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viernes, 16 de mayo de 2025
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Boda Gonçálvez da Trindade – Martínez Esteves

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Diario EL PUEBLO digital
Enlace para compartir: https://elpueblodigital.uy/ys0f
Días pasados en el juzgado de Paz firmaron el acta matrimonial los jóvenes Nicolás
Gonçálvez da Trindade Bortagaray y Alejandra Martínez Esteves.
Fueron testigos presenciales Bárbara Boucq, Ignacio Martínez, Laura Cubría, Sebastián Gonçálvez da Trindade, Santiago Lemos y Laura Pereira.
Al otro día en la parroquia Nuestra Señora del Carmen fue bendecida la boda en emotiva ceremonia oficiada por el Párroco Raúl Avellaneda.
A la hora señalada y mientras se escuchaba la marcha nupcial del brazo de su papá Mauricio Martínez ingresó al templo la novia, quien vistió elegante modelo nupcial realizado en gasa de seda natural color marfil, el corsage de talle largo y un solo bretel revestido de fino encaje con sus bordes recortados. La falda se extendía en suave caída y además en traine. En el peinado lució tocado realizado con alhaja antigua de plata destacada con perlas, desde allí nacía el largo velo de tul que velaba todo el largo de la traine. En la mano llevó rosario antiguo y bouquet de rosas color té, pimpollos de calas y rosadas pohemias.
En el altar la esperaban el novio, junto al oficiante realizando una emotiva ceremonia; la lectura del evangelio estuvo a cargo de la hermana de la novia Agustina Martínez. Los momentos más significativos del ceremonial fueron acompañados con temas interpretados por José P. Huvatt.
Finalizado el ritual la gentil pareja se ausentó hasta el atrio donde fueron efusivamente saludados. Posteriormente con una recepción fue celebrado el acontecimiento. El local fue decorado con telas y flores tonos natural, arreglos colgantes aportaban detalle de distinción, estos se unían a la mantelería que cubrían las mesas combinando el marfil y plateado. Dos importantes mesas se veían cubiertas de bocados fríos y calientes, más tarde se cubrieron con exquisitos postres.
El baile comenzó al llegar los nuevos esposos y comenzaron el vals, luego de intercambiar parejas la pista se pobló de bailarines haciendo que la alegría y diversión se extendiera por toda la madrugada, teniendo su punto más alto cuando con ritmos cariocas se repartió el cotillón.
Recibieron múltiples y prácticos obsequios los que pasaron alhajar el nuevo hogar, luego de disfrutar varios días de vacaciones en el exterior.

Días pasados en el juzgado de Paz firmaron el acta matrimonial los jóvenes Nicolás

Gonçálvez da Trindade Bortagaray y Alejandra Martínez Esteves.

Fueron testigos presenciales Bárbara Boucq, Ignacio Martínez, Laura Cubría, Sebastián Gonçálvez da Trindade, Santiago Lemos y Laura Pereira.

Al otro día en la parroquia Nuestra Señora del Carmen fue bendecida la boda en emotiva ceremonia oficiada por el Párroco Raúl Avellaneda.

A la hora señalada y mientras se escuchaba la marcha nupcial del brazo de su papá Mauricio Martínez ingresó al templo la novia, quien vistió elegante modelo nupcial realizado en gasa de seda natural color marfil, el corsage de talle largo y un solo bretel revestido de fino encaje con sus bordes recortados. La falda se extendía en suave caída y además en traine. En el peinado lució tocado realizado con alhaja antigua de plata destacada con perlas, desde allí nacía el largo velo de tul que velaba todo el largo de la traine. En la mano llevó rosario antiguo y bouquet de rosas color té, pimpollos de calas y rosadas pohemias.

En el altar la esperaban el novio, junto al oficiante realizando una emotiva ceremonia; la lectura del evangelio estuvo a cargo de la hermana de la novia Agustina Martínez. Los momentos más significativos del ceremonial fueron acompañados con temas interpretados por José P. Huvatt.

Finalizado el ritual la gentil pareja se ausentó hasta el atrio donde fueron efusivamente saludados. Posteriormente con una recepción fue celebrado el acontecimiento. El local fue decorado con telas y flores tonos natural, arreglos colgantes aportaban detalle de distinción, estos se unían a la mantelería que cubrían las mesas combinando el marfil y plateado. Dos importantes mesas se veían cubiertas de bocados fríos y calientes, más tarde se cubrieron con exquisitos postres.

El baile comenzó al llegar los nuevos esposos y comenzaron el vals, luego de intercambiar parejas la pista se pobló de bailarines haciendo que la alegría y diversión se extendiera por toda la madrugada, teniendo su punto más alto cuando con ritmos cariocas se repartió el cotillón.

Recibieron múltiples y prácticos obsequios los que pasaron alhajar el nuevo hogar, luego de disfrutar varios días de vacaciones en el exterior.

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