Días pasados en el Juzgado de Paz, firmaron el acta que acredita su matrimonio Federico Maximiliano Andrioli Nogueira y María Florencia Dávila Pírez.
Fueron testigos de ambos, Teresita Nogueira, Micaela Leal, José Dávila y Silvana Dávila.
En horas de la noche en la Catedral San Juan Bautista fue bendecida la boda, siendo acompañados por múltiples familiares y amistades, estos admiraron la delicada decoración en base a frescas flores blancas ubicadas sobre un extremo del altar y ambos lados sostenidos por pedestales, igual detalle se apreciaba al ingresar al sendero ubicándose un pedestal y al finalizar pequeño bouquet en el piso.
A la hora señalada y mientras se escuchaba la marcha nupcial vimos pasar a los niños llevando las alianzas de boda a bendecir, fueron ellos Joaquín Finozzi Andrioli, Belén Dávila Rodríguez y Camili Monetta Dávila, las niñas lucieron vestidos largos y lazo de satén verde señala el talle, en el peinado vincha en ambos colores.
Unos pasos más atrás del brazo de su papá José Dávila les seguía la novia, vistió modelo de ceremonia blanco, corset de encaje y falda de satén nace del talle largo y se extiende en traine, en el peinado recogido llevó pequeñas flores, el ramo de novia lo constituían flores naturales.
En el altar la esperaban el novio junto al sacerdote oficiante y los restantes padrinos, Marcelo Andrioli y Teresita Nogueira, vistió modelo largo de satén lila, corset bordado en pailletes negros, acompañó con chal de gasa al tono. María Pírez de Dávila, lució vestido de gasa rojo, revestido el corsage de mangas tres cuartos de encaje negro.
Durante la emotiva ceremonia Cinthia Dávila tuvo a su cargo la lectura bíblica, fue secundada por amistades más allegadas a la pareja en realizar las peticiones.
Finalizado el ritual la gentil pareja recibió las felicitaciones en el atrio, posteriormente con sus amistades y familiares se trasladaron hasta un salón social donde se festejó el acontecimiento.
Al llegar la galería techada fue decorada con telas blancas y verde manzanas se unían destacados arreglos de rosas y follaje ubicados sobre pedestales y formando los drapeados, en el recibidor se ubicó una lámina grande con la foto de los novios iluminada con led verde. En el salón las mesas fueron dispuestas con mantelería blanco y cubre verde suave, los centros eran transparencias circulares verdes con un velón encendido sobre base espejada.
Al llegar la feliz pareja comenzaron el vals, alternaron parejas por varios minutos, posteriormente un grupo en vivo animó la velada siendo una invitación al animado baile y reparto del cotillón.
En la terraza se ubicó el sector de puf y mesas bajas junto a la barra de tragos habilitada durante toda la velada, este sitio destacado con luces led de colores cambiantes y telas formando cortinados y traillage. Al momento del brindis tomó relevancia la mesa principal donde estaba la torta de bodas compuesta de cuatro pisos bellamente decorados en filigrana y rosas e ilusión en la parte superior, iguales flores se veían en un ángulo de la mesa formando importante arreglo.
El quiosco de los dulces fue muy visitado al verse cup cakes, bombones, natillas y trufas muy bien presentadas sobre pirotines dorados y plateados, bandejas y soportes de platina. Recibieron hermosos y prácticos obsequios, estos pasaron alhajar el nuevo hogar.
Días pasados en el Juzgado de Paz, firmaron el acta que acredita su matrimonio Federico Maximiliano Andrioli Nogueira y María Florencia Dávila Pírez.
Fueron testigos de ambos, Teresita Nogueira, Micaela Leal, José Dávila y Silvana Dávila.
En horas de la noche en la Catedral San Juan Bautista fue bendecida la boda, siendo acompañados por múltiples familiares y amistades, estos admiraron la delicada decoración en base a frescas flores blancas ubicadas sobre un extremo del altar y ambos lados sostenidos por pedestales, igual detalle se apreciaba al ingresar al sendero ubicándose un pedestal y al finalizar pequeño bouquet en el piso.
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A la hora señalada y mientras se escuchaba la marcha nupcial vimos pasar a los niños llevando las alianzas de boda a bendecir, fueron ellos Joaquín Finozzi Andrioli, Belén Dávila Rodríguez y Camili Monetta Dávila, las niñas lucieron vestidos largos y lazo de satén verde señala el talle, en el peinado vincha en ambos colores.
Unos pasos más atrás del brazo de su papá José Dávila les seguía la novia, vistió modelo de ceremonia blanco, corset de encaje y falda de satén nace del talle largo y se extiende en traine, en el peinado recogido llevó pequeñas flores, el ramo de novia lo constituían flores naturales.
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En el altar la esperaban el novio junto al sacerdote oficiante y los restantes padrinos, Marcelo Andrioli y Teresita Nogueira, vistió modelo largo de satén lila, corset bordado en pailletes negros, acompañó con chal de gasa al tono. María Pírez de Dávila, lució vestido de gasa rojo, revestido el corsage de mangas tres cuartos de encaje negro.
Durante la emotiva ceremonia Cinthia Dávila tuvo a su cargo la lectura bíblica, fue secundada por amistades más allegadas a la pareja en realizar las peticiones.
Finalizado el ritual la gentil pareja recibió las felicitaciones en el atrio, posteriormente con sus amistades y familiares se trasladaron hasta un salón social donde se festejó el acontecimiento.
Al llegar la galería techada fue decorada con telas blancas y verde manzanas se unían destacados arreglos de rosas y follaje ubicados sobre pedestales y formando los drapeados, en el recibidor se ubicó una lámina grande con la foto de los novios iluminada con led verde. En el salón las mesas fueron dispuestas con mantelería blanco y cubre verde suave, los centros eran transparencias circulares verdes con un velón encendido sobre base espejada.
Al llegar la feliz pareja comenzaron el vals, alternaron parejas por varios minutos, posteriormente un grupo en vivo animó la velada siendo una invitación al animado baile y reparto del cotillón.
En la terraza se ubicó el sector de puf y mesas bajas junto a la barra de tragos habilitada durante toda la velada, este sitio destacado con luces led de colores cambiantes y telas formando cortinados y traillage. Al momento del brindis tomó relevancia la mesa principal donde estaba la torta de bodas compuesta de cuatro pisos bellamente decorados en filigrana y rosas e ilusión en la parte superior, iguales flores se veían en un ángulo de la mesa formando importante arreglo.
El quiosco de los dulces fue muy visitado al verse cup cakes, bombones, natillas y trufas muy bien presentadas sobre pirotines dorados y plateados, bandejas y soportes de platina. Recibieron hermosos y prácticos obsequios, estos pasaron alhajar el nuevo hogar.
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