Con Héctor Luís Falcioni: 35 años en la delicada tarea de cobrador “UNO DA EXAMEN TODOS LOS DÍAS”

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    Hoy por Maximiliano Pereira

    FalcioniNos recibió en el living de su casa, un lugar rodeado de medallas, copas y premios pertenecientes a la gran colección de recuerdos que guarda la familia Falcioni, recuerdos que son parte de la historia y tradición familiar, de una vida llena de dedicación y esfuerzos que transitó siempre entre la complejidad del trabajo, y al esfuerzo del deporte.
    Luis Angel Falcioni tiene 70 años, está casado, y tiene dos hijos Héctor Luis, y la reconocida atleta Mónica. Trabaja desde hace 35 años como cobrador del escritorio Larrañaga,  y simultáneamente ha dedicado su vida al mundo del deporte.
    Hoy pertenece al grupo de atletas veteranos que se entrena en el club Deportivo Artigas,  y entiende que para ser un buen deportista hay que tener dedicación, paciencia, y por sobre todas las cosas, tener la vista puesta siempre en los objetivos.

    ¿Cómo fueron sus inicios en el mundo laboral?
    Comencé en una casa de venta de artículos para el hogar, llamada Virgilio Tavano, casa que ya no existe y que estaba ubicada en donde actualmente está Super Salto. Allí comencé a trabajar como mandadero, mi padre era técnico en refrigeración, y como yo no quise continuar con mis estudios, me mandaron a trabajar. En ese lugar estuve durante aproximadamente 3 años, y posteriormente uno de mis hermanos que trabajaba en el Banco La Caja Obrera, me consiguió para trabajar en el negocio de los remates rurales. Allí trabajaba en el escritorio, haciendo liquidaciones de compra y venta, y después terminé haciendo certificados. Pese a que esa era una actividad zafral en la que se trabajaba 10 días al mes o cuando se realizaban remates o liquidaciones de estancia, no dudé en trabajar allí porque significaba seguir creciendo. Eso fue en el año 1962, y ahí trabajé hasta el año 1968.
    ¿Cómo se generó entonces su vinculación con el Escritorio Larrañaga?
    Eso sucedió en el año 1975, yo estaba trabajando con Arrestia (Miguel) en el Salón San Cono, en donde actualmente está EMI, y llegó al lugar mi actual patrón, a ofrecerle a Arrestia los servicios de un nuevo escritorio que habría en nuestra ciudad. Fue en ese momento en donde el dueño del salón San Cono, le comentó que había un muchacho muy bueno que trabajaba con él a medio horario, y que tenía ganas de hacer algo más, así que ambos se pusieron de acuerdo y con una bicicleta prestada, con al menos 20 soldaduras y sin guardabarros (risas) arranqué a trabajar en el escritorio.
    Yo estoy desde los inicios, ahora el 5 de febrero pasado, cumplí 35 años de actividad en el lugar.

    Liliana Castro Automóviles

    ¿Y qué actividad laboral desempeñó?
    Siempre trabajé como cobrador, o sea que era el único que en un principio andaba en la calle, primero hacía todo, mensajería y cobrador, y después, a medida que el escritorio fue creciendo tomaron a otro muchacho y yo seguí siempre con la cobranza grande, cobranza que incluía a grandes empresas.
    ¿Es difícil ser cobrador?
    Te voy a decir la verdad, ser cobrador no sé si es tan difícil, creo que lo más difícil es ser cobrador de impuestos. Porque las personas pueden comprar artículos o servicios, y cuando le van a cobrar dicen bueno lo pago porque yo lo compré, y yo me comprometí a pagarlo, pero el impuesto es diferente, es como obligar a la persona. En todos estos años me ha pasado ver caras poco amigables, y por eso yo digo siempre que en esta actividad “uno da examen todos los días”
    Por otro lado es difícil también porque uno anda con dinero ajeno, y si te falta plata te descuentan. A mí por suerte nunca me sucedió, y no se si fue por suerte o porque siempre fui muy cuidadoso, porque son cobranzas muy grandes, llegué a tener mucho dinero encima, no solamente en efectivo, sino también en cheques.

    …………

    ¿Creció económicamente Salto
    en la época de Salto Grande?

    En la época de Salto Grande definitivamente se vio un amplio crecimiento en todos los sentidos, siempre que hay cosas de ese tipo se nota el movimiento, pero además el que trabajaba en esas obras, era gente de clase media, que gastaba el dinero, mucha gente la ahorraría claro, pero  en su gran mayoría la gente gastaba, y eso yo lo registré enseguida.
    Ya le digo, no es nada de otro mundo, pero en el tema de la cobranza, hay que tener buena conducta, además el primer día en que comencé a trabajar como cobrador, mi patrón me dijo, el cliente es sagrado.
    Y a esa “mandamiento” yo siempre lo tuve muy claro, lo mejor es respetar al cliente para que lo respeten a uno, y de esa forma me hice también de muchas amistades.

    ¿Tuvo algún problema en época de dictadura?
    En la época de la dictadura, yo no tuve ningún problema como cobrador, nunca me sentí vigilado ni amenazado por nada ni por nadie, y creo que eso responde a que mucha gente me conocía y apreciaba en cierta medida.
    Yo jugué al Básquetbol, hice atletismo, jugué en primera división, en la selección, y a mí me conocían por esas cosas, y sabían que yo no andaba en cosas raras.

    ………………..

    Cuénteme de su gusto
    por el deporte

    Y bueno mi gusto por el deporte creo que ya es algo genético, algo que uno trae en su legajo familiar.
    Mis hermanos jugaban todos al Básquetbol, y yo empecé como todo niño que juega en el campito, en el potrero, y tiempo después arranqué a jugar al básquetbol porque mis hermanos jugaban, pero simultáneamente hacía atletismo en la plaza de deportes.
    Trabajé también como preparador físico en Peñarol, incluso la única vez que Peñarol salió campeón en el 71, yo era preparador físico. Fui también preparador físico de Chaná un año, y de Dublín un año. Preparé físicamente también a los muchachos del básquetbol, con Círculo salí campeón de los clubes campeones, y con Salto Uruguay, fui campeón salteño. Entonces digo que no sé si sabía algo, pero siempre andaba mezclado entre los primeros puestos.
    Debo aclarar que toda mi vida giró en torno al trabajo y el deporte. Porque yo salía de trabajar, llegaba a casa comía algo y me iba a los clubes.
    ¿Hoy a los 70 años continúa en el deporte?
    Hace 15 años conformamos el grupo de atletas veteranos, nos entrenamos en el club Deportivo Artigas. Yo realizo pruebas de lanzamiento (por un tema de lesión en una de mis rodillas), hago lanzamiento de disco, bala y jabalina.
    Yo en jabalina actualmente soy campeón nacional en mi categoría, y ahora estoy pensando en ir a Chile en el mes de noviembre, ya que en Santiago se realizarán los juegos sudamericanos.
    ¿Qué significa el deporte en su vida?
    El deporte es salud, es conocer gente nueva, hoy en día la verdad es que ni siquiera voy a la cancha a ver el fútbol porque está bastante peligroso, entonces, para peligrar, mejor me quedo en mi casa.
    De todas maneras de Salto siempre salen buenos jugadores, Cavani, Suárez, entre otros.
    Yo creo que el deporte de hoy cambió mucho, antes uno jugaba por jugar, jugaba por el hecho del deporte, pero hoy en día si no es por algo nadie juega.
    En definitiva el deporte significa para mí, una vida llena de recuerdos, de amistades, y hasta de esfuerzos, porque en el deporte como en la vida nadie te regala nada.
    ¿Por último, qué significa ser el padre de una de las mejores atletas uruguayas, quien además nos ha regalado tantas alegrías?.
    Y que le puedo decir, podría hablarle horas de todo lo que logró Mónica, pero prefiero simplificar todo diciéndole que estoy muy orgulloso, y no solo de mi hija, sino también de mi hijo…

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