En la ciudad de Porto Alegre (Brasil) en el Juzgado de Paz firmaron el acta que acredita su matrimonio Eduardo da Silva Vaz y la salteña Any Gabriela Tomás Vique. Fueron testigos los padres del novio Benhur Vaz y Marlene da Silva.
La pareja fue acompañada por familiares y amigos, con un almuerzo íntimo fue celebrado el acontecimiento.
Unos días después el pasado doce de febrero en nuestra ciudad fue bendecida esta boda en el hermoso parque de Parador Ayuí, el cual fue destacado con un gacebo donde el Pastor Juan Vieira de la Iglesia Asamblea de Dios Encuentro de Vida les impartió la bendición a la novel pareja en ceremonia efectuada al atardecer y al aire libre.
Una alfombra roja fue delimitada con diez media columnas blancas como soporte a destacados arreglos florales en base a rosas, azucenas y gerberas dobles de color natural y rosa suave con destacado follaje en cascada, en ambos costados estaban dispuestas las sillas donde se ubicaron los invitados.
El novio ingresó con su mamá y la novia con su papá Walter Tomás, la canasta con los anillos la llevó la niña Victoria Vieira, ella lució solero de broderie blanco y tiara con flores de satén en el peinado.
La desposada vistió modelo de color gris plata, la parte superior corset y torerita de mangas ¾ de organza labrada con estrellas plateadas, amplia falda de caída natural de crep satén se extiende al dorso en traine, sus cabellos largos retuvieron sobre un costado del peinado una flor de igual tela a la del vestido mientras que el ramo de novia lo constituían rosas naturales.
En el altar acompañaron a los novios dos parejas de amigos íntimos, fueron ellos Javier Alvarez y Douglas da Silva, y las jóvenes Adrielly Vieira y Priscilla Giachetto, ambas vestidas de gasa color verde claro, falda plisada y corsage levemente bordado en pailletes al tono, el escote irregular de un solo hombro destacaba una enorme flor de igual tela.
Mientras los padres de ambos contrayentes seguían la ceremonia sentados en los primeros bancos. Muy elegantes lucieron las madres, la señora Ana Vique de Tomás vistió trajecito clásico en shantung dorado, falda corta y blusa de gasa al tono, Marlene da Silva de Vaz lució solera de falda plisada y corsage de escote drapeado.
Finalizado el ritual la gentil pareja recibió los saludos de cuantos les acompañaron, posteriormente con una cena íntima fue celebrado el acontecimiento en el Salto Shopping. Las mesas fueron tendidas con manteles blancos y cubre rosa, lucían al medio copones con bouquet floral, en la mesa de los novios y sus padres estaba la torta de bodas compuesta de tres pisos ovales superpuestos bañados de color marfil con detalles de puntillas en filigrana blanca en los bordes y cintas de organza verde suave en las separaciones, culminaba bouquet de rosas e ilusión con algo de follaje, en el otro extremo había destacado arreglo floral igual a las de la ceremonia.
La gentil pareja viajó a Brasil donde fijaron residencia.
