Entre tres y cuatro hombres mayores de edad fue lo que apreció este corresponsal, que se acurrucaron en una saliente y escalones del club Náutico para pasar la noche y madrugada de este martes 5 de mayo. Una noche de lunes y madrugada de martes con temperaturas rodando el punto de congelamiento en suelo cañero y estos seres humanos sin un techo donde pasar la noche. Sin un alimento caliente que les permita tener calorías y sobrellevar la gélida madrugada. No era cosa común encontrar en Bella Unión a personas durmiendo a la intemperie como sí es moneda corriente por ejemplo en Montevideo. Que no se transforme en algo cotidiano en nuestra ciudad. Que los organismos públicos locales se movilicen y puedan brindar un techo y alimento caliente a estas personas, que por diferentes circunstancias de la vida hoy se encuentran en situación de calle. Que alguna congregación religiosa que las hay varias en la ciudad también pueda interesarse en cobijar en la noche a estas personas y brindarles un alimento caliente, por lo menos en estas jornadas de intenso frío. Lo peor que podemos hacer es mirar para otro lado.