Alexandra Bozzo y Luján Bacci hablaron con EL PUEBLO
Como lo recordara EL PUEBLO el mismo sábado 25, ese fue el “Día Mundial del Niño Por Nacer”, fecha que cada año es tomada especialmente por los grupos Pro Vida para continuar dando batalla en contra del aborto, pese a que la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo fue aprobada en nuestro país hace ya 11 años.

Una de las principales referentes en Salto de estos movimientos, la ingeniera Alexandra Bozzo, dijo a este diario que el gran objetivo es “concientizar y sensibilizar sobre el valor de la vida, la vida desde la concepción hasta la muerte natural. Hoy la vida y la familia están tan golpeadas con tantos intentos de autoeliminación, autoeliminación en jóvenes, donde la vida parece descartable, porque también están los temas del aborto, la eutanasia, todas presiones que están atacando, que están en contra de la vida y por supuesto que esto va en contra de la familia. Por eso apuntamos a la reflexión”.
ALGUNAS CIFRAS
Señaló además que “desde que se despenalizó el aborto en el Uruguay, en el año 2012, tenemos alrededor de 100.000 niños que perdieron su vida. Voluntariamente sus madres han terminado con la vida de ellos y atrás de estos 100.000 niños hay madres que quedaron dolidas, porque está científicamente comprobado que una madre que aborta es una persona que queda con culpa muchas veces por el resto de su vida, con angustia, con depresión, alcoholismo, intentos de suicidio, se afecta así los vínculos con sus hijos vivos, con su pareja, con la familia toda…Esa mujer cargará siempre con la cruz de haber terminado con la vida de un inocente que es su propio hijo, ese es el problema…».
“NO JUZGAMOS, CONTENEMOS”
Luján Bacci, otra de las integrantes del grupo, puso mucho énfasis en que “nosotros no juzgamos, contenemos”. y luego se explayó: “Nosotros acompañamos a las mamás que en algún momento tomaron la decisión de interrumpir el embarazo…Que en realidad no es interrumpir el embarazo, porque una interrupción es algo que después se puede retomar, en cambio acá estamos hablando de terminar con la vida de un ser humano. Lo que hacemos, como decía, es acompañar con este Proyecto Esperanza, que es un acompañamiento pastoral, pero sin juzgar, siempre desde el amor y la comprensión, y asegurando la confidencialidad, eso es muy importante, que todas las personas que lleguen a nosotros tengan la certeza que esto queda entre nosotros, no sale».
¿QUÉ NOS ESTÁ DEJANDO LA LEY DE ABORTO?
Asimismo, Alexandra y Luján recomendaron un libro titulado “¿Qué nos está dejando la ley del aborto?” de las autoras Gianella Aloise (escribana), Dina Boyadji (psicóloga) y Viviana de Luca (psicóloga social). Parte medular de esas páginas son estas líneas:
“Uruguay tiene vigente desde el año 2012 la ley de despenalización del aborto, que ha permitido desde ese entonces a la fecha, la muerte de casi 100.000 niños por nacer. Necesitamos reconocer que eran niños que no pudieron nacer por la intervención humana. Además, hay muchas mujeres sufriendo las consecuencias fisicas, pero también las emocionales del aborto, que se denominan Sindrome Post Aborto. No solo las mujeres las sufren, sino también los hombres y el personal de la salud que se encuentra en torno a la práctica del aborto. En la clínica, se han visto profundas depresiones e incluso ideas de autoeliminación. Son personas que necesitan ser restauradas emocional y físicamente. Por otra parte, en Uruguay la población disminuye año a año provocándole graves perjuicios. Datos oficiales sobre natalidad muestran la caída desde el año 1996 y muy abrupta desde el año 2015 a nuestros dias; sin embargo desde el año 2018 los abortos rondan los 10.000 anuales y desde el año 2021 las muertes superan a los nacimientos. La disminución constante de nacimientos es contundente: 2019: 37.472; 2020: 35.874; 2021: 34.603; 2022: 32.301. Los números hablan por sí solos, Uruguay necesita revertir esta realidad promocionando la natalidad, con las más variadas medidas realizables, que muchos países ya están aplicando (por ejemplo: aumento de las licencias maternal y paternal, incentivos para la adquisición de vivienda, facilidades económicas para los recién recibidos o profesionales que son padres; reducción de impuestos para familias con dos o más hijos; etc.). Hacemos un llamado a que se derogue la ley de aborto; no seamos cómplices de ninguna muerte más Por el contrario, seamos promotores y defensores de la vida desde la concepción hasta la muerte natural, recordando a quienes nos rodean que cada vida es única e irrepetible”.
