La portavoz de la organización Save the Children, Giovanna Di Benedetto, explicó que uno de los pesqueros no tenía motor, por lo que se lo enganchó al que iba adelante. El jueves de mañana uno comenzó a hundirse y las personas que iban en él se tiraron al mar con la intención de subirse al otro. «Los traficantes que iban en el primero cortaron la cuerda», dijo Di Benedetto, lo que implicó que el segundo bote se hundiera rápidamente y murieran todas las personas que estaban hacinadas en la bodega. (El Observador digital)
«El barco comenzó a inundarse y los que se encontraban bajo la cubierta no tuvieron suerte. Mujeres, hombres, niños, muchos niños, quedaron atrapados y se ahogaron», contó una de las sobrevivientes. El capitán sudanés del barco fue arrestado apenas llegó a Pozzalo, en Italia, junto a otros tres traficantes más.
Es el drama cotidiano de los migrantes asiáticos o africanos que diariamente intentan llegar a la costa europea, escapando del drama de la guerra o el hambre y la pobreza. Nada más que la semana anterior se calcula que mil personas, entre ellas por lo menos 40 niños murieron en este intento desesperado.
El mundo asiste casi que impávido a ests informaciones que recorren el planeta a diario. A lo sumo el escándalo llega cuando se muestra el cuerpo de algún pequeño muerto en el intento de llegar junto a sus padres a la ansiada costa, pero pronto todo vuelve a ser coo antes, más allá de golpearse el pecho por la situación, todo sigue igual.
En tanto la situación demencial que mantiene guerras y expulsa a las personas de su tierra, sigue existiendo porque hay intereses en que se mantengan. Detrás de estas guerras hay intereses económicos y de poder que les compran productos o les venden armas o logística para que prosigan con su insanía.
En una palabra, si esta masacre se mantiene es porque hay poderes interesados en que lo hagan. Mal que nos pese no son ellos los que fabrican armas sofisticadas, no son ellos los que fabrican los vehículos y elementos de comunicación de última generación…
Ellos tienen métodos aberrantes, secuestros, crímenes y demás para obtener los recursos que les permiten acceder a las armas.
Esto es lo que hay que saber y tener muy claro, porque en esto hay responsables concretos, que difícilmente se conocen que tiran la piedra y miran para otro lado. Es más, no es raro que se cuenten entre quienes condenan y se escandalizan por estas guerras y la situación de los migrantes.
Esta hipocrecía es la que tenemos que conocer.
