Entrevista a Carlos Lecueder
Debido al avance del COVID 19 en el país y como medida precautoria, por primera vez la reunión anual que suele mantener el Directorio de Salto Shopping con el periodismo salteño debió realizarse a través de la plataforma digital Zoom desde la Sala 1 del Cine de Salto Shopping. Es así que Carlos Lecueder, Luis Muxí y Ramiro Rodríguez Villamil dialogaron con los medios haciendo un balance de lo ocurrido en el año de su 20° aniversario. Así lo explicó Lecueder a EL PUEBLO.
«Somos los que creemos que Uruguay viene ganando un partido pero que se ha tomado las cosas un poquito flojo en los últimos tiempos. Sentimos que, tal como decía el grupo de científicos asesores del Poder Ejecutivo, al principio estaba jugando un partido de fútbol en la altura contra Bolivia, íbamos empatando y eso ya era como un triunfo. Lamentablemente Bolivia nos hizo algunos goles en las últimas semanas y ahora hay que pelear para tratar de disminuir la ventaja o revertir el partido».
«Estamos seguros que Uruguay va a ganar este partido, pero en este momento estamos corriendo riesgos, y quizás el error fue, para hablar en términos futbolísticos, ¿vieron cuando uno subestima al rival, cuando el equipo del que uno es hincha dice que el próximo partido será fácil? Y de golpe termina perdiendo el partido contra el que estaba al final de la tabla. En Uruguay pasó algo de eso y aflojamos, porque para ganar este partido había que cuidar el distanciamiento, el uso de tapabocas y no hacer reuniones sociales en exceso. No era tanto lo que había que hacer, y lo hicimos tan bien, pero en estos últimos tiempos hemos aflojado».
CÓMO FUE ESTE AÑO
«Lo primero que me gusta contar es lo que fue este año, que empezó flojón, la economía uruguaya de 2019 estaba floja y 2020 empezó más floja todavía. No voy a recordar cosas que ya saben, que el déficit fiscal, que el crecimiento de la desocupación, todo eso genera menos ventas de los comercios, y así estábamos sufriendo. Pero nada de eso es comparable con lo que pasó a partir del 13 de marzo cuando en Uruguay se declaró la pandemia. El 18 de marzo cerraron los shoppings, y no solo eso, sino que la gente se asustó y empezó a viajar menos, porque nosotros somos un complejo de uso mixto, dos de los principales usos son el centro comercial y la terminal de ómnibus. La realidad es que acá cayó todo».
«Cuando nos dicen, qué bueno que son los complejos que ustedes administran en el interior, porque diversifican el riesgo. Si el comercio está mal, la terminal de ómnibus salva la situación, y si los ómnibus están mal, el comercio anda. Llevamos 26 años desde que inauguró Tres Cruces y siempre había sido así».
«Pero este año anduvo mal todo porque los shoppings cerraron, por lo cual las ventas cayeron a cero y el ingreso para mantener todo un complejo del tamaño de Salto Shopping pasó a ser cero. Y, por otro lado, tuvimos el tema de la Terminal de Ómnibus, (donde) la gente no viajó, la gente se recluyó en sus casas», entonces «el transporte de ómnibus cayó en marzo, abril y mayo un 80%. O sea, si antes llegaban 100 ómnibus por día, pasamos a 20 ómnibus por día, una caída espectacular. Imagínense una empresa que tiene que mantener las 24 horas del día abierta la terminal y operando, mantener todo el costo operativo para un ingreso que cayó un 80%. Así que sin duda hemos tenido un año muy complicado».
UNA EMPRESA RESPONSABLE
«El paso siguiente fue armarnos para reabrir, ordenar las finanzas, hacer un plan de ayuda a los comerciantes, preparar un plan de comunicación para que el shopping no desapareciera, básicamente en redes sociales, y sobre todo trabajar en el protocolo de reapertura segura, porque la cosa no era abrir por abrir. Ante todo, somos una empresa responsable ante la gente, somos una empresa que se ha preocupado durante años para que la gente viva una gran experiencia de visita, y ahora somos una empresa preocupada para que la gente viva una experiencia sana de visita».
«Entonces no era abrir por abrir, era abrir bien. Por eso nuestro protocolo es el más completo de todos los que está funcionando hoy en el mercado, y que involucra cines, entretenimiento, locales comerciales, gastronomía, horarios de limpieza, tipos de limpieza según el uso del lugar, horario de limpieza para limpieza para desinfección nocturna, que se hace todos los días, mantenimiento durante el día, limpieza de las bandas de goma de las escaleras mecánicas donde todos cuando suben a la escalera ponen la mano y entonces hay que estar desinfectando periódicamente, porque eso no se puede hacer una sola vez por día».
«Todo eso se armó en un protocolo que se firmó a principios de junio y que nos permitió reabrir el 9 de junio, que fue un día de felicidad, porque por más que abrimos limitados con poco horario y con medidas sanitarias, abrimos, estábamos vivos. Los espacios de circulación tenían gente de vuelta, los comercios podían vender y eso garantizaba los puestos de trabajo de los comerciantes».
«Los transportistas dábamos la sensación que la cosa caminaba y también había un impulso a volver al uso del transporte. Y todo eso nos permitió abrir en junio y potenciar el transporte a partir de ese mes, empezar a mejorar los números, trabajar en forma consciente y en forma seria».
«Seguramente ustedes van a muchos lugares, donde les exigen el uso de tapabocas, pero dudo que haya tantos lugares donde se sea tan estricto en control del uso del tapabocas, el control de distanciamiento, las medidas de limpieza y de higiene permanentes iniciando durante la noche para tener todo listo como se da en un shopping, donde tenemos que tener todo eso multiplicado por diez, porque viene mucha gente, y a la gente hoy tenemos que cuidarla».
PASEO SEGURO Y SANO
«Luis Zúñiga y Gustavo Suetta, que ustedes conocen muy bien, son dos personas que vivieron sus vidas dedicadas a que la gente viniera y pasara bien, a que vivieran una experiencia de visita correcta. Hoy ellos están encargados de que la gente cuando venga le tomemos la fiebre, les obliguemos a usar el tapaboca, que le pongamos alcohol en gel en las manos y si no le gusta se lo ponemos igual, porque son las formas de tener una operación limpia, sólida, segura, y sana».
«Si ustedes miran los contagios, y para eso miren más a Montevideo que a vuestro departamento, porque acá está la cosa peor, y verán que los contagios se produjeron en los equipos de fútbol, en equipos de basquetbol, en fiestas de gente joven, en lugares de salud, sanatorios, hospitales, pero que no hay un brote en un shopping, y en un shopping hay mucho más gente conviviendo que en un cuadro de fútbol, pero acá no se puede compartir mate, acá hay que usar el tapaboca obligatoriamente, acá hay que tener distanciamiento, y todo eso es lo que hace que hayamos operado en forma segura y correcta».
«Me han preguntado cuánto cuesta más esto, y cuesta bastante dinero, porque imagínense que a la seguridad tradicional en un shopping tenemos que agregar personas en las puertas que están solamente para controlar la temperatura, que la gente entre con tapaboca y ponerle alcohol en gel en las manos. Eso es un costo de los termómetros, en alcohol en gel, y sobre todo de personal que es lo que más caro cuesta, y nosotros hemos tenido que enfrentar esos costos en aras de operar, y así como cuando uno gasta más dinero, lo hace preocupado porque en toda empresa el gasto de dinero es algo que hay que tratar de evitar, pero en este caso para nosotros no es una obligación, es un orgullo de poder cuidar a la gente que venga a visitarnos».
«La gente sabe que viene a un lugar cerrado, pero les vamos a decir que nos vamos a romper el alma para que lo haga en forma segura. Y esos son más costos, pero los costos no van solo para ahí porque los comerciantes están vendiendo menos y los transportistas están recaudando menos. Y nosotros no podemos ser una empresa fría que les va a seguir cobrando los alquileres que dicen en el contrato, porque entonces lo primero que va a pasar es que se van a fundir nuestros clientes, y nosotros tenemos que cuidarlos».
ADAPTÁNDOSE A ESTE TIEMPO
«Entonces, tenemos un plan comercial que ha atendido la situación de comerciantes y transportistas, por el cual hemos rebajado los costos de operación para que ésta sea segura y viable. Un comercio que pierde dinero puede perder un mes, dos y hasta tres meses, pero no mucho más de eso porque desaparece. Hemos tenido que poner nuestro granito de arena apoyando con los costos operativos, pero, sobre todo, bajando y subvencionando alquileres y gastos comunes para que el comerciante pueda sobrevivir y seguir operando no solo en Salto Shopping sino en todos los shopping centers de Uruguay en los cuales operamos. Ha sido parte de nuestras obligaciones, cuidar al cliente que viene de compras, a pasear o a comer algo, y sobre todo también cuidar al comerciante que es el que nos da de vivir y es el que genera los puestos de trabajo, que además hay que mantener».
«Cuando hoy hay en Uruguay un crecimiento en la desocupación, los shoppings seguimos siendo una fuente de puestos de trabajo importante, que sin duda ha disminuido en este período y hay gente que ha ido a seguro de paro, pero que vamos lentamente volviendo a la operación más normal».
«Cuando reabrimos, esperábamos una caída de venta del orden del 50%, y la caída fue del orden del 30%. Cayó un 50% la concurrencia, vino menos gente, pero la gente que vino gastó más, se ve que los que vinieron lo hicieron para comprar, y eso nos generó un perjuicio menor porque tuvimos una mejor conversión de ventas frente a la concurrencia, y así pudimos seguir operando en forma razonable en materia de rentabilidad como para no estar perdiendo dinero abiertamente y para poder tener margen para poder ayudar a aquellos comerciantes que están con nosotros».
«Así entonces hemos llegado a una situación más cercana a fin de año donde la caída de ventas que empezó siendo no del 50% como pensábamos que iba a ser sino del orden del 30%, hoy está alrededor del 20%, en algún rubro de 20 a 25% y en otro del 20 al 15%. Eso claramente se puede ver, los cines están operando por debajo de lo normal, porque hoy las salas tienen un aforo muy bajo. La plaza de comidas, la parte gastronómica es otro de los lugares más castigado, son de los perdedores de la pandemia porque hay que separar las mesas, la capacidad de gente sentada es mucho menor y entonces, viene menos gente a comer».
«Los locales en general tienen una caída menor que estos dos rubros, pero también dentro de los locales la vestimenta cae más que la decoración del hogar. Se ha dado un poco que la gente está en la casa y se dice que mejorará su casa porque ha estado varios meses metidos ahí adentro y gastan un poco más en decoración, equipamiento, algún electrodoméstico, son sectores que están un poquito mejor».
«No nos podemos quejar, el resto del mundo está peor, pero por supuesto que esto no nos sirve, una caída así deja sin rentabilidad al sector, hay que seguir trabajando para seguir siendo un lugar seguro y sano para que la gente siga viniendo, y en lo posible, ojalá, con el tiempo, cuando venga la vacuna, la gente esté lista para volver».
