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miércoles, 14 de mayo de 2025
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Salto

Canchas de tenis, de vóley, con la piscina olímpica; «irá sabiendo su propia historia»

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Diario EL PUEBLO digital
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«El fin es que el barrio se llame «Lito» Silva. A mi padre le decían «Lito», pero además también tiene que ver con el exjugador de Peñarol recientemente fallecido. Hubo otras opciones cuando lo fuimos planteando, por ejemplo, Esc. Eduardo Malaquina o Héctor Aguiñagalde. Pero por diferentes razones nos vamos quedando con el nombre que mencionaba».
La zona viene siendo sometida a mejoras sustanciales. Con calles internas, con el nuevo trazado de la ruta, con el afincamiento de las primeras familias, tras las primeras fracciones del terreno. A la altura del kilómetro 478 del By Pass, LUIS SILVA (exfutbolista en los años 60 y 70), no deja de revelar el sostenido y humano orgullo por la obra que se va desandando.
Pero además, a EL PUEBLO le aporta un dato capital:»la continuación del fraccionamiento, está condicionado a un 80% a lo que OSE pueda ampararnos. La sensibilidad del los entes es clave. Jerarquizar esta zona no solo por el hecho en sí, sino por lo que el futuro puede plantear.
Se trata de un proyecto Deportivo Social y Termal, que incluirá piscina olímpica, canchas de fútbol 5, de tenis, de voleybol, salón de fiestas, hotel, restaurant y apart-hotel. Es un ámbito en que nos interesa dotarlo de aquellos aspectos o características, que lo hagan lo más natural posible. Hablamos de un ámbito purificado, sano, evitando males y vicios que tienen que ver con la sociedad de hoy».
LOS TIEMPOS QUE SE SUMAN A LA ESCENA
En esa mañana que pasó. Hace algunos días, con cronistas del diario para comprobar el tiempo actual. El solaz que supone un lugar, con esa mágica visión de palmeras, mientras Luis va mezclando sensaciones. Entre su condición de proyector de las obras y todo lo que supone su condición de hincha de Peñarol, con las fotos, obsequios y de última, el regalo de Héctor «Lito» Silva: la camiseta del célebre e inolvidable año 66.
Las gestiones de Luis resultaron claves para que Peñarol de Montevideo llegase a Salto algunas semanas atrás en el marco de la gira.
En la casa que dispone en el futuro barrio, se alojaron «Lito» Silva y «Tito» Goncálvez. Por eso, de aquí en más, esa casa donde funciona la oficina, pasa a transformarse en una afectuosa y cálida síntesis del tiempo que pasó.
«Es cierto que en este mes de setiembre, «Lito» iría a volver a Salto. Ya lo teníamos planificado con él. Por eso, el impacto de su muerte no fue un impacto como tantos. Comenzaba a identificarse con Salto. Necesitaba sentirse acompañado, porque la soledad lo estaba sitiando. Al fin de cuentas, todos necesitamos sentirnos un poco queridos y el también».
El nuevo barrio que se va alumbrando. Las 26 hectáreas totales. La piscina olímpica, como uno de los ejes. Alejado de la planta urbana de Salto, pero cerca de tantas sensaciones-ilusiones, el barrio en memoria de dos «Litos» irá sabiendo inexorablemente, de su propia historia…
-ELEAZAR JOSÉ SILVA-

» A aquellos jugadores de Peñarol no era fácil llegarles y poder hablar»

En sus tiempos adolescentes, cuando LUIS SILVA radicado en Montevideo por cuestiones familiares, se sumó a las divisiones juveniles de Peñarol. Hasta que en 1968 pasó a Defensor y luego Cerrito, viviendo la llegada del «Pepe» a Defensor en 1970. Fue el último año de Sacía en calidad de jugador.
«Cuando el protagonismo corría por cuenta del Peñarol de 1966, nosotros jugábamos en la Quinta División. En algún momento podíamos verlos y cruzarnos con aquellos monstruos sagrados del fútbol que escribieron una página imborrable. Pero también digo que a aquellos jugadores de Peñarol, no era fácil llegarles y poder hablar. Ellos estaban en su mundo y uno no se podía meter como si nada, en lo que iban siendo, a la hora de practicar y menos jugar. El hecho es que no había celular en aquella época, no había posibilidad de mensajes. La computadora era algo impensado. O sea, si no se lograba un mano a mano o una chance grupal de encuentro o por lo menos para el saludo, todo se volvía complicado. Peñarol tenía una cantidad de jugadores juveniles aptos, que fueron fichados por otros clubes, porque llegar a jugar en la Primera, era poco menos que imposible. De lo que recuerdo sí, de ese Peñarol del 66, más allá de los logros deportivos, era el concepto de humildad del que todos hablaban. Podría seguramente hablarse de un río de humildad. Yo mencionaba que el «Lito» Silva fue un fuera de serie, que no conocí a nadie como él, por eso de ser un tipazo en la vida. Pero seguramente hubo varios en nivel altísimo, con la respuesta desde su condición de nombres en la vida. De seres humanos. Y por eso, fueron lo que fueron. No alcanzaron esa dimensión por obra de lo casual. Eso está claro».

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