Aunque se prolonguen los años y el fútbol permanezca como juego y eje de discusión también, no faltará la interrogante eterna: ¿qué es jugar bien?
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En cualquier ámbito del mundo, repiquetea la duda, si es que alguna duda convive con la realidad. Directores Técnicos que no han dejado de pasar por estas páginas, con aporte de enfoques. Desde el más encumbrado al más modesto.
Más allá de teorizaciones, a veces surgen TESTIMONIOS que lo simplifican todo. Por ejemplo, lo de Palmeiras el martes a la noche frente a Palmeiras: ¡ESO ES JUGAR BIEN!.
Defender sobre base sólida, crear cuando la estrategia despierta y sobre todo, que el valor de la eficacia se constituya en factor vital.
Puede convenirse en que para algunos JUGAR BIEN ES GANAR y en esas cuatro palabras, se limita todo el espectro de análisis. En cierta medida es el materialismo de los que no faltan y tienen su derecho. Después de todo, en fútbol ninguna verdad es absoluta.
En la pasada edición del Campeonato del Interior, Salto fue Campeón en mayores y en juveniles. ¿A qué lineamientos respondió?.
Más allá de ganar, ¿dejó algo a cuenta del enfoque sobre si ese es el rumbo para un fútbol que no siempre encandila?
En reciente edición de EL PUEBLO, el exgolero Artigas Rodríguez, recalcó en «este fútbol salteño que fue perdiendo atracción y en mi caso es por ello que dejé de ir a la cancha»
Es entonces que aflora la interrogante: ¿no atrae, por qué el camino para llegar a la victoria final es imperfecto?
Al fin de cuentas, los románticos saben de su propio refugio argumental: NO SOLO HAY QUE GANAR, TAMBIÉN HAY QUE GUSTAR.