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domingo, 11 de mayo de 2025
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Entre la matemática y la filosofía hay muchos puntos de contacto, afirmó el Prof. Eduardo Giovannini

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Diario EL PUEBLO digital
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El Prof. Eduardo Giovannini es afecto a venir a Salto, pero en esta oportunidad la razón de su visita fue la particular invitación que desde la Asociación Marosa di Giorgio y la de su estimado amigo Leonardo Garet le hicieron llegar para que realizara una conferencia sobre “la enseñanza de la matemática preuniversitaria. Una mirada desde fuera del sistema formal”. Se trata de un tema que podría fácilmente incluirse en el marco general del debate más amplio sobre el destino de nuestra Educación. Sobre eso habló Giovannini con EL PUEBLO, aunque comenzó destacando su especial sensibilidad sobre nuestras puertas…
– ¿Su primera visita a Salto?
– No, he venido varias veces. Salto es una ciudad preciosa, es la ciudad donde vive mi amigo Leonardo (Garet), he venido a pasear en otras oportunidades. Es una ciudad a la que llamo “la ciudad de las puertas grandes”, el salteño no se da cuenta de lo hermoso que son sus puertas, las puertas de sus casas son espectaculares. Paseando por la principal hay unas puertas de unas alturas enormes que son realmente dignas de artistas.
– No sabía que los matemáticos se fijaban en esos detalles, ¿quizás por sus formas geométricas?
– No, no, hay cosas que simplemente se observan, cuando son obras de arte son dignas de admirar, y realmente las puertas de Salto no las he visto en otras ciudades.
– Pensar que uno prejuzga que los matemáticos tienden a ser personas más bien racionales, frías, no afectas al calor de cierta espiritualidad artística.
– No soy un apasionado por el arte específicamente, pero recuerde usted que los grandes matemáticos fueron grandes filósofos en la antigüedad. Es decir que entre la matemática y la filosofía hay muchos puntos de contacto. En sí yo diría que las matemáticas son un arte también, un arte distinto, solo hay que tener la suficiente capacidad para saberlo apreciar.
– La matemática, ¿es un lenguaje?
– Es el lenguaje de las ciencias, usted no puede conocer ninguna disciplina científica si no sabe matemáticas, que es el lenguaje que se utiliza, de ahí su importancia. Usted cuando hace cualquier cosa en la vida diaria tras de eso hay un proceso físico o químico que es aplicado, analizado y estudiado por el lenguaje matemático. De ahí su gran importancia y por eso se están dando grandes tareas de divulgación, sobre todo de un profesor argentino (Adrián) Paenza que está haciendo algunos programas, es decir, está divulgando que tiene muchas más aplicaciones de lo que la gente cree.
– Usted vino a nuestra ciudad a dar una charla sobre el problema de la matemática cuando se pasa del liceo a la universidad.
– Exacto, ese es justamente el tema central de lo que estuve conversando. Hay esfuerzos de la Enseñanza Secundaria y de la universidad para tratar que ese pasaje sea lo menos traumático posible, por eso se han hecho reuniones entre profesores de Secundaria con profesores universitarios. Pero yo creo que el problema pasa por otro lado, pasa que en nuestra Enseñanza Secundaria estamos haciendo una enseñanza terminal, es decir, estamos tratando que los estudiantes terminen sexto año, han universalizado la enseñanza.
El tema que en esa universalización de la enseñanza se ha perdido nivel preuniversitario, y entonces por más que se trate que la enseñanza de sexto año se pueda coordinar con la enseñanza universitaria, si no se trata distinto, si no se los prepara de forma diferente a los estudiantes que van a Facultad, esa metodología seguirá fracasando. Lo que hay que hacer es estudiar de alguna forma cómo preparar distinto a los distintos. Es decir, hay veinte mil estudiantes que entran en la universidad, esos veinte mil estudiantes no pueden estar preparados de la misma forma que los ciento veinte mil que van a dejar de estudiar. Eso es lo que trae aparejado problemas en la enseñanza universitaria a todo nivel.
– Más allá de ese puente que está faltando, ¿la enseñanza de la matemática que se brinda en Secundaria está en crisis?
– Ah, yo creo que sí, está en crisis. Se han dejado valores con la idea de desear que haya un mayor porcentaje de aprobados, se ha perdido el nivel, eso se palpa en todos lados. Usted habla con los profesores y realmente la pérdida del nivel de la enseñanza se ve en que ellos tienen que enseñar menos teórico, con menos rigor, además de no haber pruebas de suficiencia exigentes, y eso se traduce en que vayan pasando los estudiantes sabiendo cada vez menos, y el salto final cuando esos estudiantes vayan a pasar a la universidad se encuentran con que no se encuentran capacitados para entrar.
– Cuando estudié matemática hace treinta años no tenía derecho a usar una calculadora, tenía que hacerlo todo mentalmente, ahora es todo muy simple, no se sigue la lógica del razonamiento matemático.
– Sí, pero el razonamiento se

El Prof. Eduardo Giovannini es afecto a venir a Salto, pero en esta oportunidad la razón de su visita fue la particular invitación que desde la Asociación Marosa di Giorgio y la de su estimado amigo Leonardo Garet le hicieron llegar para que realizara una conferencia sobre “la enseñanza de la matemática preuniversitaria. Una mirada desde fuera del sistema formal”. Se trata de un tema que podría fácilmente incluirse en el marco general del debate más amplio sobre el destino de nuestra Educación. Sobre eso habló Giovannini con EL PUEBLO, aunque comenzó destacando su especial sensibilidad sobre nuestras puertas…

– ¿Su primera visita a Salto?

– No, he venido varias veces. Salto es una ciudad preciosa, es la ciudad donde vive mi amigo Leonardo (Garet), he venido a pasear en otras oportunidades. Es una ciudad a la que llamo “la ciudad de las puertas grandes”, el salteño no se da cuenta de lo hermoso que son sus puertas, las puertas de sus casas son espectaculares. Paseando por la principal hay unas puertas de unas alturas enormes que son realmente dignas de artistas.

– No sabía que los matemáticos se fijaban en esos detalles, ¿quizás por sus formas geométricas?4 8 12 001

– No, no, hay cosas que simplemente se observan, cuando son obras de arte son dignas de admirar, y realmente las puertas de Salto no las he visto en otras ciudades.

– Pensar que uno prejuzga que los matemáticos tienden a ser personas más bien racionales, frías, no afectas al calor de cierta espiritualidad artística.

– No soy un apasionado por el arte específicamente, pero recuerde usted que los grandes matemáticos fueron grandes filósofos en la antigüedad. Es decir que entre la matemática y la filosofía hay muchos puntos de contacto. En sí yo diría que las matemáticas son un arte también, un arte distinto, solo hay que tener la suficiente capacidad para saberlo apreciar.

– La matemática, ¿es un lenguaje?

– Es el lenguaje de las ciencias, usted no puede conocer ninguna disciplina científica si no sabe matemáticas, que es el lenguaje que se utiliza, de ahí su importancia. Usted cuando hace cualquier cosa en la vida diaria tras de eso hay un proceso físico o químico que es aplicado, analizado y estudiado por el lenguaje matemático. De ahí su gran importancia y por eso se están dando grandes tareas de divulgación, sobre todo de un profesor argentino (Adrián) Paenza que está haciendo algunos programas, es decir, está divulgando que tiene muchas más aplicaciones de lo que la gente cree.

– Usted vino a nuestra ciudad a dar una charla sobre el problema de la matemática cuando se pasa del liceo a la universidad.

– Exacto, ese es justamente el tema central de lo que estuve conversando. Hay esfuerzos de la Enseñanza Secundaria y de la universidad para tratar que ese pasaje sea lo menos traumático posible, por eso se han hecho reuniones entre profesores de Secundaria con profesores universitarios. Pero yo creo que el problema pasa por otro lado, pasa que en nuestra Enseñanza Secundaria estamos haciendo una enseñanza terminal, es decir, estamos tratando que los estudiantes terminen sexto año, han universalizado la enseñanza.

El tema que en esa universalización de la enseñanza se ha perdido nivel preuniversitario, y entonces por más que se trate que la enseñanza de sexto año se pueda coordinar con la enseñanza universitaria, si no se trata distinto, si no se los prepara de forma diferente a los estudiantes que van a Facultad, esa metodología seguirá fracasando. Lo que hay que hacer es estudiar de alguna forma cómo preparar distinto a los distintos. Es decir, hay veinte mil estudiantes que entran en la universidad, esos veinte mil estudiantes no pueden estar preparados de la misma forma que los ciento veinte mil que van a dejar de estudiar. Eso es lo que trae aparejado problemas en la enseñanza universitaria a todo nivel.

– Más allá de ese puente que está faltando, ¿la enseñanza de la matemática que se brinda en Secundaria está en crisis?

– Ah, yo creo que sí, está en crisis. Se han dejado valores con la idea de desear que haya un mayor porcentaje de aprobados, se ha perdido el nivel, eso se palpa en todos lados. Usted habla con los profesores y realmente la pérdida del nivel de la enseñanza se ve en que ellos tienen que enseñar menos teórico, con menos rigor, además de no haber pruebas de suficiencia exigentes, y eso se traduce en que vayan pasando los estudiantes sabiendo cada vez menos, y el salto final cuando esos estudiantes vayan a pasar a la universidad se encuentran con que no se encuentran capacitados para entrar.

– Cuando estudié matemática hace treinta años no tenía derecho a usar una calculadora, tenía que hacerlo todo mentalmente, ahora es todo muy simple, no se sigue la lógica del razonamiento matemático.

– Sí, pero el razonamiento sepuede usar en otro lado. Hay nuevas herramientas de trabajo, están las calculadoras que ahora las utilizan todos, pero tenemos nuevas formas de aprender a razonar…

– ¿Pero se está aplicando?

– Y no, no se está aplicando. Esta crisis de la Enseñanza se va a traducir en unos pocos años, ya se está viendo en la Facultad donde en los primeros cursos universitarios tienen que bajar el nivel, y eso implica una bajada de nivel en los siguientes cursos.

– Esa bajada de nivel, ¿implica también un bajo nivel docente?

– Ahí no estaría muy seguro porque cuando usted no exige no sabe cuál es la capacidad real del docente, porque no hay exigencias, se le pide que no demuestre teoremas, se le pide que tenga un determinado número de aprobados, porque en definitiva es eso. Usted habla con cualquier docente y las directivas son esas, que apruebe la mayor cantidad de gente. Eso se traduce en una calidad de la enseñanza, no sé si en la calidad del docente porque en definitiva es el instrumento para llevar adelante un plan de estudio.

– En ese caso entonces los docentes pueden hacer poca cosa para revertir esta situación en tanto las autoridades de la Enseñanza no se den cuenta del problema en el que estamos metidos.

– Los docentes no pueden hacer absolutamente nada, tienen que dar un plan de estudio y ceñirse a él, no está contemplado en ese plan la enseñanza preuniversitaria porque si bien está en el papel no se da en el nivel necesario para un estudio preuniversitario.

– O sea que según su planteo, ¿no hay solución?

– Fíjate que la Facultad de Ingeniería empezó a hacer unos diagnósticos al ingresar los estudiantes, estamos en un promedio de aceptable en matemáticas del 3.1%. Bueno, eso está diciendo a las claras que hay una generación que va a fracasar.

– ¿Eso también implica que habrán generaciones de malos profesionales que egresen de la universidad o directamente se trancan y no avanzan?

– Y se trancan, la mayoría se tranca, porque en la Facultad tiene que tener su nivel, no lo puede bajar. Es decir, si bien en el primer semestre trata de contemplar a los estudiantes, después tiene que trabajar con sus propios niveles, entonces lo que se logra es una gran deserción de estudiantes.

– ¿Esta situación es distinta en la educación privada? ¿Existe otro tipo de rigurosidad académica en los estudiantes?

– Pero los profesores de la enseñanza privada son los mismos profesores que en la enseñanza pública…

– Pero existe una sensación como que los profesionales que egresan de la universidad privada son mejores académicamente que los que egresan de la pública, ¿es así?

– No está probado eso, yo no leí eso en ningún lado, incluso hay pedidos exclusivos para docentes y egresados de la Universidad de la República. Lo que digo es que el nivel de la enseñanza tiene problemas al ingreso, no al egreso, porque después levanta el nivel. Nuestra preocupación central es sobre cuántos estudiantes van a la universidad y dejan en los primeros años. ¿Por qué? Porque no están capacitados para soportar el nivel universitario, y ese es un problema de Secundaria evidentemente.

Entiendo que su preocupación central se centre en las matemáticas, ¿pero conoce si estos problemas se avizoran en otras áreas?

– Mire, sé que en Derecho ya se están viendo estos problemas también, es decir, los estudiantes de Derecho no saben escribir, tienen faltas de ortografía, no saben expresar sus ideas correctamente. Sé que también en Ciencias Económicas casi el 90% de los estudiantes va a clases particulares de matemáticas, entonces dicen que en Ciencias Económicas tienen buen nivel, pero claro si tienen apoyo por detrás de una cantidad enorme de institutos que se dedican a mejorar a los estudiantes. El que no va a profesor particular en primer año de la Facultad de Ciencias Económicas no salva, tiene muy pocas posibilidades.

– Usted ha escrito muchos libros, inclusive libros de ejercicios matemáticos. Recuerdo cuando estaba en la escuela mi padre me ponía en las vacaciones diariamente seis problemas de Mario Copetti. Hoy parece que los padres no colaborasen mucho en la educación de sus hijos en la casa.

– Pasa que cambió también la estructura familiar, antes la familia era más estable y el padre estaba más en la casa. Ahora los porcentajes de padres divorciados es enorme, el padre no está tanto en la casa, no le presta a sus hijos tanta atención, los chiquilines tienen ahora muchas cosas que antes no teníamos. Antes no existía la televisión, no existía la calculadora ni el teléfono, bueno, pero hay que vivir con esta nueva realidad. Entonces, hay que tratar de utilizar esas nuevas armas que tiene el estudiante, sobre todo la calculadora y poner rigor en otro lado.

– Insisto con los ejercicios de Copetti, estoy convencido que la función que tenían eran ayudarnos a aprender a razonar…

– Pero por supuesto, ahora no sabemos operar, ese es el tema de fondo. En las pruebas de ingreso a la Facultad de Ingeniería los chicos no saben operar con fracciones. Antes el estudiante, hace unos cuantos años atrás, salía del liceo operando, sabía hacer cuentas, ahora no saben, es lamentable pero es así. Y esos problemas de Copetti que tú mencionas le enseñaban al niño el razonamiento y a operar, y hoy no saben. Y bueno, son las cosas que se han perdido con la enseñanza.

PERFIL DE EDUARDO GIOVANNINI

Casado, tiene cinco hijos. Es del signo de Cáncer, ya de chiquito quería ser profesor. Es hincha de Nacional, “fui dirigente”.

¿Alguna asignatura pendiente? No tengo, creo que la vida hay que vivirla día a día. ¿Una comida? Ensaladas, pollo al espiedo, no soy partidario de las carnes rojas. ¿Un hobby? El fútbol. ¿Un libro? “Milicos y Tupas” de Leonardo Haberkorn. ¿Qué le gusta de la gente? La amabilidad y la sinceridad. ¿Qué no le gusta de la gente? La traición, he encontrado muchos traidores en la vida, y los he encontrado en lugares insospechados.

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