria y las venas). Son estas, causas secundarias. Mucho más raras.
La enorme mayoría es primaria, es decir, existe esa dificultad en el retorno venoso, sin una causa aparente. Muchas veces es genético, congénito por dificultades:(no hay allí valvulita), la vena se dilata porque hay una debilidad en la pared y existe la dificultad para que la sangre vuelva hacia arriba.
Esta dificultad en el retorno venoso, hace que en la pierna exista una hipertensión venosa, está a la vista y es la que definimos como insuficiencia venosa crónica, donde va a generar diversas alteraciones:
1) La dilatación de las venas superficiales, las várices que están a la vista.
2) Varículas y telangiestasia (arañitas).
Varículas: son venitas chiquitas y finitas que están dilatadas.
Telangiestasia: (Angie: vasito, estacia: queda quieta la sangre, tela: telaraña). Son las famosas arañitas que comúnmente vemos.
Todo esto se da, porque hay un aumento de la presión venosa en el miembro inferior.
¿Cuáles son los factores que determinan esta situación?
Los factores, aparte de la genética que influye mucho, existen algunos favorecedores como: la obesidad, el embarazo, porque hay un aumento de la presión intraabdominal y una dificultad en el retorno venoso. En que valla la sangre hacia arriba, entonces se acumula en las piernas.
Genera y aumenta la hipertensión venosa y aparecen las venas porque están siempre llenas de sangre, comienzan a dilatar y se hacen tortuosas, (varices feas como una serpiente).
Es todo por el aumento de la hipertensión venosa.
¿En qué otros casos se pueden dar?
En pacientes que tienen Epoc, con hipertensión pulmonar, bronquitis crónicas, o un tumor intraabdominal.
Pero lo más frecuente se da en pacientes que tienen sus actividades haciéndolo durante mucho tiempo parados. Los que tienen oficios de mozos, maestras, médicos cirujanos, etc.
¿Afecta más en la persona que está parada o en el que camina?
El que está parado, tiene muchas más posibilidades de tener várices del que está caminando, porque en el primero, la columna de sangre queda quieta y la gravedad hace que aumente la presión por una cuestión física.
Eso justamente es una de las causas por la cual se habla del punto de vista congénito, hay personas que no cuentan con valvulitas que dividen las venas profundas en sectores, que hace que disminuya la presión.
Al estar parado la gravedad hace que aumente la presión, en cambio caminando, los músculos de la pantorrilla: los gemelos y el solio, hacen que se comprima las venas y es como el segundo corazón, la segunda bomba. Comprime llevando la sangre venosa hacia arriba, hacia el corazón y los pulmones.
Por eso el caminar y movilizarse, disminuye la posibilidad de tener várices. No solo eso, sino que disminuye que continúe aumentando cuando ya las tiene.
Esta enfermedad de las várices es crónica. Lo que podemos hacer tomada a tiempo, es tratar la hipertensión disminuyéndola y a la larga la enfermedad no se va a manifestar, pero existe. Tenemos que disminuir la cantidad de sangre que hay dentro de las venas, lo máximo posible y de esa forma controlamos la enfermedad.
Lo mismo pasa cuando la persona tiene várices importantes. Lo tenemos que tratar: con medicación y la compresión elástica que es la más importante de todas.
¿Para qué sirve la compresión en la pierna?
Para que este sistema de venas adentro de la pierna no quede lleno. Si notamos de mañana temprano en uno de estos pacientes, podemos apreciar que tiene la pierna mucho menos hinchada y al correr del día por la propia gravedad de estar en movimiento el paciente, este sistema se está llenando de sangre.
Al llegar al final del día la pierna está muy hinchada, pero si se acuesta y pone el miembro para arriba, se comienza a ir de gravitando la cantidad de sangre y la pierna se deshincha.
Si nosotros le comprimimos la pierna con algo elástico, es como que los músculos, están haciendo fuerza y no la deja que se llene de sangre, las venas, no se dilatan y conseguimos que disminuya en el correr de la vida de esa persona, la posibilidad de que se genere mucha hipertensión venosa.
La misma que nos genera muchos problemas para adelante y lo que van a generar las várices, (que pase sangre al sistema capilar), es que se comiencen a romper estos vasitos por tanta presión y pasen a la piel generando esas manchas que vemos.
Además de las manchas, el resto de la sintomología: los calambres, el dolor y la pesadéz de la pierna, posteriormente la úlcera venosa, con todas sus complicaciones de gravedad.
¿Es allí que comienza el dolor?
La molestia, la pesadez y los calambres, es lo primero que aparece.
Incluso sin haber várices aparentes. Sin que haya dilatación de las venas superficiales, puede haber dolor, pesadez y calambres.
Tratamiento:
Es con medicación habitual en forma oral y a su vez hacer la compresión elástica.
Ésta como ya dijimos es la más importante, ya que los medicamentos descomprimen bastante, pero sin la venda elástica no es un tratamiento del todo satisfactorio.
El mismo es ambulatorio, así como algunas de las cirugías que realizamos.
Y la tercera pata del tratamiento, es la cirugía.
¿Cuándo se indica la cirugía?
Está indicada en casos especiales. Donde definimos bien cuáles son los casos, porque no todos son iguales.
Si el sistema venoso superficial, desemboca en el sistema venoso profundo, la válvula cuando desemboca está rota y existe una insuficiencia valvular que genera un reflujo haciendo que ésta sangre que viene por el sistema venoso profundo, refluya y vuelva hacia atrás, en vez de ir hacia arriba, mantiene la presión en la pierna. Genera como un círculo.
Con cirugía, al cerrar la valvulita, sacamos la vena enferma. Y con ello controlamos la enfermedad, cerrando las comunicantes, disminuyendo la presión.
Lo que nunca hay que tocar, es el sistema venoso profundo. Por allí va la sangre y la pierna quedaría muy dilatada. Además, existen dos sistemas superficiales: uno de safena interna y otro de safena externa (Vena superficial más importante).
La safena Interna, va desde el pie, del lado interno, cruza por toda la pierna interna, va por el muslo interno y desemboca en la ingle.
La safena externa, va desde la parte externa del pie, cruza hacia la parte posterior de la pantorrilla y desemboca en la vena profunda a nivel del muslo o en el hueco poplíteo. O sea detrás de la rodilla.
¿Cómo se las diagnostican?
Actualmente contamos con un estudio que se llama eco dopler venoso, es una ecografía con un sistema dopler que funciona enviando una señal que luego de rebotar en la sangre, vuelve. Es el que permite ver estos dos sistemas del que hablábamos.
En la pantalla se ve la dilatación de las venas, el flujo sanguíneo y las válvulas. Es por ello que solicitamos a todos los pacientes el eco dopler venoso, para ver si las válvulas están rotas en algún lugar o si hay reflujo.
De esta forma planificamos, ya que nos muestra, qué paciente es para tratamiento y cuál para cirugía. Y qué tipo de cirugía necesita.
¿Por qué se dan las úlceras venosas?
Es una complicación de esta enfermedad y muchas veces se da por la insuficiencia de las comunicantes. Un alto flujo de sangre a nivel de los pequeños vasos de la piel, como el río con la costa. Ese torrente de sangre se va comiendo la piel y desgastándola, generando heridas pequeñas y luego más grandes, con úlceras que son tan difíciles de tratar.
Cerrando las comunicantes y con compresión elástica, muchas veces terminamos cerrando esa úlcera.
¿El riesgo está también en las trombosis?
El trombo que se da dentro de la vena, se ve favorecido por el estancamiento de la sangre. Esto hace que se rompa el endotelio (capa interna de la vena), y al estar quieta la sangre aparecen la plaquetas y activa la cascada de la coagulación, comenzando a formar el trombo.
Puede ser a nivel superficial, formando una tromboflebitis aguda, dejando la piel caliente y roja. Se lo trata con antibióticos incluso, también realizándole una pequeña cirugía.
Sin la existencia (como esta circulación de sangre, es el retorno venoso que va al corazón y al pulmón para oxigenarse) de riesgo de trombo embolismo pulmonar. Si llegara a pasar sería un cuadro grave.
Si fuera a nivel profundo, comenzará pronto la anti coagulación, en reposo para que ningún coágulo se mueva y viaje a la circulación profunda (al pulmón), realizándole tratamiento inmediato”.
Mary Olivera
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