Que existen disposiciones, seguro que existen, pero que nadie las hace cumplir es tan cierto como el rio mismo y por lo tanto es la mejor forma de dejar hacer, de mirar para otro lado y nada de complicarse.
Por supuesto que nunca ha sido fácil para una pequeña nación como el Uruguay, litigar contra grandes países diez o quince veces más grandes y poderosos. Pero por favor, desconocer la realidad no.
Días atrás nos ocupábamos de la poca o nula comunicación que existe con la población ante las denuncias de flagrantes irregularidades existentes.
Entre éstas recordamos haber reclamado aclaraciones, cuando trascendió la “desaparición” de las pruebas documentadas (videos), inculpando a uno de los principales narcos que operaban en la ciudad, pruebas que desaparecieron de la propia Dirección de Investigaciones, situada en la Jefatura de Policía de Salto.
Que sepamos hasta el momento nunca se dijo nada ¿qué se hizo para aclarar el hecho? ¿Quién lo hizo? ¿Por qué nunca se informó?. ¿Fue todo archivado?.
Ahora trasciende el descuartizamiento de un joven muy cerca del centro de la ciudad. En las redes sociales, circula la versión hasta de quien es el autor intelectual, quien lo mandó matar y por qué. No pretendemos que se cobre “al grito”, pero si que se investigue.
Nadie ignora las veces que hemos denunciado la circulación de motos con flagrantes irregularidades en el tramo de ruta 3, entre Salto y Daymán. La más peligrosa es la circulación por las banquinas y el adelantamiento por la derecha.
Una transgresión flagrante, como también lo es que los ciclistas no circulen en fila india, sobre todo en lugares que hay “bici sendas”, como en el caso que nos ocupa.
Si Policía Nacional ó Caminera, acostumbra ubicarse en el lugar, si pero que sepamos no se hace nada, siquiera se advierte de la irregularidad a quienes la cometen.
Los excesos de velocidad o las motos sin luces, sin señalero o con irregularidades en la documentación siguen estando a la orden del día.
Que hace la Intendencia, decomisa un diez por ciento y con ello tiene cientos o miles de motos “chatarra” que sus dueños prefieren adquirir un vehículo nuevo antes de pagar multas y proceder a regularizar su situación.
Alguna vez tendremos que aprender que una sociedad organizada se desenvuelve respetando leyes, ordenanzas y disposiciones, porque en caso contrario, cuando rige la ley del más fuerte, todo se vuelve un caos.
A.R.D
Insistimos: no hay peor ley que la que no se hace cumplir
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