Eran las siete de la mañana y Susana Cuelho, que vive en la calle Uruguay al 1400, salía de su casa al trabajo. Es educadora y en pocos minutos comenzaba su labor, por lo que decidió salir temprano ante el comienzo del año lectivo. Caminó una cuadra y le ocurrió lo inesperado.
Al llegar al cruce con la calle Carlos Bortagaray (ex Cerrito en ese tramo entre Uruguay y Artigas), recordó que en su casa había quedado su teléfono celular, algo que considera importante para establecer la comunicación debida por sus distintas responsabilidades. Por lo cual, decidió regresar hacia su casa para tomarlo y volver a dirigirse a su trabajo.
Hasta allí, todo normal, si no fuera porque la vereda del lugar se encuentra en mal estado, y la mujer, al regresar sobre sí, tropieza con la parte de la vereda que está levantada y cayó golpeándose de lleno en la cara, produciéndose un tremendo golpe, tal como lo muestra en la nota gráfica tomada por EL PUEBLO mientras reposaba en su casa por indicación médica.
Cuelho acudió a este diario para dar a conocer públicamente la situación que le ocasionó una vereda en mal estado, la que adujo que desde hace tiempo debió estar reparada por el riesgo que presenta para los peatones.
GOLPAZO
La maestra está en su casa, esperando su recuperación y anunció a este diario, que estaba analizando el caso con un abogado, con la finalidad de demandar a quien corresponda. Aunque entiende que tanto la Intendencia como el frentista son responsables por la situación.
“Casi me mato, si me pegaba en la sien, la quedaba. Así me lo dijo el médico que me atendió, que dentro de todo, pudo haber pasado a mayores. Pero el golpe que me di es tremendo”, admite, aún algo asustada con la situación con la que debe lidiar.
Dijo que “desde hace por lo menos tres años que venimos denunciando una situación de un árbol que, por su mal estado, levantó la vereda de mi casa, y estuvo a punto de caerse sobre el primero que pasara y podía haber causado una catástrofe. Por suerte, recién ahora se tomaron cartas en el asunto, porque después que ocurrió la tormenta del pasado mes de diciembre, donde cayeron un montón de árboles en la ciudad, la Intendencia ahora está atendiendo mi caso”.
Sostuvo la mujer damnificada que “hablé con los funcionarios de la Intendencia que están encargados del tema de las veredas, que tienen las oficinas donde está el destacamento de Bomberos, y me dijeron que la responsabilidad de que la vereda esté levantada y en mal estado, es del frentista”.
Entonces Cuelho quiso hablar con el frentista en ese lugar pero no obtuvo respuesta. “Me dijo que él no tenía nada que ver y que no era responsable por lo que me había pasado, y que si yo intentaba demandarlo, él tenía sus abogados. Es lamentable pero esa fue la respuesta que recibí, lo cierto es que estoy muy lastimada, producto de una vereda en mal estado, y nadie se hace responsable, quiere decir que la vereda va a seguir así”, dijo.
Por tal motivo, Susana Cuelho acudió a EL PUEBLO para dar a conocer su situación y manifestó que viene analizando la situación con un abogado de su confianza, con la finalidad de demandar a quien corresponda hacerse responsable por esta situación.
En primer lugar dijo que a su juicio “la Intendencia es responsable por esto, porque no puede permitir que las veredas estén así, deberían tener un control más estricto, o arreglarlas y después ver a quién se las cobran. Y el frentista también tiene que hacerse responsable”, esgrimió.
Y puso como ejemplo, su situación particular “yo me hice cargo del árbol que está en la puerta de mi casa donde lo vamos a sacar porque puede causar un desastre, y este tipo de responsabilidades las tenemos que tener, al menos como ciudadanos, tenemos que saber qué estamos haciendo y no podemos dejar que las calles y las veredas de la ciudad estén en este estado, porque lo único que va a pasar es que habrá más gente lastimada”.
Cuelho contó que en su caso “yo me enganché con la baldosa que está levantada y me lastimé el pie, pero eso hizo que cayera con la cara de lleno en el lugar. ¿Y si me pego en la sien?, pudo haberme pasado algo mucho peor”.
Sostuvo que además de haberse lastimado la rodilla, el pie y la cara, también sufrió lesiones en el hombro derecho, donde el golpe recibido la dejó prácticamente convalesciente. “Yo no me voy a quedar quieta ni tranquila, porque lo que me pasó a mí, le pudo haber ocurrido a cualquiera y le puede pasar a otro en cualquier momento, y esto tenemos que frenarlo, porque alguien se tiene que hacer responsable”.
