Entrevista a Néstor Enrique Sosa Santurio
Néstor proviene de la localidad de Colonia Lavalleja. Y junto a su numerosa familia llegó a Salto siendo un niño, para instalarse en un conocido barrio de nuestra ciudad.
Al ir culminando primaria su decisión a futuro, era ingresar a UTU, para encontrar un oficio y lograr desarrollar su actividad.
Comenzó a estudiar tornería y al culminar sus estudios, es por medio de un amigo que dejaba el puesto que se contacta con Carlos Bisio, principal de Rectificaciones Bisio. Donde comenzó en su primer empleo, deseoso de desarrollar conocimientos, además.
Pasaron desde entonces muchos años, que hoy recordamos dialogando con Néstor.
De cómo llega al desafío de ingresar a una empresa con una vasta trayectoria en el medio:
¿Por qué estudiar tornería?
En realidad estaba por un lado la parte de motores y por otra la de tornería. A mí me gustaba esta.
En la época en que concurría a primaria, mis notas no eran de las mejores.
Tampoco habían muchas posibilidades de estudiar una profesión de Facultad o maestro, etc.
En el año ´66, mi padre adquirió un FORD A y tal vez el hecho de andar siempre con él, me fue llevando a querer estudiar sobre la mecánica.
Creo ya que en ese entonces ví un mercado donde se podía desarrollar la actividad y que además en la mecánica, siempre iba a contar con un medio de vida, porque se necesita.
Mi interés en la profesión, era el hecho de realizar piezas y con el tiempo, se fue dando.
¿Cómo ingresas a Rectificaciones Bisio?
Por medio de un compañero con el que estudiábamos juntos en UTU.
Él estaba trabajando en Rectificaciones Bisio y decide dejar el puesto. Me lo comenta, me comunico con Carlos, el patrón y nos pusimos de acuerdo.
Me dijo: «Empezamos el 1º de noviembre». Comenzamos, trabajamos durante todo el día y a la tardecita, me dice: «mañana descansamos».
Me dejó asombrado. Era porque el 2 de noviembre es el día de los difuntos. Es una anécdota para compartir de mi comienzo. (Sonríe).
¿Qué esperabas encontrar en tu lugar de trabajo?
Era mi primer trabajo y por ende, totalmente nueva la tarea, estaba muy entusiasmado en conocer todo lo que había para hacer.
Cuando comencé a trabajar, quedé impresionado de ver como mis compañeros, que ya hacía años que venían trabajando en marcas, identificaban la parte de los motores con facilidad, desarrollaban su actividad sabiendo todo.
Yo me sentía ansioso por hacerlo.
Se hablaban entre ellos, anotando marcas y demás y yo además de no conocer las marcas, tampoco conocía los fabricantes.(sonríe).
Hoy se habla de Ford, Mercedes o Ferrari y es diferente, en esa época eran desconocidos hasta los logos.
Ésa era mi mayor expectativa: llegar a conocer todo. Que era una pieza y cuál función cumplía.
De todas formas, no dejamos nunca de conocer, hasta en la actualidad. Continúan saliendo nuevas marcas.
¿Te atrae aún lo que empezaste haciendo?
Sí, obviamente. Y me sigue gustando.
Realmente el rectificado de motores, es algo que me apasiona.
¿Cómo te recibe el grupo de colaboradores que ya estaba en la empresa?
Muy bien. Fueron todos muy compañeros desde el principio, además yo no conocía nada y necesitaba que me indicaran cada cosa por hacer. Pero también sentí mucho apoyo de parte de la patronal.
Logré la ayuda de todos e ir mejorando, aprendiendo.
¿Actualmente en qué se basa tu tarea?
Mi trabajo se sigue desarrollando en el torno, donde se puede lograr una serie de actividades en diferentes tareas.
Es una máquina espectacular que sirve para construir o reparar piezas y muchas más funciones.
Te vuelve creativo, porque siempre hay que estar con un razonamiento bien activo.
Hay una cantidad de máquinas, para que todos los que trabajamos allí desarrollemos la tarea sin ninguna dificultad y los trabajos queden asegurados con calidad.
Es una gran satisfacción ir aprendiendo cada día y un placer trabajar allí.
¿Qué se necesita para ser un buen tornero?
Tiene que tener talento y ser creativo.
Y también conocer la función que cumplen las piezas.
Con algunas de ellas se trabaja lento, con otras más rápido y para eso, hace que cambie el material.
¿Hoy te animas a cualquier tipo de trabajo?
Sí, en lo que a mí corresponde.
Porque cada uno de los colaboradores, cumplimos una distinta especialidad, siempre cada uno en lo suyo.
Pero en conjunto logramos todo.
Es un equipo que está trabajando con un servicio especializado y la empresa ya está reconocida en nuestro medio.
¿Qué fue lo más difícil?
Adaptarme al principio.
Luego que aprendí, todo se ha hecho fácil.
Todo tiene su tiempo y su atención, trabajando responsablemente.
¿Y lo más agradable?
Que salga todo bien el trabajo.
Es la mayor satisfacción. Porque me hace sentir muy cómodo.
Y me hace sentir muy bien, trabajar con el grupo de compañeros que tengo.
Porque es un equipo muy capáz, sin dudas. Así como su lado humano.
Nunca voy a terminar de agradecerles, todo lo que he aprendido a su lado, así como a los patrones con el apoyo que me han brindado.
¿Te sientes apoyado por tu familia?
Sí mucho.
Vengo de una familia grande y estoy casado con Elina, desde el 2001, quien me brinda todo su apoyo.
¿Qué te ha dejado Rectificaciones Bisio en todos estos años?
Me ha dejado una gran estabilidad laboral.
Con un aprendizaje, en medio de un compañerismo.
Fue Aline, la hija de mi patrón, quien me comunicó que habían solicitado ustedes, esta entrevista.
Yo no siento otra cosa, más que agradecimiento.
Gracias a Rectificaciones Bisio, logré ocupar un lugar en la sociedad y me siento en este caso, como un representativo de la empresa.
Es un placer enorme para los trabajadores de la misma, cuando el trabajo no solo pasa por dentro del departamento.
Muchas veces llegan motores para su reparación de diferentes partes del país o incluso lo envían de un país vecino, asombrándonos de los contactos que tiene el patrón.
¡Como reconocen su trabajo!, junto a la confianza que los clientes le entregan.
Para nosotros es cumplir una función con más gusto aún. Nos hace sentir muy bien.
Porque también atendemos la parte de la agricultura. Con toda esa maquinaria de los horticultores, la gente del agro, trayendo trabajo a la empresa.
Es muy lindo trabajar para toda ésta gente, porque hace sentir muy reconfortada a la empresa.
¿Y que le has brindado tú como colaborador?
Pienso que, así como he recibido una gran enseñanza y estabilidad en lo laboral, yo también en mi función de empleado he cumplido con la empresa.
Esta es parte de mi vida.
Nuestra relación de empleador y empleado en cualquier aspecto es excelente, con los patrones y con el equipo todo.
Pienso que si yo traté de poner de mi parte toda la responsabilidad y la puntualidad posible, siempre brindándome, el patrón me ha brindado el puesto con todo al alcance y me ha permitido prosperar.
He entregado lo mejor de mi y me he sentido respaldado siempre por la empresa.
Gracias a Diario EL PUEBLO, por permitir expresarnos con nuestras historias como trabajadores y también mostrar a nuestras empresas salteñas, en un diario salteño que se lo puede ver en el mundo.
