back to top
jueves, 10 de abril de 2025
22.2 C
Salto

El miserable de la nueva historia

Diario EL PUEBLO digital
Enlace para compartir: https://elpueblodigital.uy/7d91

Semanas atrás, el delantero Suárez fue blanco de un homenaje en el Estadio Centenario, tras el empate de Uruguay frente a Paraguay por eliminatoria. 

En ningún momento invocó a sus familiares directos. Y menos a Salto. 

El día anterior en conferencia de prensa, la misma receta. 

Claramente, el delantero Suárez, no dice lo que no siente. Es su derecho. 

Sus sentimientos no parecen haber echado raíces en su familia.

¿Cómo podría suponerse, que en algún momento mencionara a Salto? 

¡Vaya a saber de qué repollo proviene el delantero Suárez!


Días atrás, el delantero Suárez reapareció en escena desde de su placentero tiempo en la tierra yanquee donde el fútbol pretende ganar espacios desde la opulencia dolarizada, aunque la mayoría de los defensores jugando, no tiene la más remota idea de como se marca, como para que la yunta de Suárez-Messi (tal para cual), recurran primero al bronceado de una playa bacana para después ridiculizar a los rivales de ocasión, transformados en títeres de inocencia declarada.

Días atrás, el delantero Suárez disparó contra Bielsa y en Montevideo, Luis «Lucho» Romero (exdelantero), clavó un puñal a manera de réplica: «Suárez ahora que no está, creó un quilombo del carajo en la selección».


Se trata del mismo Suárez que por ejemplo, no dijo una sola palabra de la nefasta organización de la Copa América organizada por Estados Unidos.

Se trata del mismo Suárez, transgresor de la más básica cuestión: «códigos de vestuario».

Se trata del mismo Suárez que ahora enciende la pradera, restando saber si la iniciativa surgió desde él o se transformó en mandadero de algún poder o sector afín al rentado fútbol uruguayo, cada vez más caminando en alpargatas, y salpicando sangre frente al tormento de heridas financieras.

Se trata del mismo Suárez, que ahora a los 37 años y ofreciendo su ya desfigurada versión (sólo así puede entenderse que sea uno más en el fútbol de aquel país), se propone el placer a distancia, de generar este recalcitrante puterío logrando lo que se propuso: la división.


La definición de la palabra «egolatría»: culto, adoración o amor excesivo de sí mismo.

El delantero Suárez cayó en ese lodo. Hay que admitirlo así.

El delantero Suárez no merecía quizás, esto que se propuso y alcanzó: ganarse el rechazo, la antipatía, el asqueo.

La decadencia, a veces, suele matar la escasez de neuronas disponibles. Si es que alguna vez….hubo neuronas.

    -ELEAZAR JOSÉ SILVA-

Enlace para compartir: https://elpueblodigital.uy/7d91
- espacio publicitario -
ALBISU Intendente - Lista 7001 - COALICIÓN SALTO