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EL PABELLÓN NACIONAL

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Por Dr. Adrián Báez
Estimados lectores. Cuántas veces nos habrá sucedido pasar por algún lugar donde se encuentre la bandera bicolor, y casi con un sentimiento de complicidad, aunque no nos demos cuenta, la saludamos con una rápida mirada, le sonreímos o agachamos la cabeza en reverencia; cuántas otras, la miramos maravillados y se nos enciende el alma al verla en cualquier lugar que aparezca, sea en la televisión porque se juega un partido, o al viajar al extranjero, encontrándola sorpresivamente. Estamos seguros que en muchas oportunidades, y que si bien, quizás no lo reconozcamos, forma parte de nuestra esencia y la llevamos como marca estampada en nuestro ser. Pero, ¿sabemos cuál es su significado, y cuál fue la evolución hasta llegar a ser lo que es hoy en día?
La primera bandera de nuestro país, fue utilizada entre 1825 y 1828, cuando aún no nos habíamos constituido en República independiente. La misma se aprobó en el Congreso de la Florida, luego de que el Gral. Lavalleja convocara a los pueblos para que decidieran la formación de un Gobierno Provisional, el que después de elegido, bajo la presidencia de Manuel Calleros, comenzó a actuar el 14 de junio en dicha localidad, convocando a una Sala de Representantes de los cabildos de todos los pueblos de la provincia, la que inició sus funciones el 20 de agosto, presidida por Juan Francisco Larrobla.
El 25 de agosto de 1825, dicha Asamblea declaró unánimemente la Independencia de la Provincia Oriental con respecto a Brasil, así como la unión a las Provincias Unidas del Río de la Plata y la creación del primer Pabellón Nacional, variante de la bandera de los Treinta y Tres Orientales, especificada en la llamada Ley de Pabellón que declaraba: “La bandera de la Provincia Oriental estará compuesto de tres franjas horizontales, celestes, blanca y punzó…»
La Provincia Oriental eligió así su primer pabellón, conservando los colores de la época artiguista, aunque sin el lema «Libertad o muerte», usándose posteriormente, el reconocido por las Provincias Unidas del Río de la Plata.
Luego de la Independencia, se promulgaron nuevas normas, una de las que estableció el uso de la segunda bandera de Uruguay, utilizada entre 1828 y 1830.
Cuando el 28 de agosto de 1828 se firmó la Convención Preliminar de Paz, en la cual se estableció la creación de un Estado independiente de Argentina y de Brasil en el territorio de la Banda Oriental; se marcó el nacimiento del Uruguay como país. Dicha Convención pautó que, los orientales habrían de elegir un Gobernador Provisorio y una Asamblea Constituyente, cuyas primeras reuniones se llevaron a cabo en San José de Mayo y en Villa Guadalupe (actual Canelones). Es allí donde el Gobernador Provisorio, Joaquín Suárez, planteó la necesidad de contar con un Pabellón Nacional propio, ya que hasta ese momento se utilizaba el de las Provincias Unidas del Río de la Plata.
De tal manera, el 16 de diciembre de 1828 se aprobó por decreto-ley, la creación del Pabellón Nacional. Artículo único: “El Pabellón del Estado será blanco con nueve listas de color azul celeste horizontales y alternadas, dejando en el ángulo superior del lado del asta, un cuadrado blanco en el cual se colocará el sol”.
Las nueve franjas azul-celestes representaban a los departamentos en los cuales se dividía el territorio uruguayo en esa época: Canelones, Cerro Largo, Colonia, Durazno, Maldonado, Montevideo, Paysandú, San José, y Soriano.
Posteriormente, por ley del 12 de julio de 1830, la bandera fue modificada, reduciendo sus franjas a cuatro azules y cinco blancas, manteniendo la simbología de la representación de los departamentos.
Pasaron los años, y finalmente, el decreto del 18 de febrero de 1952, especificó oficialmente que el dibujo del sol consistiría en un círculo radiante, con cara y orlado de 16 rayos (ocho rectos y ocho flamígeros intercalados), con un diámetro de 11/15 del cuadro blanco. Este sol, conocido como Sol de Mayo, es una representación del Dios del Sol Inca, Inti. Su denominación hace referencia a la Revolución de Mayo, ocurrida en la semana del 18 al 25 de mayo de 1810, que marcó el inicio del proceso de independencia de España de los actuales territorios que en ese momento formaban el Virreinato del Río de la Plata.
Los colores del Pabellón Nacional uruguayo, están tomados de los colores de la bandera de las Provincias Unidas, creada por el Gral. Manuel Belgrano, quien había propuesto como color de las franjas, un azul próximo al turquesa porque era uno de los colores de la Casa de Borbón; pero, dado que por entonces era bastante difícil encontrar paños de color turquesa, se optó por utilizar provisoriamente el color azul o el color celeste.
En tanto, la disposición de los elementos está inspirada en la bandera de los Estados Unidos de América. Las nueve franjas horizontales que se distribuyen sobre el campo representan los primeros nueve departamentos del país. En la bandera de los Estados Unidos, las 13 franjas rojas y blancas distribuidas de forma alterna representaban las Trece Colonias británicas que proclamaron su independencia en 1776. En el caso de Uruguay el Sol de Mayo simbolizaría el vínculo con las Provincias Unidas del Río de la Plata.

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