El robo de la recaudación de los días principales de la pasada Semana de Turismo en Termas del Daymán, ha dejado al menos una cosa positiva. Nos ilustra sobre la realidad de los ingresos de los centros termales, temas que habitualmente se maneja con mucha discreción, por no decir secretismo.
Si el principal fin de semana del año en este centro termal, el que permaneció colmado prácticamente toda la semana, no es precisamente un gran negocio. Debe tenerse en cuenta el monto de las inversiones, el costo de los servicios, el mantenimiento y demás que en los restantes días del año no anda ni cerca de lo que es en estas fechas.
No estamos condenando las inversiones que hacen allí tanto el gobierno departamental como el nacional, ni mucho menos las inversiones privadas que sabemos que son importantes. Somos de los que sostenemos que los gobiernos departamentales deben ir mucho más allá del famoso ABC (alumbrado, basura y calles) que requieren atención en forma imprescindible. Es más entendemos que un buen gobierno ya sea local, departamental o nacional debe de preocuparse por dar mejor calidad de vida a sus gobernados y estos tiene que ver esencialmente con los servicios y la ocupación laboral de éstos.
Vale decir que es perfectamente válido que desde el municipio, la Intendencia o el gobierno nacional a través del organismo que sea, se procure apoyar y favorecer la instalación de determinadas actividades que redunden en una mejora de servicios o incluso en la apertura de nuevas fuentes de trabajo.
Concretamente viene al caso porque no olvidamos que Termas del Daymán, un lugar particularmente gravado por la Intendencia departamental como centro turístico, carece de saneamiento en una gran parte y ninguno de los sectores de actividad mencionados se ha preocupado por dar un buen servicio en este sentido.
No dudamos que las gestiones están hechas, que la preocupación existe, pero no basta porque el problema subsiste. La Intendencia considera que la inversión para solucionar el problema es demasiado onerosa y no redituaría a corto plazo.
El gobierno nacional, sostiene que la prioridad se la otorga a lugares de interés social, y no turístico y por lo tanto también ha relegado siempre este tema.
Finalmente los vecinos y empresarios privados de por si solos y sin una unión monolítica, poco o nada mas que patalear, pueden hacer al respecto. Por lo tanto es necesario determinar qué grado de importancia se le adjudica al tema y en qué medida se está dispuesto a contribuir a lograr una solución, porque que sepamos el tema lleva ya varios años esperando y la solución provisoria tiene una incidencia muy negativa para el cercano río Daymán, que es decir el río Uruguay que recibe sus aguas y demás.
A.R.D.
