Sucedió el domingo a la noche en el Parque Ernesto Dickinson, cuando se jugó la segunda fecha de la liguilla en la Divisional «B», para determinar el segundo ascenso a la «A».
A primera hora, el juego de San Eugenio y Dublín Central, en tanto a segunda hora con Sud América y Santa Rosa. Tras el final del juego entre San Eugenio y Dublín Central, la permanencia de estos en la cancha del estadio. Lo cierto es que unos 10 minutos después de ese final, ingresaron casi informalmente los futbolistas de Sud América y Santa Rosa, a los efectos de despuntar a los ejercicios precompetencia.
Visualizar esa escena implicó descubrir en el campo de juego, más de 40 futbolistas de esos cuatro equipos con sus respectivos Cuerpos Técnicos.
Por lo tanto, frente al hecho consumado, debiesen plantearse algunas interrogantes:
1) ¿Cómo se instrumenta la organización en la «B» en cuanto al ingreso de los equipos de fondo?
2) ¿En qué momento deben saltar a la cancha? ¿No trasciende que lo hagan, aún con la presencia de los equipos preliminaristas?
NADIE CALIBRA NADA
Para la mayoría, pasó desapercibido. Pero no faltaron en la propia Tribuna España, quienes comprobaron el hecho. Porque además se planteó una interrogante: ¿qué hubiese pasado si alguna situación se generaba entre aquel equipo que jugó a primera hora y el que ingresó a segunda? ¿Qué árbitro es que el que puede denunciar alguna anormalidad a ese nivel? ¿El que integró la terna a primera o el de segunda hora, que en el caso del domingo aún no había ingresado al campo de juego?
La realidad de lo vivido, a todas luces insólito. Cuatro equipos en cancha. A manera de «campeonato relámpago». Unos para ir saliendo y otros para ir entrando. Pero todos juntos.
Sin que nadie exponga alguna respuesta a mano, de porque pasó eso que pasó.
