La canción de Jaime
Ayer, 21 de noviembre, se cumplieron 6 años del fallecimiento de Justino Vicente Jaime Correa. Para muchos, afectuosamente, el “Rengo Jaime”.
Fue figura del Carnaval de Salto.
Murguero de alma.
De barrio La Tablada en el alma.

Cuidador de motos en Uruguay y Florencio Sánchez, al tiempo que acomodaba una moto o agarraba una moneda, estaba siempre tarareando canciones de murgas.
Carlos María Cattani, “Camaca”, otro hombre de murgas y carnaval, lo recuerda como:
“respetuoso, educado y laburante, tenía más noches que la luna porque la bohemia era parte de su vida, muy querido por sus amistades y respetado…”.
Pero además, alguna vez Camaca escribió:
LA CANCIÓN DE JAIME
Respira el barrio las notas
de un verso de actualidad
y por sus calles angostas
pinta el coro su verdad
como pájaros de fuego
en frenético clamor
alas abiertas en ruego
al llamado del tambor
marionetas de febrero
fantasma de la ilusión
Rengo Jaime, sol primero
que alumbra con su canción.
Y alegres van entre arabescos
y piruetas por las calles
para trepar en cien tablados
que la invitan al pasar
y al conquistar tantos aplausos,
papelitos y serpentinas
se marcharán de barrio en barrio
celebrando el carnaval.
Murga de los changadores
de las quintas y el galpón
que secando sus sudores
al viento dan su canción
Gambeteando la pobreza
que en el alma saca ampollas
la vida es pura aspereza
no es fácil parar la olla.
(Carlos María Cattani. Año 1987; para Carnaval de Invierno).
“A Salto”, un poema de juventud de Juan C. Tajes
Este poema inspirado en Salto, lo escribió un montevideano que reside en Ámsterdam: Juan Carlos Tajes.
Lo escribió cuando tenía solo 18 años; hoy tiene 75 y es un destacado escritor (poeta y narrador con varios libros publicados), además de actor.

Por gentileza del escritor salteño Jorge Menoni, también radiado en Ámsterdam, llega hoy a los lectores de EL PUEBLO:
A Salto
A ti Salto querido,
que recostada en el litoral
eres perla de espuma,
diadema del naranjal.
Tus orillas doradas
van coronando al Río Uruguay
y tu hermana Argentina
en la otra orilla
soñando está.
Cuando partí de Salto
en la distancia pude llorar
y de mi alma en pedazos
nació un recuerdo y quise cantar.
Ahora en Montevideo
que ya no veo tu naranjal,
aromas de tu fruta
me traen las aguas
del Río Uruguay.
Bajando va
por el litoral
forma el Río de la Plata
con el Paraná.
Y mi cantar
en mi alma golpeando está,
quiero decirte Salto
que nunca, nunca
te he de olvidar.
Pero volveré un día,
cuando en mi pecho la soledad
desde Montevideo
mire hacia el norte y quiera llorar.
Y mi canto te recuerde
con voz quebrada en mi soñar,
para besar tu orilla
que moja altivo el Río Uruguay.
Juan C. Tajes – 1964
