«El dinero es tan solo una herramienta… puedes usarlo para bien o para mal»
Insistimos sobre el tema. Llegamos otra vez a esta contratapa de lunes con un tema que iniciamos hace un par de semanas atrás. De ahí que a la reflexión de hoy le hemos agregado la inscripción «2da.Parte».
Hablamos otra vez del dinero. «…Seguramente coincidimos todos en que se trata de algo que si bien no hace la felicidad, ayuda a la felicidad. Y para eso es necesario cuidarlo, esto es, manejarlo de la mejor manera posible, invertirlo y no gastarlo, o gastarlo bien y no malgastarlo…», decíamos en la 1ra. Parte y agregábamos: «…vaya que hay dinero que a veces se malgasta: desde el que está en un rinconcito de una casa, pasando por el de una caja fuerte de una empresa, la cuenta de una Intendencia en un Banco, y hasta el que está en las grandes arcas de un Estado…».
Y seguramente seremos reiterativo con algunas cosas de las que, en realidad, se habla siempre. Pero agregaremos nuevos datos también. Reiterativos, porque diremos una vez más que no entendemos ni entenderemos nunca quizás, cómo un país puede malgastar tanto y tanto dinero por un lado, y por otro tener tanta gente que gana 16.000 pesos. O jubilados y pensionistas que ganan aún menos que eso, lo que apenas si les da para medicamentos.
Ayer, un jubilado nos decía que cobró 10.180 pesos: «Tendría que haber cobrado 15.000 más o menos, pero tengo muchos descuentos». Se refería a que tiene una buena parte de sus ingresos ya comprometidos en pago de cuotas por créditos. Si no se dedicara además a vender frutas y verduras, directamente no podría vivir. Otra persona, una señora radicada en Cerros de Vera, nos comentaba que su jubilación es de 14.000 pesos: «¿Usted se imagina si tuviera que pagar un alquiler?», nos decía.
¿Datos nuevos para comentar hoy? Por ejemplo lo que hemos leído estos días sobre la famosa Gas Sayago, empresa que, como sabemos, fue un fracaso a pesar de que se advirtió que así sería. Y fue en el gobierno anterior, así que acá no hay de colores políticos. Tristemente es un ejemplo más del despilfarro que se repite gobierno a gobierno. Un gobierno asume y toma las consecuencias del anterior y entonces, hablando en términos futbolísticos, le pasa la pelota al otro, y ese otro desde la oposición lo critica a este… y así van alternándose, y así vamos…
Sucede que el miércoles pasado, la exgerente general de Gas Sayago y expresidente de Ancap, Marta Jara, compareció en calidad de indagada por la causa que investiga las pérdidas por US$ 213 millones en la frustrada obra de la regasificadora.
Vea usted, estimado lector, estos números. Y saque sus propias conclusiones:
Jara habla por ejemplo de que uno de los rubros en que se gastó fue «gimnasia laboral y masajes». ¿Sabe cuánto costó eso? US$ 7.302. Dice también que Gas Sayago «preparó» a su personal pagando maestrías y postgrados en universidades privadas. Entre 2012 y 2016, la empresa desembolsó US$ 246.690 para cursos de capacitación.
Otros rubros de «capacitación al personal» incluyeron «cursos técnicos» (US$ 39.376), «gestión de proyectos» (US$ 10.053), «capacitación de conductores de vehículos livianos» (US$ 4.344) y «curso de software» (US$ 2.773). También se incluyen «conferencias y congresos» (US$ 29.050), con sus correspondientes «pasajes y viáticos» (US$ 17.355), «cursos de inglés» (US$ 22.723), de «habilidades blandas» (US$ 21.540), de «supervivencia personal» (US$ 5.266), «libros» (US$ 1.644), «emergencias y primeros auxilios» (US$ 1.428), y «cursos de manejo y libretas de conducir» (US$ 553).
La empresa otorgó en 2013 gratificaciones extraordinarias por montos equivalentes a medio aguinaldo cada una, lo que totalizó un gasto de $ 671.700. Dos años después, junto con la liquidación del aguinaldo de junio, se otorgó un aguinaldo especial para el cargo de gerente de medioambiente por un monto aproximado a un 25% del medio aguinaldo.
Le agregamos algunas otras cositas… La empresa tuvo gastos por más de US$ 210.000 para la «alimentación» de su personal. De estos, cerca de US$ 140.000 corresponden a menús que se les daba a sus trabajadores. Por si fuese poco, también hay US$ 28.499 que fueron destinados a «lunch/catering», otros US$ 11.584 a «almuerzos y cenas», US$ 5.777 para «café y azúcar», US$ 2.041 para «canastas y comidas en las fiestas», US$ 1.646 para «frutas» y US$ 4.100 para «frutos secos».
Pues bien, resulta que también había que viajar. Entonces, entre 2011 y 2020 se destinaron US$ 235.600 a gastos de «traslados». Unos US$ 125.500 se efectuaron dentro del país, US$ 64.600 en viajes a Europa, y el resto se distribuye en viajes a Argentina, Brasil, Chile, Japón, Corea del Sur y EEUU. Todos esos viajes insumieron «gastos de estadía y alimentación» por US$ 54.220.
Y en 2018, cuando muchas de estas cosas que le estamos contando ahora con los números más claros, empezaron a salir a luz y se empezó a cuestionar el despilfarro, se acordó el despido de muchos funcionarios. Y vea esto: se pagaron despidos por unos 19,3 millones de pesos. Además, como si todo esto fuese poco, se estableció una fórmula de cálculo «superior» a lo establecido por ley; entonces la empresa abonó a los funcionarios salientes una partida adicional de $ 89.425, otra partida equivalente a dos salarios totales nominales, e IRPF correspondiente a las partidas mencionadas.
En fin, uno se pregunta: ¿no había uruguayos pasando mal en ese momento? ¿Ya no había sueldos, jubilaciones y pensiones vergonzosas? ¿Ya no había miles y miles de uruguayos como este señor que vende verduras o aquella señora de Cerros de Vera que deben pasar sus últimos años de vida en una angustia permanente pensando cómo hacer para sobrevivir con poco más de 10.000 pesos?
Vergonzosa, esa tal vez sea la palabra que más se ajusta. Porque así es la situación. Vergüenza da, o debería dar a muchos, ver estos datos. No hay vueltas, el dinero sigue siendo el gran señor, en un mundo injusto y desigual.
Contratapa por Jorge Pignataro
