En Salto, como en otros departamentos cuando juega el represente local en el Torneo del Interior, solo recoge la adhesión de sus hinchas. La indiferencia del resto, se transforma en moneda corriente.
Es inviable suponer que detrás del campeón, se origine el afectivo amparo del resto. Por lo tanto además, las recaudaciones se vuelven miserables y es el club que actúa como local, quien debe contemplar el viático de los jueces.
Cuando el año pasado Universitario rechazó la idea de participar, un directivo fue tajante en EL PUEBLO y fue titular de nota: «el torrente de plata que se gasta es descomunal.
Todos los costos se duplican, mientras que en las primeras fases se enfrentan a rivales sin historia ninguna. Ese aspecto tampoco motiva».En buen romance en Ferro, hay quienes son aliados de esa misma tesitura argumental: si la billetera es escuálida, no es posible transitar el torneo de OFI sobre la base de alguna dignidad competitiva y alcance de fines.
