El mercado tiene un tono de bastante quietud dado que no hay una presión de venta por parte de la oferta, y la industria, en búsqueda de adecuar los precios a un nuevo escenario de valores que se está produciendo. Se genera una puja por una parte y la otra que lleva a que estemos con una acumulación de descenso de la faena que esperemos que haya encontrado un piso en el entorno de las 32.000 cabezas, expresó Gustavo Basso (Conexión Ganadera)
MUY POCOS NEGOCIOS
La realidad es que los valores que maneja la industria en estos momentos, que en general está ofreciendo en el eje de los 3,80, los negocios que se concretan están más cerca de los 3,90 que de ese punto de oferta que maneja la industria. Son muy pocos los negocios que se concretan. Hoy por hoy no hay una voluntad por parte del invernador, sobre todo que no ve una conveniencia todavía en la relación del flaco gordo, dado que el ajuste en la reposición ha sido menor que lo que ha ajustado lo gordo y eso también de alguna forma incide en las expectativas.
Había una expectativa de precio de post zafra, inclusive por encima de lo que hoy la gente empieza a esperar, y el mercado, en esta situación de indefinición, de búsqueda de un equilibrio, en el cual la característica son los pocos negocios que se concretan. En general las entradas están bastante ágiles sobre todo para la categoría de novillos, no así para la categoría de vacas, que es donde se encuentra una oferta un poquito más receptiva a los cambios de precio, que está influenciada por los diagnósticos de gestación que se han realizado y que llevan al productor a tomar la decisión de venta sobre todos los ganados de campo, de vacas, que en situaciones normales, se espera que pierdan kilos en este invierno que tenemos por delante.
MÁS ATENCIÓN A OTROS TEMAS
Esa situación hace que estemos en una situación de indefinición, más que nada en un mercado que hoy le está prestando más atención a otros temas, como son el tema del nuevo gravamen impositivo que están anunciando, que creo que es lo que tiene más preocupado al sector en estos momentos, distrayendo la atención sobre lo que es el mercado.
Tampoco hay una definición clara sobre lo que va a pasar en el futuro en cuanto a las exportaciones en pie. Se van liberando muy pocos certificados, hay pedidos y no se ha definido por parte del gobierno -nos dicen algunos empresarios- una fecha establecida si la autorización va a salir o no, lo que complica a veces el concretar o cerrar negocios…
El pasado lunes tuvimos la visita en consignatarios de las empresas exportadoras, que expresaron su preocupación frente a esta situación de indefinición que se está viviendo con respecto a los permisos. Hay situaciones de permisos que tienen ya más de sesenta días de solicitados y que todavía no tienen resolución, cuando lo habitual era que en tres días que se presentaba y se pagaba se tenía la firma del permiso para inmediatamente empezar a actuar.
Estos cambios que se han realizado -según nos manifestaban- les imposibilitaba tener contacto directo con el Ministro, solo tienen los trascendidos. Parece ser que es una nueva política que se ha adoptado. El Ministro trata de justificarla en base a las necesidades de técnicos que le demanda, que parece que es muy superior a la que teníamos el año pasado, cuando había tres empresas trabajando al mismo tiempo para diferentes barcos. En ese momento se ve que había personal. En este momento, se ve que se ha licenciado o se ha jubilado mucha gente, porque en este momento ni siquiera pueden atender a uno. Ya pasó la etapa de la vacunación antiaftosa, que era una de la cosas que manejaban, así que el tema en sí, lo que genera es un grado de incertidumbre.
SABER LAS LEYES DE JUEGO
Las empresas, lo que quieren saber es definitivamente cuál será la política que van a llevar adelante para conocer las reglas y adecuarse a ellas. Hay gente que ha hecho inversiones, que ha apostado al negocio en función de lo que es la tradición del Uruguay, de ser un país que siempre se ha vanagloriado de su seriedad, con un gran esfuerzo que ha hecho en muchos casos para dar una imagen hacia el exterior, que a pesar de las dificultades el Uruguay cumple.
