Dr. César Basso, Director del Proyecto de Investigación.
En Salto la mayoría de las pupas de dengue se encuentran en recipientes con agua de lluvia, destapados y sin uso
El pasado viernes 2 de diciembre se presentaron los resultados, recogidos en un libro, del equipo de investigación que abordó el estudio de la enfermedad del dengue en Salto.
Varias autoridades de organismos públicos, los propios investigadores, estudiantes, personas vinculadas a la problemática y público en general formaron parte de la presentación. Lo medular de la ocasión se centró en la intervención del Dr. en Entomología César Basso, director del proyecto de investigación.
RÁPIDA EXPANSIÓN EN EL MUNDO
Para Basso la enfermedad del dengue “entre las enfermedades transmitidas por vectores es la que más rápidamente se expande en el mundo. Se estima que entre 50 y 100 millones de personas son las nuevas infectadas cada año en el mundo”. En relación a Uruguay “supo tener epidemia y períodos en los que estuvo erradicado.
A partir del año 1997 (y del 1999 en Salto) el mosquito está nuevamente en nuestro territorio”.
Uruguay no reporta casos autóctonos, pero se está en una situación de alarma porque estamos rodeados de zonas en donde existe la enfermedad.
ABORDAJE ECOSISTÉMICO
Ante esta realidad es que se impone un “abordaje innovador, ecosistémico, una mirada de eco salud, que vea el tema en su conjunto, y en donde se entienda que el dengue es un problema que está vinculado con el clima, con el ambiente, con los mosquitos y los virus, pero también con la sociedad, con los gobiernos, con las estructuras de la enseñanza”. Por eso hay un abordaje desde 4 dimensiones: la bioecológica, el urbano ambiental, el socio cultural y la bio climática.
El director del proyecto estableció 3 claves: 1) existe una relación directa entre la enfermedad y la densidad del vector; 2) la densidad del vector depende de la existencia de recipientes en condiciones adecuadas; 3) la existencia de recipientes en condiciones adecuadas depende del comportamiento humano.
El Observatorio
Como líneas de acción hacia el futuro el equipo de investigación aspira a reforzar acciones que involucren a las instituciones tomadoras de decisiones. Entienden que es importante la eliminación o reducción de los recipientes identificados como de mayor riesgo. Se debería poner en marcha el denominado “Observatorio Ecosistémico” capaz de generar un sistema de alerta temprana, que permita asesorar a tiempo real sobre el nivel de riesgo de dengue. También se procurará establecer actividades de enseñanza domiciliaria en el control del vector y organizar Mesas de Diálogo con difusión en medios locales.
Los resultados
En la ciudad se realizaron 2 mil encuestas de hogares y 4 mil encuestas de recipientes en viviendas y 300 espacios públicos. La encuesta de hogares duró casi un mes (entre noviembre y diciembre de 2010, y la llevó adelante un equipo de 12 estudiantes universitarios de la Regional Norte. La encuesta entomológica (realizada en dos períodos – nov-dic 2010 y abr-may 2011) estuvo a cargo del equipo técnico de la Dirección Departamental de Salud (entre 10 y 14 operarios) y relevó larvas y pupas de Aedes Aegypti en los diferentes recipientes con aguas presentes. El mosquito tiene dos etapas bien diferenciadas en su ciclo de vida: la fase acuática con tres formas evolutivas diferentes: (huevo, larva y pupa) y fase aérea o de adulto.
RECIPIENTES SIN USO Y CON AGUA DE LLUVIA
Los resultados marcan que “algo más de la mitad de las viviendas relevadas (55%) tenía recipientes con agua en sus domicilios. Los baldes en uso fueron los recipientes con agua más abundante (52%), siguiendo las piletas en uso (10%) y los tanques en uso (12%). Los recipientes con agua sin uso son la minoría, pero son los que presentan la mayor productividad de pupas del mosquito, incluyendo los floreros, los neumáticos, los tarros (46%). El agua depositada en los recipientes se originó en casi el 80% en la red de suministro por cañería. Sin embargo el 76% de las pupas se encontró en recipientes con agua proveniente de la lluvia. La amplia mayoría de los recipientes estaban destapados (80%) y en ellos se concentraba el 78% de las pupas colectadas.
Zonas de alto riesgo
Algunas de las conclusiones a las que arriba la investigación son:
1. Se confirmó la estacionalidad de la densidad del mosquito en Uruguay. Esto determina que existan períodos de riesgo bajo, medio y alto.
2. Los mayores valores de pupas por personas se presenta en las zonas de la ciudad ubicadas en los bordes suburbanos, con abundante vegetación y espacios libres, grandes predios de viviendas. También los valores más altos se encuentran en zonas bajas, inundables, próximas a arroyos, con monte nativo tupido, viviendas antiguas.
3. Si bien la población tiene información y considera un problema importante, no tiene presente la existencia de larvas en sus domicilios. No se siente convocada a participar del control del problema.
4. Los recipientes sin uso (botellas, neumáticos, pequeños recipientes abandonados) y los tanques en uso fueron poco abundantes en las viviendas pero tuvieron gran influencia en la densidad del vector.