Falleció días pasados a los 91 años
El pasado martes 18 de agosto, a los 91 años de edad, falleció el profesor Sirio Sosa. Fue formador de varias generaciones en las Artes Marciales y una figura inolvidable al frente de su centro de enseñanzas, en el que estuvo más de cincuenta años, en la calle Treinta y Tres entre Uruguay y Artigas. Es imposible también soslayar la faceta de Sosa como hombre absolutamente inclinado hacia los asuntos espirituales y de sanación.
Trabajos con la mente y los puntos clave del cuerpo para la cura de diversas enfermedades fue algo que practicó siempre y que ameritó que en muchas ocasiones, incluso fuera hombre de consulta de varios profesionales de la medicina. Pero fue Sirio Sosa, además, el creador de un arte marcial llamado Sudehitodo (que en su traducción sería algo así como «hombre sin armas»), lo que significa para los salteños el orgullo de poder decir que el mismo, que hoy es conocido en diversos países, fue creado aquí.
En el año 2013, el licenciado Fabián Bochia (quien más tarde fuera Secretario Gral. de la Intendencia), sobrino de Sosa y practicante de Judo junto a él, escribió el libro «El Sudehitodo», en cuya contratapa se leen estas palabras que arrojan luz sobre quién fue Sirio Sosa:
«El Profesor Sirio Sosa nació en Pando, Canelones, el 11 de julio de 1929. Comenzó su camino en las Artes Marciales con el profesor Geo London en la década del cuarenta en el Judo Club de France de Montevideo, en la calle Vázquez entre 18 de Julio y Guayabos. Allí aprendió Judo, luego Aiki Do, Karate Do, y finalmente Aikijujitsu Do. Este arte fue creado por el Profesor London que deriva del Aiki Tai. London, francés de nacimiento fue uno de los fundadores del Círculo de Cinturones negros de parís y llegó a Uruguay luego de sufrir los efectos de la Segunda Guerra Mundial. Acá encontró la paz que buscaba para desarrollar su arte.
Sirio Sosa enseñó Judo en el Carrasco Lown Tennis y en Atlántida. Es entrenador de Educación Física diplomado.
Luego llegó a Salto donde siguió difundiendo las Artes Marciales, primero en un local de la calle Juan Carros Gómez, frente a Plaza de los Treinta y Tres Orientales, y desde hace más de medio siglo en su local de calle Treinta y Tres número 32.
El Sudehitodo como Arte Marcial fue creado en Salto, por eso en su símbolo está la flor de azahar.
Fue docente de los Grupos de Inteligencia y de Choque en la Policía, y en el Ejército Nacional de Tierra fue entrenador e integró el grupo de atención sanitaria. También desarrolló sus conocimientos marciales en la República Argentina, más precisamente en Concordia, en Chajarí y también en Bahía Blanca.
Trabajó en la atención sanitaria del primero equipo de fútbol de Salto Uruguay F:C. en la década del sesenta donde el equipo fue campeón».