Una nota exclusiva de JUANJO ALBERTI desde Montevideo, para EL PUEBLO.
Es el «cerebro pensante» y armador de juego de la sub-17 de Uruguay y del Club A. Peñarol en sus divisiones formativas, aunque casi siempre entrena con el plantel principal en el bunker de Los Aromos. No es de mucho hablar, pero coloca la palabra justa, educado, técnico en la cancha, con sentido de visión, siempre detrás de la pelota cuando se cobra una falta a favor de su equipo, ya sea un tiro libre, de esquina, o penal, con el pase exacto al pie del compañero, de talento desbordante con infinita creación. Cuando convierte se llena la boca de gol, y lo celebra formando con los dedos de sus manos un corazón, donde uno presume que tiene una dedicatoria a sus seres queridos. Juega para el equipo, disputa el balón y se desmarca constantemente, tiene pinta de crack de fútbol que ya es. Dicen que los hombres no deben llorar, pero cuando el combinado no pudo salir campeón en Asunción del Paraguay, en el sudamericano juvenil, al culminar el encuentro donde estaba sellada nuestra suerte, quedó tendido boca abajo en el piso del estadio sin poder creer lo que estaba pasando, aquello que se había tejido con tanta ilusión no iba a poder ser… Se lamentó, se le cayeron las lágrimas, le costó levantarse del lugar, pero lo hizo ayudado por los demás, y sin pensar que estaba derrotado dijo «Nada es imposible!» y la siguió peleando por la vida. Hoy, todo está dispuesto para que se vaya al Real Madrid, nada más ni nada menos, una de las instituciones más famosas e importantes del mundo, que desea que vista su blusa merengue, a través de un contrato millonario, uno de los más altos de nuestro medio. Sin marearse para nada, continúa entrenando para superarse y llegar aún más lejos. Cuesta creer, pero tiene tan solo 16 años, se llama Federico Valverde, y acaba de llegar de Corea donde alistó con la sub-20 varios encuentros, convirtiéndo dos goles de penal; y de Madrid, donde superó el examen médico que le efectuara el poderoso club hispano. Lo llaman cariñosamente «Pajarito» y… vuela, se emociona, sufre, y sueña cada vez más con la gloria. De manera exclusiva para «EL PUEBLO» dialogamos con «Fede», quien nos contó mucho más de sus alegrías, de sus comienzos y de su futuro inmediato. Imperdible!!
– ¿Nombres y apellidos completos?
– Federico Santiago Valverde Dipetta
– ¿Cómo se llaman tus padres?
– Doris y Julio
– ¿Cuándo naciste?
– El 22 de julio de 1998
– En Montevideo, ¿Qué zona?
– Buceo
– Lindo barrio, ese…
– Me encanta, casi todos mis amigos son de por ahí. Y todo está cerca.
– ¿Escuela?
– Austria, cerca de Avda. Italia.
– ¿Recuerdos de tus compañeros?
– Muchos y muy bueno
– Y ahora, ¿vivís ahí?
– No, ahora estoy en Carrasco, cerca de Portones y del Shopping
– Ah… del Shopping. Vas seguido?
– Si, que voy. Me gusta observar las novedades de la moda y encontrarme a conversar con amigos. La paso bien.
– Y… sos de comprarte ropa y lucirla de estreno.
– Así es. Busco vestimenta que acompañe como soy. Que acompañe mi personalidad y mi forma de ser.
– ¿Qué te comprás más?
– No sé. De repente, puede ser vestuario informal
– ¿Cómo qué?
– Un buen calzado deportivo, una remera, eehh un buen pantalón.
– Aunque casi siempre estás de deportista…
– Bueno, también es un tema de comodidad
– «Pájaro» ¿Cómo te inicias en el fútbol?
– A los tres años en el baby en Club Estudiantes, de Cabrera y Pernas en la Unión, comencé a practicar, porque aún no tenía edad para jugar, y al año próximo sí debuté y me quedé por espacio de tres años, desde el 2003 al 2006.
– Y ¿después?
– Paso al Exploradores de Artigas, durante el 2007, luego Siete Estrellas donde me quedé dos años, 2008 al 2010, y el último año 2011 en Carabelas.
– ¿Qué recuerdos te quedaron de éstos años en el baby, Federico?
– Todo me quedó. El esfuerzo que hacían mis padres para llevarme a jugar, bajo agua, frío o calor, a veces con el dinero justo para los ómnibus, pero nunca dejaron que me faltara nada. De mis amigos que siempre jugábamos juntos, y bueno ahí fue donde aprendí todo.
– ¿Qué aprendiste?
– Aprendí a jugar, a pegarle a la pelota y más que nada el ir a cada práctica sin importar el estado del tiempo.
– ¿Cuándo alzaste la primera copa?
– Pah… eso fue en el primer año con Estudiantes. Recién había empezado y bueno, me tocó salir campeón.
– Campeón de arranque, qué bárbaro!
– Sí, hubo un poco de suerte también. (Risas varias)
– ¿Muchos números detrás de la camiseta?
– Jajaj… Unos cuántos. 3, el 6, después 8, el 10… Cambiaba bastante.
– De volante, jugando siempre, no?
– De volante… Siempre me adapté
– Y tu verdadero puesto, hoy?
– Soy un 5 adelantado, un 5 con más libertad, creo que ese es mi puesto.
– ¿Te gusta más elaborar juego o la marca?
– Me agrada más crear, pero si tengo que dedicarme a marcar, lo hago.
– Cuando se produce una infracción y hay que lanzar un tiro, siempre estás detrás de la pelota. ¿Fue siempre así?
– Si, Siempre me dejaron, después se me hizo una costumbre.
. ¿Se ensaya eso?
– A veces si, se ensaya. A veces se improvisa. Es según la ocasión.
– Y ¿Porqué lo de «Pajarito»?
– Ah.. Me lo pusieron cuando jugaba en Estudiantes.
– ¿Quién fue?
– Walter, el director técnico del Club Estudiantes.
– ¿Alguna vez le preguntaste porqué?
– No, era chico, pensé que era una broma (Risas)
– Hoy en día se puso de moda, no?
– Y sí, ahora todos me llaman así.
– ¿Cómo llegás a Peñarol?
– Me ve el técnico Néstor Gonzálvez jr. en Siete Estrellas, y me lleva a practicar a las Acacias.
– ¿Campeón varias veces con los aurinegros?
– Si en sexta y en sub-16.
– ¿Qué se siente cuando estando en Peñarol te llaman para la selección sub-17?
– El orgullo de estar en la selección gracias a mis compañeros y a mi familia.
– Hicieron buena campaña con la sub-17, pero merecieron mejor suerte. No te parece?
– De la manera que jugamos merecimos ganar el título. Pero… bueno no se dió. Hay que levantar la cabeza y seguir.
– ¿Cuántos goles en Asunción?
– Siete.
– ¿Te sentiste el mejor jugador del torneo?
– Bueno, no se eso… Te digo que me senti mejor que nunca. Más allá del resultado futbolístico, creo que me fue bien.
– ¿Por eso te llaman del Arsenal?
– Me llamaron porque me venían observando desde hace tiempo. Fuí a practicar a Inglaterra con la primera.
– ¿Con todos esos «tigres» que estaban ahí? (Más risas)
– Eso fue un sueño hecho realidad. Me entreveré con esos grandes. Qué bárbaro. Me sentí «como gato entre la leña».
– ¿Qué dijo el DT?
– Bueno, me apoyó en cada momento. Me hablaba continuamente. Eso es otro mundo.
– Ahora te quiere Real Madrid y se hace el pase. ¿Qué tal?
– Mi deseo es jugar con la selección mayor, jugar en Europa, pero antes deseo debutar en la primera de Peñarol. Ojalá se dé.
– ¿Qué diferencias entre acá y el viejo continente?
– Fuera de la cancha la educación que tienen todos. Eso es lo principal. Dentro del campo cambia todo, la rapidez del juego, hasta el césped es distinto.
– Y… ¿Los momentos de ocio?
– Esos momentos los comparto con la música. Me encantan Rombai y Maramá, son buenísimos para escuchar y bailar.
– Y vas a bailar?
– Salgo muy poco. Me paso practicando, jugando o viajando. Tendré tiempo para eso.
– Mucha suerte, «Pájaro»
– Muchas gracias por la nota, de verdad. Un abrazo para todos los salteños.
El «pájaro» vuela a Madrid
Enlace para compartir: https://elpueblodigital.uy/2qan
Enlace para compartir: https://elpueblodigital.uy/2qan