Que el ser humano siempre ambicionó tener más bienes no es novedad. Ha sido siempre así y lo usual es ver cómo una persona cuando no tiene educación, cuando no sabe lo que es respetar una norma, o una ley que protege los bienes ajenos intenta por todos los medios, lícitos y de los otros, quitar, adueñarse o usurrpar los bienes en poder legítimo o no de otros. Esto no es nuevo.
Es así que usualmente hablemos de guerra, de batallas, de conflictos y demás acciones que rigen incluso en el deporte, y pocas veces o ninguna se habla de una justa deportiva, donde necesariamente habrá quien gane y quien pierda.
Nos referimos al reciente encuentro entre Uruguay y Ghana, el que fuera ganado por Uruguay por dos a cero, pero festejado por Ghana, debido a que este resultado y la increíble victoria de Corea del Sur frente a Portugal, dejaba afuera a Uruguay.
El hecho es que la actitud de Ghana tiene su explicación (jamás su justificación), para los que no entienden en el torneo de Sudáfrica en 2010, hace de esto ya doce años. El jugador de Uruguay Luis Suárez evitó el gol y la clasificación de Ghana, cometiendo una mano que les costó la expulsión del campo de juego yla sanción de un penal contra Uruguay. Pero Ghana tuvo tanta mala suerte que el penal da en el travesaño y se pierde fuera del terreno, obligando a los equipos a definir por penales en los que Uruguay finalmente elimina a Ghana.
Esta es la explicación de la actitud de la gente de Ghana. Pero para nosotros, no porque seamos uruguayos, sino por el simple hecho del razonamiento humano, resulta lamentable desde todo punto de vista.
Es precisamente asumir un deporte como una guerra. Entendemos que cualquier jugador, sea del equio que sea, haría lo imposible por evitar la caída de su equipo, como lo hizo Suárez. Aunque le cueste la expulsión como en este caso y cambie el gol por un tirpo penal.
No entendemos entonces el por qué de la actitud de Ghana, el jugador fue expulsado, la pena máxima contra Uruguay fue sancionada, tal como lo manda el reglamento del juego y quien marró el penal fue el jugador ghanés.
Caemos entonces en lo mismo. El jugador uruguayo, quizás llevado por la pasión de estar defendiendo a su país,intentó la última opción que tenía para evitar la caida de su equipo y le salió bien.
Entendemos esto como totalmente lógico y válido, pero luego de pasado doce años de lo que puede considerarse un hecho cuestionable entendemos que es totalmente irracional, esta actidud, que lamentablemente es mas frecuente de lo que creemos y si seguimos así al menos sepamos que no podemos seguir llamándole “deporte”.
A.R.D.