El reciclado de los residuos es uno de los problemas ambientales que más “se ve”, vale decir el más visible, pero no es el único e incluso dudamos que sea el más grave.
Si bien coincidimos con quienes señalan que es imprescindible que haya un cambio cultural para cambiar el concepto popular sobre el cuidado ambiental.
Para tener idea de la situación actual, bastaría señalar que actualmente se recicla menos del cuatro por ciento de los residuos y a nadie parece molestar esta situación.
Las islas de plástico que se han formado en las corrientes marinas y constituyen un problema muy grave para flora y fauna marítima.
Una de las experiencias más interesantes en este sentido surge del entorno de Buenos Aires, la capital argentina, que reúne al menos tres veces más que el Uruguay todo.
Consiste en una experiencia sumamente interesante, que consiste en reparar, recuperar, reciclar, todo lo que se pueda,
Los artículos eléctricos y electrónicos, que pueden ser reparados se los repara y luego se los dona a instituciones de beneficencia. Esta experiencia tiene en su haber un reciclaje o recuperación (cuando esta es factible), superior al 50 por ciento.
Lo que se ha logrado de esta forma es obviamente muy superior al promedio de elementos reciclados, que no alcanza aún al 5 por ciento.
Pero lo más importante es que se entienda que no basta con tirar los residuos donde no se vean, enterrarlos o cubrirlos de tierra en los basureros, porque es algo así como esconder el problema y simular que no existe.
Cada persona produce no menos de siete kilos de basura al mes y lógicamente que la enorme mayoría de las personas cree que el retiro de estos residuos y la deposición final es un tema de la Intendencia o del Estado, no de nosotros.
Pocas personas o casi nadie cree que lo que hace, o sea su conducta tiene incidencia en este sentido y como tal, no se preocupa en absoluto por lo que hace a favor o en contra de su conducta ambiental.
Llegado el momento las futuras generaciones nos van a interrogar a nosotros, sabiendo que en gran parte la culpa de la situación la tuvimos nosotros.
Para ejemplificar esto basta recorrer aquellos lugares frecuentados por familias personas que
disfrutan de estos lugares públicos. Aún cuando se entiende que estos lugares deben ser cuidados en forma responsable, están llenos de descartes de residuos, botellas de plástico y otros desperdicios que a nadie parecen preocupar.
No es precisamente lo más responsable.
A.R.D.
