La organización internacional Aldeas Infantiles atiende a una cantidad importante de niños de nuestra sociedad, y en ese marco, ha dispersado su lugar de atención hacia distintos puntos de la ciudad. En este caso hoy a las 20:30 horas, celebrará el primer aniversario del Centro Comunitario que erigió en el barrio Salto Nuevo Sur y pretende hacer un balance de las actividades allí desarrolladas.
En el marco de este encuentro, estarán presentes el Intendente de Salto, Germán Coutinho y los Directores de Aldeas Infantiles SOS; quienes compartirán un agasajo junto con los niños y sus familias, y toda la comunidad del barrio que participa de dicho centro.
El centro del barrio Salto Nuevo Sur nació el 24 de marzo del año pasado, mediante un convenio con la Intendencia Municipal de Salto. Funciona en el salón comunal del complejo «Vivienda Digna» de ese barrio.
Allí concurren sesenta niños (pero contando con los adultos que asisten llegan a ser alrededor de ochenta personas) donde reciben estimulación, educación, alimentación, seguimiento médico y nutricional, según enfoque de derechos.
Asimismo, las mujeres de la comunidad tienen la oportunidad de capacitarse en talleres ocupacionales.
Lo cierto es que otras mujeres también se han integrado a la iniciativa. «A lo largo del año, no solamente en talleres ocasionales sino de pautas de cuidado, salud sexual y reproductiva, nutrición, vida sin violencia, entre numerosos talleres más», indicó la representante de Aldeas Infantiles SOS en Salto, Melisa Ferradini.
A su vez, Ferradini resaltó que «es necesario contar con el apoyo de un mayor número de instituciones» ya que aspiran a lograr una ampliación del centro, para incorporar nuevos servicios y lograr un mayor confort.
Otro punto que fue destacado en esa ocasión, es que el barrio muestra un compromiso de participación, desde la familia, lo que da lugar «a una muy buena convivencia», destacaron los protagonistas.
FORTALECIMIENTO
FAMILIAR
El programa se implementa en las modalidades de Hogares y Centros Comunitarios. Los hogares comunitarios se desarrollan en viviendas familiares de la comunidad, que ceden un espacio para el funcionamiento del programa.
Son atendidos por Madres Comunitarias que reciben capacitación y acompañamiento permanentes por parte del programa de Aldeas Infantiles SOS.
Por su parte, los centros atienden cerca de 50 niños y niñas. Estos son espacios cedidos por la comunidad u organizaciones para el funcionamiento del programa: salones vecinales, sociedades de fomento o clubes barriales.
Este programa lo estamos implementando en la República Argentina en el barrio de Batán de la ciudad de Mar del Plata, el barrio Villa del Parque en el partido de Luján en Buenos Aires y en el año 2009 «comenzamos a trabajar en el Distrito Oeste de la ciudad de Rosario en el barrio Vía Honda de esa localidad», indicaron referentes de Aldeas Infantiles.
El programa de Fortalecimiento Familiar permite que «logremos un modelo de transformación integrador, que se refleja en el compromiso, el involucramiento y la participación social de las comunidades», informaron.
Se trabaja en alineación a los siguientes valores: La familia biológica es el mejor lugar para que las niñas y niños crezcan. La familia es el corazón de la sociedad y es el entorno natural para el sano desarrollo y bienestar de las niñas y niños.
Las niñas y niños tienen el derecho a crecer dentro de su familia biológica, dentro de la cual pueden disfrutar de un entorno afectivo con amor, respeto y seguridad. Este derecho debe garantizarse, a menos que vaya en contra de los intereses superiores de la niña o niño. Las cuidadoras y cuidadores de las niñas y niños son responsables de su desarrollo.
La persona al cuidado de la niña o niño es quien ejerce el papel de padre y madre en la vida de ellos, y tiene como responsabilidad principal crear el entorno familiar afectivo que se requiere para el sano desarrollo de la niña o niño.
Este papel puede ser compartido, según la composición de la familia y prácticas culturales adecuadas. Las comunidades son una fuente directa de apoyo para las niñas, niños, y sus familias. Éstos forman parte de la amplia comunidad en la cual viven.
Los miembros de la comunidad tienen la responsabilidad de proteger los derechos de las niñas y niños, y pueden movilizar sus propios recursos para enfrentar el problema de las niñas y niños en riesgo de perder el cuidado de sus familias.
Una comunidad fuerte y afectiva es capaz de apoyar con efectividad a estas niñas, niños y a sus familias y contribuir con su desarrollo. El objetivo del desarrollo es la implementación de los derechos humanos.