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Brasil enfrenta hoy su misión más difícil en lo que va del Mundial: lograr el pase a la final sin la presencia de su máxima estrella, Neymar. La exclusión del astro por la fractura de vértebra que sufrió, supuso un duro golpe para el equipo de Luiz Felipe Scolari, quien esta tarde se las verá con la poderosa Alemania en la primera semifinal del certamen.
“La de Neymar fue una gran pérdida, pero tenemos que superarla y mantener la tranquilidad. No podemos entrar en pánico”, expresó el delantero Bernard, acerca de la baja de la estrella de Brasil.
Superar el sentimiento de “orfandad” generado por la falta de Neymar es uno de los principales desafíos del seleccionador Luiz Felipe Scolari, quien enfrenta la tarea de ajustar el equipo sin su jugador de referencia y buscar una estrategia para frenar el poderío ofensivo de Alemania.
“Hemos perdido algo que no queríamos perder. Hemos perdido a uno de los mejores jugadores, pero seguimos con posibilidades de ser campeones”, aseveró Scolari, quien también tendrá que prescindir del capitán de Brasil, el zaguero Thiago Silva, suspendido por acumulación de amarillas.
El técnico no confirmó la formación titular que adoptará esta tarde para intentar repetir en Belo Horizonte el éxito logrado hace 12 años en Yokohama cuando, también bajo su mando, Brasil se impuso por 2-0 sobre Alemania en la final del Mundial de Corea/Japón 2002 y se alzó con el pentacampeonato.
WILLIAN, EL SUSTITUTO
Pese al misterio, varios indicios apuntan a que Willian, el versátil mediocampista del Chelsea, será el elegido para ocupar el lugar del astro.
“No quiero compararme a Neymar. Tengo un estilo parecido en algunas cosas, como la velocidad y el regateo, pero Neymar es un delantero y yo soy más bien un armador. Neymar marca más goles, y yo soy mejor dando asistencias”, afirmó Willian.
La ausencia de la principal estrella de los anfitriones no llegó a generar entusiasmo en las filas de Alemania, cuyo entrenador, Joachim Löw, advirtió que “Brasil sin Neymar es mucho más difícil que con Neymar”.
Idéntico temor expresó el mediocampista Bastian Schweinsteiger, quien opinó que la baja de Neymar puede darles a los brasileños una “energía adicional” y hará que los brasileños “se unan más y quieran ganar el título por él”.
LOS ANTECEDENTES
El historial de los duelos entre Brasil y Alemania es claramente favorable a los norteños, que ganaron 12 de los 21 encuentros jugados entre ambos -en su mayoría amistosos- y solo sufrieron cuatro derrotas.
Pero los jugadores brasileños advierten que los triunfos del pasado no reflejan el poderío de la Alemania de hoy.
“Es un equipo muy fuerte y compacto. Su mejor arma es la capacidad de hacer frente a cualquier situación durante un partido, incluso cuando están bajo presión”, aseguró el zaguero Dante, probable substituto de Thiago Silva en la defensa.
El técnico Löw mostró su flexibilidad y agudeza táctica en cuartos de final ante Francia, cuando remodeló su equipo y devolvió a Philipp Lahm del mediocampo a la defensa e introdujo a Miroslav Klose como delantero centro.
Alemania recuperó así una configuración más cercana a lo mostrado en Sudáfrica 2010 y el plan funcionó. Sin embargo, nada garantiza que Löw vuelva a repetir alineación y sistema ante un Brasil con hombres muy potentes en ataque, por lo que el pequeño Lahm podría volver a la medular y dejar su puesto a Jerome Boateng.
Juegue quien juegue, el equipo es garantía de competitividad. En los últimos cuatro Mundiales, Alemania llegó al menos a semifinales. Además, desde que el técnico accedió al cargo en 2006, sus hombres jugaron también la final de la Eurocopa 2008 y las semis de 2012.
Falta, eso sí, el gran título que consagre a la actual generación de futbolistas alemanes.
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“La de Neymar fue una gran pérdida, pero tenemos que superarla y mantener la tranquilidad. No podemos entrar en pánico”, expresó el delantero Bernard, acerca de la baja de la estrella de Brasil.
Superar el sentimiento de “orfandad” generado por la falta de Neymar es uno de los principales desafíos del seleccionador Luiz Felipe Scolari, quien enfrenta la tarea de ajustar el equipo sin su jugador de referencia y buscar una estrategia para frenar el poderío ofensivo de Alemania.
“Hemos perdido algo que no queríamos perder. Hemos perdido a uno de los mejores jugadores, pero seguimos con posibilidades de ser campeones”, aseveró Scolari, quien también tendrá que prescindir del capitán de Brasil, el zaguero Thiago Silva, suspendido por acumulación de amarillas.
El técnico no confirmó la formación titular que adoptará esta tarde para intentar repetir en Belo Horizonte el éxito logrado hace 12 años en Yokohama cuando, también bajo su mando, Brasil se impuso por 2-0 sobre Alemania en la final del Mundial de Corea/Japón 2002 y se alzó con el pentacampeonato.
WILLIAN, EL SUSTITUTO
Pese al misterio, varios indicios apuntan a que Willian, el versátil mediocampista del Chelsea, será el elegido para ocupar el lugar del astro.
“No quiero compararme a Neymar. Tengo un estilo parecido en algunas cosas, como la velocidad y el regateo, pero Neymar es un delantero y yo soy más bien un armador. Neymar marca más goles, y yo soy mejor dando asistencias”, afirmó Willian.
La ausencia de la principal estrella de los anfitriones no llegó a generar entusiasmo en las filas de Alemania, cuyo entrenador, Joachim Löw, advirtió que “Brasil sin Neymar es mucho más difícil que con Neymar”.
Idéntico temor expresó el mediocampista Bastian Schweinsteiger, quien opinó que la baja de Neymar puede darles a los brasileños una “energía adicional” y hará que los brasileños “se unan más y quieran ganar el título por él”.
LOS ANTECEDENTES
El historial de los duelos entre Brasil y Alemania es claramente favorable a los norteños, que ganaron 12 de los 21 encuentros jugados entre ambos -en su mayoría amistosos- y solo sufrieron cuatro derrotas.
Pero los jugadores brasileños advierten que los triunfos del pasado no reflejan el poderío de la Alemania de hoy.
“Es un equipo muy fuerte y compacto. Su mejor arma es la capacidad de hacer frente a cualquier situación durante un partido, incluso cuando están bajo presión”, aseguró el zaguero Dante, probable substituto de Thiago Silva en la defensa.
El técnico Löw mostró su flexibilidad y agudeza táctica en cuartos de final ante Francia, cuando remodeló su equipo y devolvió a Philipp Lahm del mediocampo a la defensa e introdujo a Miroslav Klose como delantero centro.
Alemania recuperó así una configuración más cercana a lo mostrado en Sudáfrica 2010 y el plan funcionó. Sin embargo, nada garantiza que Löw vuelva a repetir alineación y sistema ante un Brasil con hombres muy potentes en ataque, por lo que el pequeño Lahm podría volver a la medular y dejar su puesto a Jerome Boateng.
Juegue quien juegue, el equipo es garantía de competitividad. En los últimos cuatro Mundiales, Alemania llegó al menos a semifinales. Además, desde que el técnico accedió al cargo en 2006, sus hombres jugaron también la final de la Eurocopa 2008 y las semis de 2012.
Falta, eso sí, el gran título que consagre a la actual generación de futbolistas alemanes.
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