Desde hace dos años, María Fernanda se ha convertido en una Licenciada en Trabajo Social.
Aunque no desarrolla esta actividad, es una meta que se ha propuesto conseguir.

Es esposa, es mamá y su dedicación total había sido para su familia, ya que se recibió en un año electoral y enseguida nos sorprendió la pandemia.
Año en que felizmente inicia, casi sin querer, un emprendimiento que aprendió a incorporarle afecto, para convertirla hoy en la propietaria de una fábrica de pastas diferente y para nada cotidiano en nuestro medio.
Muy entusiasta en sus respuestas, comienza narrándonos: “este emprendimiento, surge en el transcurso de la pandemia, donde en su inicio muchos comercios tuvieron que cerrar, con la incertidumbre de no saber qué pasaría más adelante y a raíz de ello muchos empleados fueron al seguro de paro, estando mi esposo dentro de ese grupo.

Nos sentimos muy mal porque uno tiene la realidad económica de un hogar, una niña que proteger y resguardar, así que me vi encerrada sin saber que hacer porque estoy desempleada.
Y un día haciendo compras, vi un molde de sorrentinos, recordando que mi mamá tiene uno en su casa y nos hacía cada domingo. Desde ahí lo pensé con el fin de hacer solo para la familia, en casa, donde una foto va y otra viene, convidamos, gustó mucho a todos y desde ahí salió una frase, dicha por mi mentora Gabina, tía y madrina de mi niña: “¿porque no vendes?”.
Al principio no estaba segura. No me animaba. Porque una cosa es que les guste a la familia y amigos, pero la duda era el público.
Tanto como ella, mi mamá Rossana y sobre todo mi esposo Mateo, quien me acompaña en el reparto siempre, me dieron para adelante.
Eso, fue energía suficiente para comenzar.
¿Cómo es el nombre?
Se llama “LOS CASERITOS”

¿De qué se trata?
De pastas. Concretamente sorrentinos.
Un producto elaborado en casa, con mucho cariño, que brinda mucho sabor y relleno, tal como los esperan los clientes.
¿Por qué inclinarse por este rubro?
Es para alguien que le gusta la cocina, la creatividad, imagina, prueba en ella, si bien hay una parte de mí que le encanta, no imaginé jamás que lo haría para una venta al público.
¿Es un emprendimiento familiar?
Diría que sí, cuando tienes las personas que amas a tu lado y esas te impulsan para superarte y verte crecer día a día, están ellos también dentro.
¿Qué productos o artículos utiliza para su realización?
Los productos que utilizo son de calidad para tener un mejor resultado, como es el caso de la harina que es el insumo principal.
Los rellenos de los distintos sabores, son: jamón, quesos varios, ricota, nuez, tomate, albahaca, calabaza y condimentos varios.

¿Qué es lo primero que realizó en sus comienzos?
Sorrentinos de dos sabores, jamón y queso o ricota y queso.
Lo que más gustaba en ese entonces era jamón y queso, porque faltaba conocer un poco más de la preparación de la ricota para un relleno.
Lo mejoramos con sugerencias de clientas y amigos y es así que sumamos Capresse, 4 quesos, Ricota y nuez.
Pero clientas que son especiales para uno ya, nos hablaban de otros rellenos como el de calabaza con panceta y queso, el cual se sumó por ultimo. Sin olvidar que también tenemos sorrentinos con harina integral. Cada fin de semana son los más buscados por muchas clientas que se cuidan en la alimentación.
¿Qué cree se le ha hecho más difícil llevar a cabo?
La elaboración con días de humedad, pero por suerte son obstáculos que uno aprendió a sortear en el transcurso y hoy ya no es tan difícil.
¿Y lo que más le gusta de lo que hace?
En realidad todo. Me encanta la cocina, me gusta mucho hacerlos porque sé que a los clientes les gusta y me lo devuelven con tiernos mensajes que me llenan el corazón.
Cuando esas cosas pasan, sabes que estás haciendo las cosas bien y eso es todo para continuar.

¿Qué tiene más salida comercial, de lo que fabrica?
Si bien también tenía tortas saladas, me quedé con los sorrentinos de manera fija. Igualmente clientes que saben, siempre me están haciendo encargos. Pero no es lo que difundo más, hoy ya estamos no solo con los amigos, también tenemos clientes fijos y siempre se suman nuevos.
También estamos en Termas de Daymán, local gastronómico DON NICOTE, con plaza de comidas muy variadas, y muy felices con ello.
¿Se puede vivir de la actividad que lleva adelante?
Se puede salir adelante.
Es un ingreso que uno tiene cada semana, lo cual equivale en parte a un salario, dependiendo de las ventas que salgan , es una gran ayuda, hoy en día conociendo la situación laboral que hay.
Yo crecí mucho personalmente, es algo que me hace ver muchas cosas que antes no las tenía presente.
¿Cuál es su expectativa para el 2021?
Primero que la pandemia termine, poder tener un trabajo en lo que respecta a mi profesión. Continuar con este emprendimiento siempre que pueda, seguir creciendo y avanzando en familia, que lo es todo.
¿Dónde podemos encontrar sus artículos?
Los publicamos en páginas de ventas en redes sociales, en una fanpage Los Caseritos.
Tomamos pedidos hasta los días jueves para tener una organización, para el día sábado llevarlos a los hogares en la mañana.
Sino con un día de anticipación cualquier día de la semana.
¿Nos regala un tips, o sugerencia para poder realizar en casa?
Ponerle bastante harina a los moldes de sorrentinos (sonríe), ponerle mucho cariño a lo que se elabora y pensar que si al cliente le gusta y el producto está bien, volverá a comprar y llevarlo a su mesa.
Sin lugar a dudas, es muy fácil, sencillo, tiene sus detalles que en la práctica uno los va acomodando y buscando la vueltita para hacer todo más rápido y el resultado está en el paladar de cada uno…