Miran al cielo y deambulan desde la Plaza Independencia al auditorio del Sodre, los dos posibles escenarios del acto de la tarde. Especialistas prevén que haya al menos una falsa alarma de bomba.
El funcionario de seguridad del gobierno de los Estados Unidos entró al auditorio del Sodre, intercambió unas palabras con sus colegas locales y luego preguntó extrañado: “¿Cómo que no saben si el domingo llueve?”.
Sucede que el clima uruguayo, y los pronósticos del tiempo, se han convertido en una de las principales preocupaciones para las delegaciones extranjeras que el 1 de marzo participarán de la ceremonia de asunción de mando de Tabaré Vázquez.
Está previsto que, si hay sol, el traspaso de la banda presidencial tendrá como escenario la plaza Independencia. Pero si llueve, las delegaciones extranjeras, los periodistas y todo lo que se mueva irá a parar al auditorio del Sodre que tiene un cupo de unas 2.000 butacas.
La sola posibilidad de que llueva complica la organización del evento, ya que será toda una proeza acomodar a tanta gente en las instalaciones de la sala ubicada en el cruce de Mercedes y Andes, a poco más de dos cuadras del monumento a José Artigas.
Arrastrados por los variables de los pronósticos climáticos, los encargados de la seguridad de los presidentes y funcionarios extranjeros han transitado más de una decena de veces los 200 metros que separan un lugar del otro.