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viernes, 25 de abril de 2025
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Con el nuevo método Brainspotting, “se puede procesar el trauma sin tener que hablar de ello”

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Diario EL PUEBLO digital
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Silvia Correa tras recibirse de psicóloga, inició el camino en la búsqueda de terapias alternativas al método ortodoxo del psicoanálisis. Es así que ha profundizado sus estudios en el tratamiento EMDR. Más recientemente en Ecuador investigó lo que es el método llamado Brainspotting. En charla con EL PUEBLO, contó de qué tratan estos métodos que trabajan sobre los traumas que puedan tener las personas.
– Estuvo hace poco en Ecuador, ¿cómo fue la experiencia?silvia correa
– Espectacular. Tengo una amiga allá, que es psicóloga también, es de Paysandú aunque hace unos años que vive en Quito, y las dos hicimos el abordaje EMDR, que es un tratamiento psicoterapéutico concebido para aliviar la perturbación asociada a las memorias traumáticas, yo en Montevideo y ella, allá.
– ¿Qué tipo de traumas?
– Todo tipo de trauma emocional. Está recomendado por la Organización Mundial de la Salud para catástrofes como terremotos, también para siniestros de tránsito, abusos, robos, violencia doméstica.
– ¿En qué consiste este tratamiento?
– El trauma queda como mal guardado. O sea, cada experiencia tiene diversas sensaciones, te pasan cosas cuando te pasa algo. En el hecho traumático, la diferencia es que queda como mal guardado en la psiquis, y queda como molestando…
– ¿Pero no lo identifica?
– No. Entonces, pueden pasar años o puede tratarse de un trauma reciente, como un accidente que pudo haber pasado ayer. Mientras más rápido se trabaje, mejor. También puede tratarse de un accidente que pasó hace 20 años o tratarse de un trauma proveniente de la infancia, como en el caso del abuso, por ejemplo. No quiere decir que después esa persona siga siendo abusada, pero ese trauma quedó ahí. ¿Qué pasa con el trauma? Como queda mal guardado en el psiquismo, no queda integrado en la vida cotidiana, perturba y se siente mal, por ejemplo, cuando le lleva el trabajo al jefe porque no le gusta cómo lo mira, y resulta que eso puede estar relacionado a algo que le pasó antes.
El trauma al quedar mal guardado queda dando vueltas, perturbando. Siempre trabajamos en el presente, porque es en el único logar donde podemos accionar, porque las cosas que pasaron no las podemos cambiar, pero lo que si podemos cambiar es lo que pensamos de lo que pasó, igual que al futuro, nos tenemos que proyectar en forma positiva, para tener así una vida cotidiana saludable.
Esto lo trabajamos con el EMDR, con estimulación bilateral. Se trabaja con muy buen resultado y rápidamente. De esta manera se logra integrar al trauma al psiquismo, se estimulan y activan los dos hemisferios, se abren redes positivas de memoria y queda integrado.
– Volvamos al viaje a Ecuador. Háblame de su experiencia.
– Bien, esta amiga psicóloga que vive en Quito, concurre a terapia de Brainspotting allá, y me habla maravillas. Me llamaba todos los días para que fuera a hacer el curso de Brainspotting porque en Uruguay no se conoce. Me insistió con que no me iba a arrepentir y la verdad que no me arrepiento, fui.
Quito es hermoso. Casi 3 millones de personas en esa ciudad, o sea, cabe casi todo el Uruguay en Quito. Llegué y mi amiga me esperaba con un ramo de rosas y ahí me entero que son exportadores de flores, además de petróleo, y también de frutas. Fuimos al mercado y vi frutas de todo color y del tipo que quieras. Las rutas y caminos son espectaculares. Quito es una ciudad larga entre las montañas. Miraba para todos lados y solo veías montañas, una belleza.
– ¿La gente cómo es?
– Muy amable, pero no amable solo conmigo por ser turista, amable entre ellos. Iba un taxista a pagar el peaje, “que tenga bonita noche”, “que tenga un bonito día”. Lo comparaba con Montevideo, ahí nadie te habla, no te miran. Allá se saludan. Lo otro que me llamó la atención es la cultura al estudio que tienen, allá todos estudian, terminan el liceo y siguen estudiando, son todas universidades privadas. Estudian en el país o viajan a estudiar a Estados Unidos o a Argentina, en Brasil menos por el idioma, pero todos estudian. Allá todos se reciben…
– ¿No hay pobres en Ecuador?
– Si, hay pobreza también, pero también hay estudios. De todas maneras, no se ve allá la pobreza como la que vemos en Uruguay. Allá está la Virgen del Panecillo, como mirando para el norte porque dicen que el sur no existía, después creció la parte sur de Quito, creció bastante, que es la parte de la ciudad más humilde, la parte del norte es la más pudiente…
– Le preguntaba porque me dijo que todos siguen estudiando y allá las universidades son privadas, lo que tiene un costo…
– Subís a un taxi y el taxista te comenta que le está pagando los estudios a la hija. La gente accede a la educación, es accesible porque es privada, no privativa. Otra cosa que noté paseando por Quito es el montón de iglesias que hay, dicen que de Latinoamérica es el lugar donde hay más iglesias, hacen turismo con ellas. El taxista que me llevó a conocer la ciudad me contó que él estudiaba psicología, por ejemplo, y que con el trabajo se pagaba los estudios. Capaz que hacen más lenta la carrera, porque la van pagando de a poco, tampoco es que sea regalada la Facultad, pero tienen como meta terminar los estudios.
– ¿Y cómo nos ven a los uruguayos? ¿Saben que existimos además del fútbol?
– Si, pero además hay uruguayos que viven allá. De todas formas, yo me relacioné con gente que es amiga de mi amiga, así que nos conocen. Mi amiga tiene un amigo cubano que ha estado en Montevideo por temas políticos, también conocí a otra amiga que era la que le escribía los discursos al presidente Correa. En el círculo en el que me moví nos ven un poco tristes, pasa que ellos son el contraste, son muy alegres, muy tropicales.
– A Ecuador fue a conocer este tratamiento llamado Brainspotting, ¿de qué trata?
– El creador del Brainspotting, David Grand, de Estados Unidos, también hacía estimulación bilateral a través del EMDR. El Brainspotting es físico, veamos un ejemplo (me hizo fijar la vista en dos dedos de su mano derecha, los que trasladó de izquierda a derecha en forma reiterada), es todo un proceso que lleva su tiempo, pasan cosas con el paciente, a veces pestañea más en algún punto o se fija en algún punto. En el Brainspotting a donde miras, afecta lo que sientes. Está demostrado que cuando estamos conversando de repente nos quedamos concentrados en un punto y nos perdemos en la conversación, eso sería un brainspotting, en ese punto estás trabajando algo. Entonces, Grand, estaba haciendo el abordaje en EMDR con una paciente, quien en un momento se fijó en un punto y no se movía de ese punto, él no siguió con la estimulación bilateral del EMDR sino que se quedó en ese punto, y ahí empezó a investigar en el paciente, y de a poco comenzó a ver avances.
– ¿El tema no pasa por el punto sino por lo que pasa adentro en el cerebro?
– Claro. Cómo se siente. En el Brainspotting se trabajan traumas como los trastornos emocionales afectivos, estrés postraumáticos, trastornos disociativos, enfermedades psicosomáticas, proceso de duelo, dolor físico, adicciones, trastornos alimenticios, entre otros. Como ves, abarca bastantes patologías.
– ¿Qué tiene de especial o distinto este tipo de tratamiento?
– Luego que uno se recibe va formando su camino, yo hice la formación de terapia expresiva, corporal integrativa, una visión olística, la persona como algo integral, emociones, sentimientos, cuerpo, porque a veces al cuerpo lo dejamos por fuera, y yo trato de poner el cuerpo en la consulta. ¿Por qué? La memoria del cuerpo es mucho más antigua porque el lenguaje lo adquirimos alrededor de los 2 años. Cuando empezamos a hablar y a comunicarnos hablando, como que dejamos de lado el cuerpo, pero hasta los 2 años el cuerpo es todo, toda la información que viene de afuera nos llega a través de los 5 sentidos. El cuerpo nos dice dónde estamos cómodos, siempre nos está avisando. Pero separan el cuerpo de la mente para ser estudiado, pero somos un combo, somos todo.
Entonces, con esta formación de terapia de expresiva puse mucho al cuerpo en la consulta y trabajaba desde ahí. Por eso incorporé el abordaje EMDR, que es bárbaro porque es rápido. Pude con las técnicas de relajación y de respiración, incorporar los dos y con éste (Brainspotting), es como la frutillita. El Brainspotting no es que te pongas a pensar, o sea, tratamos de apagar la parte de la razón del cerebro…
– ¿Para llegar al inconsciente?
– Exacto. Ese punto en que el paciente se fija va directo al inconsciente. Entonces, trabajamos observando el punto, que es algo que lo perturba. Utilizamos una escala de 0 a 10 para saber cuánto le molesta, 10 es lo máximo y 0 no le molestaría nada. Y se le pregunta qué sensación tiene en el cuerpo o desde qué parte del cuerpo siente algo. O sea, no es pensar. Y ahí empiezan a aparecer cosas, sin razonar por qué, por ejemplo, le empiezan a aparecer esas cosas, o sea, dejar que el proceso siga porque el cerebro va hasta donde tiene que ir, va para la cura, a la sanación.
Si bien el cerebro está acá (señala la cabeza), ocupa todo el cuerpo por el sistema nervioso. Por eso tal vez la sensación la siente en la espalda o en cualquier lado. El que está sanando es tu propio cerebro, él va buscando la sanación mediante el acompañamiento del terapeuta.
En el caso del Brainspotting, en el caso de abuso, por ejemplo, los recuerdos que aparecen son de mucha humillación, relacionado a lo sexual, y el paciente no quiere contar, por falta de confianza o por vergüenza. Con Brainspotting no necesita contar nada, si que quede pactado que tiene que decir de 0 a 10 cuánto le molesta y de la sensación del cuerpo. Si no quiere contar, está todo bien, porque con este método se puede procesar el trauma sin tener que hablar de ello.
– Luego de escucharla, noto la diferencia con el sistema clásico, porque por lo que sabe o ha llegado a idealizar, en la consulta con el psicólogo uno se recuesta en un sofá y habla mientras el especialista escucha y saca anotaciones, es más bien un tratamiento intelectualizado, no tan físico como el que nos acaba de describir.
– Claro, esa descripción suya de lo clásico es algo más ortodoxo, pero todo se ha ido transformando. Lo que yo planteo es un método distinto y alternativo.
– ¿Cómo puede hacer la gente para contactarla y conocer estos nuevos métodos?
– Coordinando conmigo a través de mi teléfono celular, 099 506 664.

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