María Silvina Valeria Perotti, argentina de 33 años, fue asesinada de dos balazos en la cabeza en Belo Horizonte, Brasil. La mujer estaba embarazada e ingresó con muerte cerebral a un hospital, donde le hicieron una cesárea y lograron salvar a su bebé, de siete meses.
Perotti y su pareja desde hace ocho años, José Antonio Méndez de Jesús, brasileño de 32, habían salido en auto de su casa en el barrio de Nuevo Gameleira, para ir de compras. A 10 minutos de ello, el hombre llamó al 911 y denunció que dos ladrones en una moto los habían asaltado.““Cuando la policía llegó al lugar se encontró con la argentina moribunda, con dos tiros en la cabeza tirada en una calle cerca de su casa. Murió camino al hospital. En medio de la desesperación de los paramédicos ocurrió el milagro: su bebé nació con vida, aunque su estado es delicado.““A pesar del testimonio de Méndez, varios testigos, una de ellas suboficial de la Policía Militar, vieron al conductor de un auto tomar del cuello a la mujer que iba de acompañante y arrojarla del vehículo, antes de huir. Previamente, escucharon disparos, pero no pudieron identificar al autor. Méndez, en tanto, declaró que los ladrones lo introdujeron en el baúl de su auto, pero los investigadores comprobaron que estaba lleno de herramientas y no cabía allí una persona.““La madre de la víctima, viajó a Brasil desde Argentina y fue a ver a su nieto, quien nació con 1,200 kilogramos de peso y que permanece en la sala de cuidados de neonatología. Su estado es delicado. No creo que mi yerno fuera capaz de matarla. Pero si realmente lo era, creo en los tribunales brasileños y quiero que pague por lo que hizo” señaló la mujer a la prensa. El padre del sospechoso cree en la versión de su hijo. “Vivían muy bien juntos y nunca discutían. Ambos eran extremadamente trabajadores” comentó el hombre quien reveló que la pareja convivía desde hace 8 años. ““Junto a la pareja, vivía otro hijo de Perotti, un niño de 10 años, de un anterior matrimonio. Luego del crimen y antes de viajar con su padre a San Pablo, el niño habría dicho que su madre y Méndez discutieron ese día. El juez Carlos Roberto Loyola valoró que no se halló el arma homicida ni se detectaron restos de pólvora en las manos del sospechoso y ordenó liberarlo en forma provisoria, aunque seguirá siendo investigado y no podrá irse de Belo Horizonte.
María Silvina Valeria Perotti, argentina de 33 años, fue asesinada de dos balazos en la cabeza en Belo Horizonte, Brasil. La mujer estaba embarazada e ingresó con muerte cerebral a un hospital, donde le hicieron una cesárea y lograron salvar a su bebé, de siete meses.
Perotti y su pareja desde hace ocho años, José Antonio Méndez de Jesús, brasileño de 32, habían salido en auto de su casa en el barrio de Nuevo Gameleira, para ir de compras. A 10 minutos de ello, el hombre llamó al 911 y denunció que dos ladrones en una moto los habían asaltado.““Cuando la policía llegó al lugar se encontró con la argentina moribunda, con dos tiros en la cabeza tirada en una calle cerca de su casa. Murió camino al hospital. En medio de la desesperación de los paramédicos ocurrió el milagro: su bebé nació con vida, aunque su estado es delicado.““A pesar del testimonio de Méndez, varios testigos, una de ellas suboficial de la Policía Militar, vieron al conductor de un auto tomar del cuello a la mujer que iba de acompañante y arrojarla del vehículo, antes de huir. Previamente, escucharon disparos, pero no pudieron identificar al autor. Méndez, en tanto, declaró que los ladrones lo introdujeron en el baúl de su auto, pero los investigadores comprobaron que estaba lleno de herramientas y no cabía allí una persona.““La madre de la víctima, viajó a Brasil desde Argentina y fue a ver a su nieto, quien nació con 1,200 kilogramos de peso y que permanece en la sala de cuidados de neonatología. Su estado es delicado. No creo que mi yerno fuera capaz de matarla. Pero si realmente lo era, creo en los tribunales brasileños y quiero que pague por lo que hizo” señaló la mujer a la prensa. El padre del sospechoso cree en la versión de su hijo. “Vivían muy bien juntos y nunca discutían. Ambos eran extremadamente trabajadores” comentó el hombre quien reveló que la pareja convivía desde hace 8 años. ““Junto a la pareja, vivía otro hijo de Perotti, un niño de 10 años, de un anterior matrimonio. Luego del crimen y antes de viajar con su padre a San Pablo, el niño habría dicho que su madre y Méndez discutieron ese día. El juez Carlos Roberto Loyola valoró que no se halló el arma homicida ni se detectaron restos de pólvora en las manos del sospechoso y ordenó liberarlo en forma provisoria, aunque seguirá siendo investigado y no podrá irse de Belo Horizonte.
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