Como pasa en las películas, un problema con el tren de aterrizaje llevó a una avioneta a realizar una maniobra inesperada para aterrizar sin mayores inconvenientes, poniendo a prueba la destreza de un piloto con más de 2.000 horas de vuelo. Una avioneta particular que venía de Montevideo a Salto tuvo un inconveniente con el tren de aterrizaje al llegar al Aeropuerto de Nueva Hespérides, lo que provocó que una de sus ruedas no bajara y su piloto tuviera que realizar una maniobra inesperada para poder tocar tierra y que la situación no fuera más que “un gran susto». Según información recaba por EL PUEBLO, un desperfecto mecánico provocó que una avioneta se despistara (saliera de la pista de aterrizaje) y tuviera dificultades al momento de aterrizar en las primeras horas de la tarde del domingo en el aeropuerto local, felizmente no hubo que lamentar lesionados y tanto el piloto como los 4 pasajeros salieron por sus propios medios sin dificultades.
Próximo a las 13:45 horas, una avioneta particular que venía siendo piloteada por un hombre con basta experiencia en sus funciones y más de 2.000 horas de vuelo, traía consigo a 4 pasajeros y dio aviso a la torre de control del Aeropuerto de Nueva Hespérides de su intención de aterrizar en suelo salteño.
Una vez dada la autorización, el piloto constató dificultades en el tren de aterrizaje, lo que lo obligó a salirse de la pista por una trayectoria cercana a los 100 metros y terminar su maniobra sobre el césped. Lo que pasó fue que una de las ruedas no bajó cuando fue a aterrizar y el tablero le dio aviso del inconveniente al piloto que no pudo abortar el aterrizaje y debió hacerlo con una sola de las ruedas ya que la otra no bajó, realizando una maniobra inesperada.
SE ACCIONÓ EL PROTOCOLO DE SEGURIDAD
El accidente no arrojó lesionados, que bajaron por sus propios medios de la avioneta, pero provocó el derrame de combustible, por lo cual se accionó el protocolo de seguridad.
El protocolo de seguridad del Aeropuerto de Nueva Hespérides indica que una vez que se produce un accidente de este tipo, el primero en llegar a la avioneta tiene que ser el equipo de Bomberos, porque se produjo un derrame de combustible y el motor del avión está caliente. Por fortuna, en este caso la situación se encontraba en la etapa Nº1, con un avión despistado y sin lesionados.
TRES ACCIDENTES AÉREOS EN 30 AÑOS
Respecto a como se vivió dicha jornada en el aeropuerto, el Oficial de Operaciones de Nueva Hespérides, Rómulo Moré, comentó a este diario que “no fue un momento muy lindo, pero el piloto estaba tranquilo porque fueron solo fierros los que se dañaron y no hubo ningún lesionado, fue una desgracia con suerte”. El piloto que iba al frente de la avioneta tiene más de 2.000 horas de vuelo, algo que significa una basta experiencia en su función y otorgó tranquilidad a los pasajeros y a los funcionarios del aeropuerto en la solución del inconveniente que se presentó.
“Se cumplió con todos los protocolos de seguridad cuando se produce un accidente aéreo y pudimos comprobar que este caso se encontraba en la etapa Nº 1, es decir, un avión despistado, sin lesionados y sin peligro para la vida de ninguno de sus tripulantes”, agregó el Oficial de Operaciones.
Moré, lleva 30 años trabajando en el Aeropuerto de Nueva Hespérides y en sus funciones únicamente ha presenciado tres accidentes aéreos: “un avión con un reventón de cubiertas, un avión de fuerza aérea que venía con un comando trabado y éste que pasó el domingo con un problema en el tren de aterrizaje”, comentó.
Vale destacar que en ninguno de los casos que testimonió Moré hubo personas lesionadas, lo que le llevó a reafirmar la seguridad de los viajes aéreos, donde “hay accidentes, pero en menor escala que yendo por tierra”, concluyó.
