Directora Silvia Jaureche: “No hay mejor regalo de los dioses que encontrar un maestro”
Tal como estaba previsto, durante toda la jornada del jueves hubo actividades en conmemoración de los 60 años de oficialización de los cursos del Instituto de Formación Docente “Rosa Silvestri”. Primero en el Cementerio Central para homenajear a personas que fueron parte de ese proceso y ya no están; luego en la Plaza Treinta y Tres, donde se colocaron ofrendas florales junto al busto de Varela; más tarde en el propio Instituto. Allí, además del acto protocolar, hubo presentaciones artísticas varias que fueron sumamente disfrutadas por toda la comunidad educativa y el publico que se acercó, incluso algunas en otras cuadras de nuestra calle principal. También amenizó la música de la Banda de Infantería Nº 3.

Además de la Directora, Mtra. Silvia Jaureche, hicieron uso de la palabra la Consejera del Consejo de Formación en Educación (llegada especialmente desde Montevideo) Ma. del Carmen Dos Santos Farías, y los maestros jubilados Daliné Soto, Sara Curbelo y Pedro Requelme.
Hemos seleccionado hoy algunos pasajes pronunciados por Silvia Jaureche en la puerta del Instituto casi sobre el mediodía.

“…Así nació el hoy denominado Instituto de Formación Docente “Rosa Silvestri” de Salto. Fruto de las ideas y el trabajo incansable, sostenido en el esfuerzo y la esperanza, de un conjunto de docentes y estudiantes de Salto, que anhelaban la creación de un instituto en el que los futuros maestros pudieran formarse en su departamento, sin tener que continuar viajando a Montevideo o Paysandú, para rendir los exámenes. Época de intensas gestiones de las asociaciones de maestros del departamento, no sin dificultades y rispideces internas, intentando ambas, a su manera, concretar su sueño, logrando algunos avances una de ellas, otros la otra, y así… no importa hoy qué mérito le corresponde a cada una, sino reconociendo que sin esa ambición genuina y generosa de ambas asociaciones, de los estudiantes y las autoridades del momento, no se hubiese logrado concretar el sueño compartido. Es mucho más lo que ganaron con el esfuerzo de todos, que aquello a lo que tuvieron que renunciar y lo que tuvieron que sacrificar para ver concretado su anhelo. Es así que las autoridades nacionales oficializaron los cursos de Magisterio en Salto el 24 de agosto de 1963. Por eso hoy, todos, unidos, celebramos los 60 años de ese hito en la historia de la formación docente de nuestra ciudad (…) La formación docente se ha reconvertido siempre a lo largo de estas seis décadas, sin perder su horizonte: el vínculo con el otro a través del conocimiento, acompañar, animar, ver la posibilidad donde otros vislumbran carencias. Siempre fiel a su esencia, mantener la comunicación, el diálogo, el respeto a la persona del estudiante, la prioridad de los valores humanos más altos, el desarrollo de las virtudes humanas más nobles. (…) Hoy, por circunstancias de la vida, ocupo el cargo de Directora de esta querida casa. En mi persona está la síntesis de estos aportes: Soy fruto del magisterio de Salto, como tantos de ustedes. Las vivencias familiares de la vida magisterial de mi hermana Ana María y su grupo de estudio, desde donde comencé a amar el magisterio. Mis maestras de la Escuela Nº1, luego escuela de Práctica y posteriormente la institución donde comencé a ejercer como maestra, entre ellas a quien hoy tenemos el honor de contar con su presencia, la querida maestra Lil Canali de Pirotto. Los compañeros de la generación 84: Sara Martínez, Ana Elena Olivera, Laura Llama, Mercedes Vázquez, Adriana Caprile. Los compañeros de Profesorado de Matemática. Los profesores de esa generación: Sara Virginia Curbelo Porto, Pedro Requelme Giménez, Jorge Rafael Pignataro, Mirta Da Costa Leites de Peláez, Daliné Soto, Ana Lafourcade de Sellanes, Rosario Mijalofsky. Los directores con quienes trabajé como docente y aquellos con los que aprendí y me fui formando en la gestión: Elsa Ferrari de Palacios, Fernández Moyano, Susana Guimil de Molinolo, Agustín Vero, Silvia Riera, Juan Claudio Lagaxio y Shirley Ferreira. Secretarios como Mary Apatie de Hernández, maestro adscripto Juan Claudio Lagaxio, maestros de práctica: Mary Gamboa de Alario, Teresita Botti de Lafón; niños de las escuelas de práctica 1, 105, 4, 34; liceales del Liceo Nº1; maestros compañeros de las distintas escuelas; los diferentes Consejo de Formación en Educación de estos últimos años; actualmente los compañeros Directores de institutos y centros del Consejo de Formación en Educación. Siempre la familia, madre y hermanos, esposo, sobrinos, acompañando y apoyando para que pudiera y pueda dedicarme con entrega a mi vocación (…) Hoy, la tarea de todos quienes integramos el IFD de Salto, es asegurar la disponibilidad del derecho a la formación en educación, la accesibilidad al mismo para todos quienes lo deseen, la adaptabilidad del sistema al estudiante para la concreción del mismo y la aceptabilidad, en relación a una educación de calidad que considere las demandas y los desafíos actuales y que busque la superación del ser humano en todas sus dimensiones (…) La enseñanza pública en el Uruguay ha concebido tradicionalmente a los centros educativos como lugares privilegiados para la formación racional y autónoma de la personalidad y la construcción de ciudadanía democrática, que acompaña la función de las escuelas (…) Si la educación ha de preparar para la vida, según una común atribución de finalidad, no puede hacer a un lado lo que constituye parte de la esencia misma de la persona, no puede prescindir de prepararlo para el ejercicio de esa capacidad de discernimiento y de equiparlo con las competencias para ser autor de su propia vida. No debemos olvidar que una de las funciones esenciales de la educación es la conservación y transmisión a las nuevas generaciones de un legado común que se considera valioso (…) No hay mejor regalo de los dioses que encontrar un maestro, tener la fortuna de encontrar a alguien cuya palabra nos abre horizontes antes insospechados, nos enfrenta con nosotros mismos rompiendo las barreras de nuestras limitaciones; su discurso rescata pensamientos presentidos que no nos atrevíamos a formular, e inquietudes latentes que estallan con una nueva luz. Y, curiosamente, no nos sentimos humillados por seguir el curso de un pensamiento ajeno; por el contrario, su discurso nos libera y nos ensancha creando en nosotros un juicio paralelo con el que reestructuramos nuestra forma de ver la realidad; y luego, extinguida la palabra, aún encontramos los ecos que rebotan en nuestro interior obligándonos a ir más allá, a pensar por nuestra cuenta, a extraer nuevas conclusiones que no estaban en el discurso original… Este es el objetivo: ser maestros de humanidad… a través de las materias que enseñamos, o quizás, a pesar de las materias que enseñamos; rescatar para nuestros alumnos, de entre la maraña de la ciencia y la cultura, el sentido de lo fundamental permitiéndoles entenderse a sí mismos y explicar el mundo que les rodea (…) Con el legado de seis décadas el IFD Rosa Silvestri sigue contribuyendo al desarrollo de proyectos de vida propios y de los demás, a través de la educación. El ayer y el hoy se encuentran y fusionan en este momento.Los inicios y los tiempos actuales. El mismo anhelo, la misma esencia, el mismo afán: el deseo irrenunciable de una formación docente de calidad para todos quienes abracen la vocación docente: en el acceso, en el trayecto, en el egreso y en el desarrollo profesional continuo, con especializaciones y postgrados…”.