Se mantiene la ocupación llevada adelante días atrás por un grupo de asalariados rurales, de un campo ubicado en Colonia Eduardo Acevedo, del Instituto Nacional de Colonización. Este corresponsal conversó horas atrás con uno de los trabajadores acampantes, nos referimos a Ricardo Ferreira, quien nos dijo: «Continuamos con la ocupación y el 6 de febrero el grupo decidió poner nombre a este núcleo de trabajadores. Decidimos poner «Seu Pedro» en homenaje a Bandera Lima. Fue un trabajador de la caña en la zona. Trabajó en la fábrica de Calpica. Fue guerrillero. Un hombre olvidado por muchos en la zona, pero que para nosotros ha sido un héroe como vecino, como persona. Aún vive su esposa doña Eva y sus hijos, entre ellos Enrique que está con nosotros en el campamento. Bandera Lima se movilizaba por estas tierras que hoy ocupamos. Él estuvo preso en Punta Carretas y fue uno de los guerrilleros que se escapó en la recordada fuga masiva. Después nunca más estuvo preso ya que era hombre conocedor de montes, por lo que se escondía en lugares inaccesibles».
FRACCIÓN 49 B
Agregó: «En homenaje a Seu Pedro Bandera Lima es que resolvimos ocupar la fracción 49 B de Colonia Eduardo Acevedo. Se trata de un campo de 248 hectáreas. Sabemos que existe una situación irregular de ese campo del Instituto de Colonización, el cual había sido adjudicado a una persona que nada tiene en el lugar. De acuerdo a la ley, el colono debe residir en el campo. En ese campo siempre hubo animales de otras personas. Nosotros tenemos un proyecto bastante sustentable para llevarlo adelante, pero no fracasar. Sabemos que el INC adjudica predios a la gente, pero los manda al matadero. Les da la tierra pero no les da como el poder sacar un lucro mínimo de esa tierra para la familia. Nuestro grupo tiene un proyecto, el que hemos presentado al Instituto y a la Sra. Juez Letrado de Bella Unión y Fiscal ya que fueron al lugar a charlar con nosotros. En esos campos hubo plantaciones de arroz en el pasado. Cuando crece el Río Uruguay de forma importante, hay 40 hectáreas que son afectadas por las inundaciones. Algunos productores se arroz ya se han acercado a nosotros para preguntarnos, si en caso que tuviéramos acceso de forma legal a esa tierra, si podríamos unirnos para plantar arroz. Se beneficiaría el Instituto con 4. 000 bolsas de arroz que no es poca cosa, y tendríamos beneficios con el arroz restante, tanto el arrocero como nuestro grupo Seu Pedro. Pensamos en construir invernáculos para hortalizas, tener una quinta y una granja».
