Carlos Hernández y Alberto Eguiluz
El periodista Carlos Hernández y en conjunto con Alberto Eguiluz presentarán en nuestro departamento una investigación sobre el origen y desarrollo de las Termas de Arapey y Daymán.
El nombre de esta investigación es “Dicen que el agua es caliente y cura” y en el marco de esta propuesta se darán a conocer documentos inéditos apoyados en distintas bibliotecas y entrevistas realizadas.
La presentación se llevará a cabo el 15 del corriente a la hora 16.00, iniciando la parte oratoria a las 16:45.
Ese día en el Gran Hotel Concordia, se expondrán documentación de diarios de la época, fotografías inéditas pertenecientes al archivo Alberto Eguiluz.
Los autores efectuarán una charla abierta donde expondrá cómo se realizó toda la gestión en el predio de Arapey en 1939 y Daymán en 1957, su desarrollo y sus acciones turísticas para lograr ser uno de los atractivos turísticos de nuestro país.
-¿Cómo surge la inquietud de encarar junto a Alberto Eguiluz el proyecto de investigación del surgimiento e historia de los parques termales de Daymán y Arapey?
-”En 2015 vacacioné por primera vez en Daymán, nunca había conocido ninguna de las termas de nuestro país. En ese momento había culminado algunas experiencias personales en Montevideo y me encontraba en la búsqueda de un nuevo desafío.
Captó mi atención conocer cómo había surgido y bajo que contexto, las termas en nuestro país.
La lectura inicial la obtuve en la Biblioteca de la ciudad de Salto, pero no estaba completa. Los lugareños de Daymán me contaban anécdotas pero, no habían puntos en común con la información de la Biblioteca.
Sobre marzo de ese mismo año, comencé el objetivo de conocer la historia de termas en nuestro país.
A partir de allí inicié una investigación recorriendo archivos, libros, diarios, muchas bibliotecas y confrontar esos datos con testimonios de personas que vivieron el desarrollo de Arapey y Daymán.
Sobre principio de este año en este camino apareció la personalidad de Alberto Eguiluz. Una persona que conocí en las instancias testimoniales me recomendó llegar a Alberto.
Así fue como comenzamos a tener charlas telefónicas compartiendo datos y hechos en la historia de estos 77 años de la primera termal en Uruguay.
Cada charla con Alberto Eguiluz era una invitación a viajar a ese pasado, a ese modo de vivir que tuvieron las personas que impulsaron el desarrollo termal en Arapey y Daymán. Logramos obtener mucho material, Alberto en una actividad aparte ha podido reconstruir la historia del Departamento de Salto y le ha aportado al proyecto muchos datos precisos. Viaje en dos oportunidades en este año para juntarnos y evaluar el rico material fotográfico y documentario que tenemos.
Cuando comenzamos a evaluar los pasos a seguir, vimos que sería importante realizar un libro sobre todo el origen termal, desarrollo y posicionamiento turístico de Arapey y Daymán en Uruguay.
En esta instancia de exposición, previo al lanzamiento del libro, deseamos dar a conocer un primer período en el desarrollo termal que va desde 1940 hasta 1962.
En esos 12 años hubo hechos que marcaron la historia del Departamento y que a la poste se insertaron en un listado de acontecimientos sociales más importantes del país.
Previo a 1940 existe todo un trabajo de búsqueda de hidrocarburos, para intentar lograr un país autosustentable energéticamente y luego de 1962 todo fue emprendimiento turístico y gastronómico”.
-La consigna central que se plantea es comprobar que el agua termal tiene propiedades curativas. ¿Qué realidades surgen de la investigación?
-”Cuando en 1940 aparece la primera surgente de agua, los geólogos y técnicos que se desempeñaban para el Instituto Geológico del Uruguay sabían con que se encontraban. Era Agua Termal, similares a las del Sur de Brasil en Iraí.
Allí ya existía una fuente termal.
Dedujimos que los geólogos no quisieron tapar la perforación, más allá de que no cumplía con el objetivo, pues buscaban hidrocarburos, el Ingeniero Busquet (Director del Instituto Geológico del Uruguay) y además salteño, anuncia en una entrevista que ello significaba un futuro turístico para el Uruguay.
También fue importante la figura de lugareños de Arapey que prestaron colaboración y además proponían realizar una piscina a costo de ellos mismos.
Por allí aparece la familia Sitrin, que fueron de los que más forjaron para la construcción de la primera piscina. Creo que al principio a las personas de aquella época les costó entender esa realidad de agua a temperatura elevada.
Rápidamente comenzaron los primeros viajes hacia la Facultad de Química en Montevideo para analizar las muestras.
Informalmente la gente concurría a tomar baños de agua caliente y posteriormente alegaba haberse curado de dolencias reumáticas.
En la exposición de este próximo sábado mostraremos notas de diarios de la época que habla de los análisis y de testimonios de personas que se curaban y luego enviaban cartas a los diarios para hacer de público conocimiento su curación.
Las temperaturas de Arapey y Daymán son distintas y uno de los diferenciadores es la profundidad de la excavación, hasta llegar a las napas de agua”.
-¿Cuáles son algunos de los puntos más sorprendentes y relevantes que rescatan del trabajo de campo?
-”Uno de los puntos que más me sorprende es como Arapey llega a convertirse en un punto turístico importante para el país, cuando en la década del 50 el foco estaba en Punta del Este y sus festivales de cine internacionales con modos de vida muy distintos.
O también Montevideo que en aquellos años en verano brillaba con el Carnaval y la llegada de figuras de alto nivel artístico.
En ese contexto Arapey logra posicionarse. Al inicio de la década del 60 comenzaban a aparecer alternativas turísticas para luego del verano, antes ello no estaba.
Las primeras termas en Salto ocasionó que las personas viajaran conociendo el país a más de 400 km desde Montevideo, comenzaron a aparecer programas turísticos muy diferentes a los existentes en ese momento.
Y el viaje a Salto en ONDA, AFE o PLUNA, incidía en que las personas conocieran el Uruguay desde adentro. También me sorprendió la altísima actividad cultural y social que reflejaban los diarios de Salto en esas décadas.
Era impresionante cines, teatros, eventos varios, carnaval, exposiciones”.
¿Qué nos pueden contar del proceso de gestión de las termas?
-”El desarrollo de Termas fue una ardua tarea, nunca fue fácil, debían lograr llamar la atención desde el Consejo Nacional de Gobierno. La gestión de Arapey estuvo trunca durante casi 13 años, sin avances.
Las primeras construcciones que se realizaron el Arapey y en Daymán fue a base de capitales privados, geste que se reunía y pedía colaboración para la primera piscina o los primeros baños.
No tenían habilitación, pero tampoco tenían el fondo económico para lograrlo. Ambas gestiones son ejemplo de cómo los grupos humanos logran objetivos maravillosos. La exposición y el libre rescata minuciosamente toda la gestión en Arapey y Daymán.
¿Se ha hecho ya una publicación oficial del material?
-”En el mes de octubre realizaremos el lanzamiento del libro que lleva el mismo nombre de la exposición Dicen que el agua es caliente y Cura. Historia de las Termas de Arapey y Daymán será en el mismo lugar que el sábado estará la exposición, el Gran Hotel Concordia.
El proyecto cuenta con el respaldo del Ministerio de Turismo, a través del programa Uruguay Natural, y de la Junta Departamental de Salto.
Luego de realizar el lanzamiento del libro en Salto, visitaremos Colonia, Piriápolis y Punta del Este. En estas instancias la exposición estará ya con el libro”.