Debe plantearse una discusión seria sobre la necesidad de adoptar el lema “COALICIÓN REPUBLICANA”, para las elecciones presidenciales de 2029 y para las municipales de 2030.
Las primeras reacciones a esa propuesta han sido invocaciones al “fusionismo” (siglo XIX), el imperativo de defender las “identidades ideológicas”, todo con un fuerte tono emocional de rechazo lindero a la indignación.
Si es así, estamos ante un problema cognitivo importante, el de las personas que cuando les señalan la luna, ¡se ponen a mirar el dedo!
La importancia del problema radica en que estamos en un momento histórico disruptivo, donde una nueva realidad social, política, económica y comunicacional, potenciada por la tecnología, obliga a mirar el futuro desde un punto de vista ajeno a las viejas ideas y tradiciones.
Quienes siguen utilizando ideas obsoletas, la memoria y la tradición como guía histórica y las emociones como fiel de la balanza para juzgar las propuestas que surgen de esta nueva realidad, no solo están condenados a fracasar, sino que serán un obstáculo para el progreso de las sociedades en que participan.
Desde la creación del Frente Amplio, el Gral. (R) Líber Seregni advirtió que los sistemas políticos tienen naturalmente al bi-partidismo, y pronosticó la desaparición de uno de los Partido Tradicionales. Ese proceso se aceleró con la abolición del “doble voto simultáneo” en 1997.
El Frente Amplio pasó, de ser el tercio mayor de las fuerzas electorales nacionales, a ganar sin necesidad de segunda vuelta y con mayoría absoluta en ambas cámaras en 2004.
Veinte años después, luego de la victoria en 2019, (gracias a la derrota autoinfringida por el Frente Amplio y su gestión desastrosa), los integrantes del lema “de fantasía” “Coalición Multicolor”, dando muestras de una oximorónica suma de soberbia e inseguridad: por votar separados han sido derrotados en 2024, pese a que podrían haber triunfado con ventaja de 87.487 votos, es decir; “en primera vuelta, sin ballotage y con mayoría absoluta”, (sin considerar los votos de “Salle Lorier & Hija”), si hubieran votado bajo el lema “COALICIÓN REPUBLICANA”.
Cabe también destacar que, si se hubiera utilizado el lema “Coalición Republicana”, a partir de 2009, el Frente Amplio solo hubiera ganado en el 2014, donde alcanzó su “techo Electoral” de 1.133.187 votos.
