Esos cinco puntos de Pirata Juniors de Artigas, algo o mucho están reflejando. No solo es el puntero de la serie, sino que sustenta una envidiable chance: ganándole a Ferro Carril, esta tarde en el estadio Matías González de Artigas, abrocha el avance a la Divisional «A» de la Copa del Interior de Clubes, de cara al 2017. O sea: hay que plantear primero la situación del dueño de casa, hasta por una cuestión de bien concebida objetividad.
En tanto, el caso Ferro Carril es concreto. Suma un solo punto, pero le restan dos partidos. Si acumulan 6 puntos, supera a Pirata y se queda con la primera escala. Por eso es un partido de sí o sí para la franja «naranjera», que necesita superar la imagen a contramano de los dos primeros juegos. No es tan normal que Ferro Carril de 6 puntos jugados, haya rescatado tan solo 1.
El empate como local ante Pirata en 3 a 3 y luego de ello, la derrota como visitante a manos de Estudiantes de Tacuarembó. Bien que los albinegros entienden esta matemática así planteada.
UN FANTASMA REAL
No hay dudas: para Ferro Carril, este Pirata es un fantasma sin más vuelta. Ni en la primera fase ni en el juego de ida de esta segunda, el equipo de Octavio Espalter y Jose María di Nápoli pudo vencer. Los tres juegos empatados (0-0; 2-2 y 3-3), por lo tanto más equilibrio imposible.
Para Ferro hoy DEBE Y TIENE QUE SER EL DÍA. Es que de este partido, no tiene revancha. No la habrá. Un empate es un durísimo golpe en la nuca. Ferro no solo debe ser un equipo con autoridad suficiente, sino con estricto sentido de orden y aprovechamiento real de las situaciones ofensivas que genere. Son 90′ de juego para ser SÓLIDO DEFENDIENDO y sobre todo, EFICAZ a la hora de decidir arriba. Dos cuestiones necesarias, básicas. No caben menos en el menú del día, para que los suspensos se posterguen y un Ferro Carril confiable se plante en cartelera y establezca la razón de su contenido de fútbol superior. Francamente: no habrá otra. Hasta el hartazgo como latiguillo:el día es hoy. Y Ferro Carril, bien que lo sabe.
