Tres fechas atrás, cuando Martín Texeira orientaba técnicamente por última vez a Salto Nuevo. No fueron resultados tan fatalmente adversos, pero la decisión desde la Comisión Directiva se planteó y Martín dejó la función, junto a Miguel Villarruel. Asumiría Rodolfo Aguirre quien produciría con Salto Nuevo dos victorias consecutivas: 2 a 1 a Universitario y 3-0 a El Tanque.
Hasta que llegaría el turno de Rony Costa en Gladiador. Dirigió hasta la séptima fecha, con tres empates y sin poder ganar. Al lunes de aquel último domingo de la Dirección Técnica, Rony fue convocado por la directiva de Gladiador, que no toleró la ausencia de resultados favorables y optó por el hilo más fino. Pegó el corte y la hora de tentar un nuevo mando.
El interinato de Fernando López (derrota frente a Ceibal 3-1) y para la víspera estaba previsto el acceso de Alejandro Torrens. Salto Nuevo primero y Gladiador después.
OCTAVIO: EL TERCERO
Es verdad que el fútbol salteño a nivel de la «A», es también una «picadora» de DT. De eso puede dar fe, Octavio Espalter, quien renunció a la misión en San Eugenio, luego del 5 a 2 de Ferro Carril en el Parque Dickinson, por la octava fecha del Campeonato Apertura.
En la sede «santa», Espalter comunicó la decisión a dirigentes. Se va junto a Mario Castillo, quien fue ayudante técnico. San Eugenio es el último en la zona de descenso, por debajo de Salto Uruguay. Pese al heroico empeño de Octavio y el plantel, no pudo disimular una situación de hecho: de un año a otro, el alejamiento del 90% del plantel. Un exceso de cascotazo a la ilusión de permanencia. Esa misma ilusión que a San Eugenio se le va yendo de las manos.
