Mark Zuckerberg, creador de la red social Facebook declaró que la red estaba “escandalizada” por el uso electoral de los datos de millones de usuarios de dicha red.
La filtración revelada por la consultora británica Cambridge Analytica obtuvo los datos privados de millones de usuarios de Facebook y los usó para un programa destinado a predecir la voluntad de los votantes e influir en ella, favoreciendo el triunfo de Donald Trump en los Estados Unidos, uno de cuyos asesores es inversor de esta red.
Pero no menos grave que esto es el hecho que una fuente vinculada a dicha empresa admitió que la misma práctica ha sido empleada para incidir en las elecciones de muchos países, incluida la Argentina.
La red informática señaló haber sido “engañada” y sentirse “escandalizada” por ello. En los Estados Unidos el escándalo ha llegado a los tribunales y Facebook podría ser pasible de una multa millonaria, lo que seguramente no le devolverá la credibilidad de sus usuarios, que facilitan sus datos personales confiados en la discreción que les ofrece la red.
Este es uno de los riesgos que corremos todos los usuarios de las redes sociales, dado que “la nube” o vaya a saber quién o dónde está almacenada toda esta información y nadie puede dar certezas de que no será “pirateada”.
Quienes manejan las redes sociales saben que el gran tesoro a proteger es la credibilidad. Un tesoro que resulta muy difícil de conseguir, pero que una vez que se lo obtiene, es fácil perderlo en un “santiamén”.
Proporcionar los datos personales es casi que inevitable cuando uno se maneja a través de las redes sociales. Las compañías ofrecen diferentes opciones para que el usuario se sienta protegido contra el uso indebido de su información personal.
Pero esto no siempre se logra. A la prueba está lo sucedido recientemente. Detrás de estas maniobras seguramente se hallan las grandes potencias, las que conocen el uso de las redes más allá de lo que conocemos y sabemos los usuarios comunes. Cuando un gobierno como el uruguayo establece como obligatoria una ley como es la denominada “Ley de Inclusión Financiera”, la que paulatinamente va empujando a toda la población a manejarse a través de sistemas electrónicos, debe al menos hacerse totalmente responsable, porque también existen riesgos concretos en el manejo de la información y sobre ello debe alertarse debidamente.
En caso contrario se está obligando a los uruguayos a que permitan que los roben o los usen al menos… y eso jamás lo admitiremos.
A.R.D.
Facebook y el riesgo de las redes sociales
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