Arturo Bentancor es Técnico en Relaciones Laborales y Experto en Seguridad Social, asesora honorariamente a trabajadores, jubilados y pensionistas desde hace muchos años. Es presidente de la Organización Salteña de Jubilados y Pensionistas (ORSALJUPEN), por lo que EL PUEBLO lo consultó sobre el trabajo que se viene realizando desde su organización y sobre los recientes aumentos establecidos por el Poder Ejecutivo.
– ¿Cómo fue el 2013 para los jubilados?
– Fue un año, no diría bueno, pero bastante regular, porque bueno sería si hubiéramos logrado los tres Básicos, bueno sería que ya estuviéramos peleando el cuarto Básico, pero con el aumento que dieron por el problema constitucional en el 2013, dieron un aumento adicional de un octavo BPC (Base de Prestaciones y Contribuciones) en julio, y eso significó $200, no le soluciona nada al jubilado porque por más que le dieran la canasta a fin de año, eso no complementaba la situación de esas jubilaciones bajas. Pero lo más importante es que ya se logró que para 2014 se aprobara otro octavo de BPC. Recordemos que el BPC sube todos los años, es un promedio que se hace entre un índice económico y los Consejos de Salarios, estaba en $2.500, este año pasó a $2.800 y algo. Quiere decir que va a tener para este mes de julio otro octavo de BPC y para el 2015 también, porque es año electoral, solo puede fijarse un año antes y uno después.
– ¿Y luego se tendrá que continuar negociando?
– Hay que seguir negociando con el gobierno que venga lo que nosotros planteamos en la institución, y vamos a recorrer a los partidos políticos para decirle que tenemos esta propuesta, y que está financiada porque el Banco de Previsión Social (BPS) ya está por encima de los pasivos en la recaudación de activos. En segundo lugar, se le hace un trabajo a las Administradoras de Fondos no se le cobra un peso, pero lo pone el Banco, que es toda la parte administrativa, bueno, traten de ponerle un precio porque ellos cobran. También cuando se hizo el dividendo de la AFAP República al BPS le tocó un 20%, un 30% le tocó al Banco de Seguros y el resto le tocó al Banco República, quiere decir que ese 20% habría que haberlo repartido en beneficio de esas jubilaciones más bajas, pero nos encontramos con que el ministro de Economía del momento (Fernando Lorenzo) dio la orden que se colocara la plata a través del Banco Central (del Uruguay), eso no puede ser. Quiere decir que nosotros estamos en estudio permanente de poder modificar y sacar adelante mejoras en las jubilaciones más sumergidas con recursos.
Y ahora que se logró que las Administradoras de Fondos a partir de marzo tiene que salir la reglamentación para las desafiliaciones, esa plata que va a volver, porque si se desafilian tiene que venir al BPS, porque ya hay antecedentes. Hubo políticos que se jubilaron por una ley especial que hicieron hace dos períodos de gobierno y que volvieron al BPS para acogerse al beneficio de la ley anterior al 95. Esta nueva ley de desafiliaciones no va a ser para ampararse a los beneficios de la ley anterior, pero va a ser en beneficio para subir el techo para que pueda jubilarse un poco mejor el trabajador y no llegar a una división de jubilación y un seguro de vida que le dura diez años.
Así que a partir de este mes de marzo el BPS debería comenzar a hacer las liquidaciones y llamar a las personas para que analicen lo que cobrarían con las AFAPs y lo que podrían cobrar en el BPS, y que así elija. Tampoco es compulsivo, no es como cuando se hizo la ley que hizo compulsivo el afiliarse a las AFAPs, no, ahora que cada persona elija su destino, si piensa que le sirve más la AFAP que siga en la AFAP, pero que después con el tiempo no se arrepienta porque tienen que venir otras mejoras, como modificar la escala de valores. En este momento era un 70 cuando entró en la AFAP bajó a un 50. Nosotros también planteamos una escala de sustitución para que el trabajador se pueda ir, porque si el trabajador gana $ 10 mil y cobra $ 7 mil se va, pero si gana $ 10 mil y le dan $ 5 mil con el 50% por los años de trabajo, no se va, espera envejecerse en el trabajo para poder tener la suerte de irse con un peso más. Y eso es todo el trabajo que se ha hecho en este período del 2013 y que vamos a continuar luchando en este 2014 porque es necesario mejorar la calidad de vida de los jubilados.
– Y ya que tocó el tema de mejorar la calidad de vida de los jubilados, ¿cómo anduvieron los aumentos para este año?
– El aumento salió como habíamos anticipado, con un 11,54%. ¿Cómo se calcula ese aumento? Se calcula entre la inflación que se tiene y por los resultados en las negociaciones en los Consejos de Salarios. Nosotros en aquel momento, si tienen buena memoria, planteamos que no creíamos justo que la UTE hiciera esa bonificación de la luz en diciembre porque iba a bajar el promedio de la inflación, como efectivamente ocurrió. Así que nos bajaron el promedio de la inflación pero luego nos cayó la UTE a partir de enero con un aumento que superó todos los beneficios que dio y que repercutió en el bolsillo del jubilado y del trabajador.
Vamos a seguir luchando porque queda todavía fijar en este momento una diferencia que es la de diciembre que va a andar alrededor del 1%, quiere decir que el aumento va a andar aproximadamente en un 12,45 o 12,50% que es el aumento general que recién lo irán a cobrar en el mes de marzo. Ahora en febrero el aumento del 11,54% que es de enero lo van a cobrar todos, jubilaciones, pensiones, todos los que cobren por el BPS van a tener ese beneficio del aumento, también tendrán el mismo aumento las Cajas Policiales y Militares.
– ¿Qué otros ajustes se han realizado?
– La persona que se jubila, por ejemplo, en enero del 2013, va a ver que no le pagaron el 11,54%. No le corresponde, porque le corresponde recién a año vencido, o sea, aquella persona que se jubiló en el 2012, sí le corresponde cobrar todo el aumento del 11,54%. Así que los que se jubilaron en enero de 2013, por ejemplo, van a recibir un 6,32% de aumento, y así irá bajando paulatinamente de acuerdo a los promedios establecidos hasta llegar a octubre de 2013 con un 0,95%, después quienes se jubilaron ahora en noviembre y diciembre de 2013 no van a cobrar absolutamente nada de aumento. Quiere decir que algunos tendrán algún respiro pero no el aumento que debería corresponderles porque tampoco generó el derecho. Cuando se jubila, recién al año siguiente adquiere ese derecho, por eso se le aconseja generalmente en nuestra organización que le conviene irse antes de fin de año, para que esté comprendido en el aumento que será al año siguiente, porque si no le tocará como en el caso que pusimos, que se jubiló en marzo de 2013, ahí el aumento completo recién le caerá en el 2015, de acuerdo a los cálculos que hace el sistema del BPS.
Por otro lado, el nuevo valor del BPC pasó a $2.819, es la manera que establecen las normas de las Base de Prestaciones y Contribuciones, así lo denominaron en el gobierno del 95.
– ¿Por dónde va a pasar el trabajo de su organización en este año?
– Por las reivindicaciones. La plataforma reivindicatoria es la que nosotros planteamos hace un tiempo y que pasa por solicitar al Poder Ejecutivo como aumento diferencial una jubilación mínima de 3 BPC ($8.457) y establecer un mínimo jubilatorio de 4 BPC ($11.276); solicitar al Poder Ejecutivo una retribución especial de fin de año según franjas; prima por edad sin topes y sin ingresos del núcleo familiar para mayores de 70 años; pensión de invalidez y pensión a la vejez eliminando los topes de ingresos de familiares obligados para obtener el beneficio; aumentar el mínimo no imponible al impuesto IASS para los jubilados y pensionistas hasta 10 BPC ($28.190); derogar el impuesto del 1% por cuota mutual aplicada a todos los pasivos al estar funcionando el FONASA; elevar la tasa de reemplazo al 75% para todos los jubilados que no estén afiliados a las AFAPs.
Estamos con esta plataforma reivindicatoria de la ORSALJUPEN, ya lo hablé, hay posibilidades muy firmes de que se cumpla en la propuesta de llevarla adelante con el respaldo de las organizaciones, y sobre eso es por dónde pasará nuestra lucha. Además, como se observa, no pusimos nuestras expectativas de mejoras ni en dólares ni en unidades reajustables, las pusimos en la misma expresión de las prestaciones, el BPC…
– ¿Por qué?
– Porque esa unidad se actualiza anualmente, lo que va a permitir que se ajuste automáticamente las jubilaciones y pensiones. Como el jubilado arriba tiene un techo que no puede pasar de 36 a 37 mil pesos, ahora en enero también subió ese techo, quiere decir que por más jubilaciones que tengan no pueden pasar de esa cantidad que gana, entonces consideramos que esa suba vaya en beneficio de esas personas. Se va a lograr, pensamos que se tiene que lograr.
Además, algo que vamos a decir claramente, los gobiernos se han olvidado del adulto mayor. Hay que hablar clarito, todos los gobiernos fueron iguales, este actual también se olvidó del adulto mayor, se dedicó mucho al MIDES (Ministerio de Desarrollo Social). Nosotros no estamos en contra del MIDES, pero hay que corregirlo como primera medida, y que hay que tratar que el MIDES asista las pensiones de vejez e invalidez y no que el BPS esté cubriendo esas situaciones en un régimen de solidaridad que tenemos que favorecer a nuestros jubilados hasta que queden como jubilados de clase media.
Hasta ahora hay tres clases de jubilados, un jubilado rico, uno de clase media y un jubilado de clase pobre, porque con $6.170 no creo que sea un jubilado rico que pueda hacer maravillas. Y de esos hay 180 mil, quiere decir que hay que trabajar más, sobre todo el jubilado del interior que es el que más sufre porque en Montevideo al que trabajó en una industria o en determinados comercios, le pagaron los sueldos dentro del laudo porque allá está todo más controlado, pero acá la mayoría en la campaña, peones o trabajadores rurales o de industria y comercio, con salarios bajos que le pagaban de acuerdo al promedio de lo que gana y la edad, y ahí dieron jubilaciones bajísimas. De ahí los controles que se hacen en el BPS, para que haya realmente una equidad en la persona que se jubile y que cuando llegue ese momento, no tenga que pensar que tiene que seguir trabajando.