«Al despertar Gregorio Samsa una mañana, después de un sueño agitado, se encontró en su cama transformado en monstruoso insecto. Yacía sobre el duro caparazón de su espalda y, al levantar un poco la cabeza, vio su vientre pardo y combado, dividido por anillos rígidos, que apenas podía aguantar sobre sí la colcha que estaba a punto de resbalar hasta el piso. Sus numerosas patas, de una delgadez lamentable en comparación con el grosor habitual de sus piernas, se agitaban desamparadas ante sus ojos».
Pocos autores serían capaces de empezar una obra con la contundencia de las líneas anteriormente anotadas. Lo hizo Franz Kafka (narrador checo, 1883-1924). Son esas las primeras palabras de su brillante novela «La Metamorfosis», de cuya creación se cumplen 100 años en este 2015 (la primera edición es de 1916).
El personaje Gregorio Samsa es uno de los mejores retratos del hombre moderno que se han construido con palabras. Un ser incomunicado, alienado, cuya vida se reduce únicamente a sumar horas de trabajo para mantener económicamente a su familia. No logra mantener relaciones interpersonales estables, ni almorzar tranquilo, ni dormir lo suficiente. Para mostrar sin vueltas esa deshumanización, Kafka optó por presentarlo directamente, literalmente, como un bicho.
Si todo eso lo pensó y lo escribió hace un siglo, ¿qué pensaría Kafka del hombre de hoy, el de cien años después?
Fue un 8 de octubre
La fecha de hoy, 8 de octubre, es de relevancia para el país. El 8 de octubre de 1851 se celebró un tratado de pacificación por el que las fuerzas de Manuel Oribe se sometieron al gobierno legal representado por Joaquín Suárez, y las tropas argentinas se incorporaron a Urquiza. La fórmula de aquel tratado fue «No hay vencidos ni vencedores»; se dio término así al sitio de Montevideo y con él a la Guerra Grande.
En Salto, el episodio se recuerda con la denominación de una importante calle. La misma nace a pocos metros de la Costanera Norte César Mayo Gutiérrez (zona del Club Remeros Salto) y se extiende hacia el Este hasta Avenida Blandengues. Su denominación data del año 1899; anteriormente se denominó Tangarupá.
«El barbero de Sevilla» llega el domingo al Larrañaga
Seguramente será un gran espectáculo. La zarzuela «El barbero de Sevilla» será presentada en Salto el próximo domingo 11, en actividad organizada por la Asociación Española.
Lugar: Teatro Larrañaga.
Hora de comienzo: 20:30 horas.
Una obra romántica, lírica y divertida
En reciente conferencia de prensa, integrantes de la organización expliaron que «es una obra romántica, lírica, divertida. Se basa en una soprano joven llamada Elena que quiere triunfar en la lírica y tiene todo el apoyo de su profesor de canto, pero tiene un inconveniente, que es la oposición de su padre, Don Nicolás, por una sencilla razón de su relación con una diva, entonces no quiere que su hija triunfe, ni tampoco el novio de su hija, que es cantante pero que se hace pasar ante Don Nicolás como perito agrónomo. Entre enredos y relaciones, la invita a Elena a representar esta zarzuela y llevarla al Teatro de Burgos, algo que justo coincide con la ida de su padre también a Burgos. Ahí es que se entreteje todo la problemática, además ella triunfa enormemente en esta actuación. Es una obra muy divertida y cómica».
La interpretación estará a cargo de integrantes de la asociación «Interarte», de Montevideo, y cuenta para la presentación en Salto con el trabajo técnico del Sodre en puesta en escena y vestuario.
Entradas
Las entradas se pueden adquirir en la Asociación Española (Sarandí 72, 2do. piso), pedirlas a través del teléfono 473 33471 o directamente en la boletería del Teatro Larrañaga. Costos: Tertulia: $ 400; Cazuela: $ 300; Paraíso: $ 200.
La dirección general de la obra es de Gerónimo Gutiérrez, la dirección musical de Ignacio Pilone y la direccion de escena de Hugo Blandamuro.
Gregorio Samsa, cada vez más «insecto», 100 años después
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